Imagina...(de Ana Norwegain)

**Parte 4**:

(Narra Louis)

Por unos segundos, me quedé completamente en blanco, observando a cientos de rostros que se miraban confusos, intentando darse alguna explicación de mi ausencia en el vehículo. Algunas se abalanzaron de nuevo a los cristales para realizar el cálculo otra vez, tal y como una maestra cuenta a los alumnos de su clase antes y durante una excursión.

Yo mientras tanto me había quedado pasmado. Por supuesto que había pasado por aquello antes, aquel agobio claustrofóbico en el reducido espacio del coche (que por muy grande que sea, siempre será muy limitado), pero nunca habría pensado la gran masa que nos rodeaba, y desde fuera, era realmente un espectáculo que quitaba la respiración. Supe en ese instante que a partir de entonces no volvería a viajar en un coche con la misma sensación de seguridad y aislamiento de antes. Mi reacción fue de shock absoluto por lo que estaba presenciando, y me quedé inmóvil. Ese fue mi primer error. El segundo error lo.cometí tras unos instantes de intentar razonar. Fue casi reflejo, dirigí mi mano inmediatamente a mi espalda, buscando el picaporte