Imagina...(de Ana Norwegain)

Imagina de Louis **Parte 1:**

 Imagina de Louis Tomlinson:

**Parte 1**: 

(Narras Tú)

Hacía tiempo que trabajabas en ese estadio cada vez que acontecía un gran concierto. Ahora, mientras estabas sentada al borde del escenario (con ambas piernas colgando, balanceándose, observando la etiqueta de la botella que había entre tus manos y sintiendo cómo la leve brisa hacía que las puntas de tu largo cabello recogido en una coleta alta rozaran tu nuca estremeciéndote de vez en cuando) que hacía apenas unos minutos habíais acabado de montar, reflexionabas sobre la cantidad de gente que había pasado por allí: a tus espalda grandes mitos habían tocado sobre esa sólida plataforma desmontable, mientras que a tus pies se extendía la explanada donde la gente pataleaba, chillaba y pegaba manotazos para acercarse un poco más a sus ídolos...

Te levantaste y giraste un poco, observando el escenario en el que una vez soñaste que estarías. Hacía tanto tiempo de eso... Ya habías bajado de las nubes. Habías "madurado".  

La voz de una compañera te sacó de tus pensamientos. 

-Ahora nos toca ponernos con los camerinos...- te dijo sonriendo cansadamente. 

-Puff...- respondiste alzando las cejas y sonriéndola con ganas, intentando darle a ella las fuerzas que a ti te sobraban.

Juntas os dirigisteis a la parte del fondo en la izquierda del escenario, donde unas escalerillas daban a un sinfín de pasillos en los que vuestros pasos resonaban en el eco vacío. 

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(Narra Louis)

Liam entró en mi habitación por decimoquinta vez. 

-Louuuu, vaaaaaamos, ya es la... 

-La decimoquinta vez que me llamas, las he contado -dije interrumpiéndole de mala gana, con tono cansado y girando hacia el lado opuesto de la cama mientras envolvía mi almohada alrededor de mi cabeza. 

-Ya vamos mal de tiempo, si tardas un minuto más no llegamos -dijo, algo molesto tras sus inútiles intentos. Esta vez fui bueno y le hice caso, arrastrándome a la ducha.

Pensando en mi vida anterior, yo no había pedido esto. Casi tres años de fama. Qué bien suena, ¿eh? Pues no todo es maravilloso. Mi privacidad prácticamente ha desaparecido. Todo el mundo quiere algo de tí, te llevan a todas partes sin que puedas evitarlo. Las fans te gritan día y noche, histéricas. Tu familia se aleja cada vez más de ti, y no hace tanto eran ellos los únicos que realmente importaban, lo único que tenías. ¿Sabéis cómo me siento? Hago lo que me gusta, lo que siempre he soñado ser, pero, ¿a qué precio?

Salí del baño diez minutos después, vestido, arreglado, peinado, duchado, con los cordones atados, con los pantalones remangados, despejado y muy harto. Siempre las mismas canciones. Siempre los mismos gritos. Al final, mi "nueva" vida era toda una rutina. 

Mi cama ya estaba hecha, y todo perfectamente ordenado. "Liam..." pensé. Desayuné lo que nos habían traído (ni siquiera podíamos salir solos por los pasillos del hotel), me lavé los dientes y me reuní con los demás en la habitación más grande, que compartían Liam y Niall. Ya estábamos listos para otro duro día de entrevistas. 

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(Narras Tú)

Tu amiga y tú preparábais los trajes que os acababan de llegar: los desembalábais, los colgábais y los arrastrabais en el carrito plateado lleno de perchas hasta el camerino. Luego os tocó preparar las mesas del catering (más tarde llegarían los cocineros) y por fin tuvisteis tiempo libre para comer. Estabais medio muertas, no habíais parado. Afortunadamente, el grupo en cuestión llegó pronto, sobre las seis de la tarde, así que después del descanso para comer sólo os quedaban cuatro horas para preparativos, y luego os echarían de allí para las pruebas de sonido. A nadie le permitían quedarse por si se les ocurría grabar algo, así que hasta que comenzara el concierto, el trabajo por los pasillos sería menos intenso. Sólo quedaban los detalles. 

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(Narra Louis)

Y de nuevo otro estadio vacío para los ensayos, con más pruebas de sonido iguales a las demás. De nuevo salir corriendo a los camerinos porque el público empezaría a entrar en pocos minutos y teníamos que cambiarnos por completo, maquillarnos y peinarnos mientras los teloneros entraban en acción. De nuevo esos histéricos "¿Y mi otro calcetín?", "¿Y mi otra zapatilla?", "Vamos, vamos, vamos, deprisa". De nuevo el manager tirándose de los pocos pelos que le quedaban porque veía que no llegábamos... Y, una noche más, estábamos listos diez minutos antes de que empezara el concierto. Nos solían dejar unos minutos solos para soltar nervios, prepararnos. Pero por una vez, una sola vez, no estaba dispuesto a cumplir la rutina. Esta vez no.

Estábamos los cinco solos, en silencio, escuchando los lejanos chillidos que despedían a los teloneros y que cantaban nuestros nombres. Me levanté de golpe, ninguno se lo esperaba y los cuatro pegaron un pequeño bote. Decidido, agarré el picaporte. 

-¿Adónde vas ahora?- preguntó Zayn, un poco sorprendido. 

-Emmm... A por una botella de agua, se me está secando la garganta- mentí descaradamente, a pesar de que había agua, y salí corriendo de allí antes de que ninguno pudiera decirme que había un pack de botellas al lado de la puerta y Niall hizo amago de contestarme.

Me quedé un poco flipado de que no hubiera nadie en la puerta vigilándola por si alguien se colaba, pero en ese momento más que preocuparme lo agradecí. Nadie me podía parar ahora. Y antes de que pudieran verme, corrí desesperado por los pasillos, con todas mis fuerzas, sin saber dónde estaba ni por dónde iba, con la única intención de huir. Me dirigía a toda velocidad hacia los chillidos, y el en último pasillo antes de la entrada al escenario me desvié a la izquierda. Subí escaleras, y corrí y corrí... Hasta que encontré un sitio tranquilo. Mi escondite. 

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(Narra Niall)

Me extrañó ver a Louis salir cuando vi las botellitas debajo de una mesa junto a la puerta. Pero pensé que no las habría visto y me olvidé del asunto. Pero Lou no volvía. Estaba tardando. Todos nos estábamos comenzando a alterar. No llegaba. ¿Qué habría pasado? Le deberían haber dicho ya que las botellas estaban aquí. Liam se levantó y comenzó a caminar, nervioso. 

-¿Qué demonios pasa aquí, dónde está? 

El manager entró de pronto, apremiándonos a salir deprisa al escenario. Entonces se percató de la ausencia de Louis. Y se desató el pánico. 

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(Narras Tú)

Tu amiga y tú estabais juntas, en lo alto de todo del estadio, por encima de las gradas incluso. En una especie de pasarela que os permitía a la vez unas vistas maravillosas de la ciudad de noche y una perspectiva increíble del escenario y de toda la masa que gritaba enloquecida. Os reíais juntas, mirando la ciudad y los transeúntes que parecían puntos diminutos fuera del recinto. De espaldas al concierto, oíais a la multitud rugir.

De repente, vuestros walkie-talkies empezaron a pitar. Uno de los de seguridad transmitía un mensaje urgente: había que buscar a uno de los miembros, que había huido: Louis Tomlinson.

Ambas os mirásteis sorprendidas y corristeis hacia abajo por las escalerillas delgadas de metal. Sentiste un poco de vértigo, yendo tan rápido y sintiendo el gélido aire de las alturas a pesar de tu abrigo. Mientras bajábais, veías desde arriba la frenética búsqueda que ya realizaban vuestros compañeros. Tu amiga y tú os separasteis para buscarlo por diversos lados. El griterío aumentaba conforme tu distancia al escenario se reducía mientras corrías. Te paraste a pensar, pero no sabías qué camino tomar. Un guardia corrió a la derecha y te indicó a ti que fueras a la izquierda. Veías que todos buscaban por abajo. Pero, ¿y si estaba arriba? Subiste unas escalerillas similares a las que habías bajado antes, y llegaste a una especie de boardilla completamente vacía con fuertes y gruesas columnas y paredes de hormigón. Todo era gris, oscuro, frío. Paraste un momento para tomar aliento y fijarte un poco más detenidamente. Pero justo cuando te ibas a rendir, un potente foco del escenario, de los que se movían por el público y las paredes, reflejó un poco de luz momentáneamente. Pero estuvo ahí el tiempo suficiente para ver que desde detrás de una columna se asomaba un trozo de tela roja de vaqueros remangados, un poco de una zapatilla blanca y, un poco más arriba, el trozo de la manga corta de una camisa de rayas azul marino sobre blanco.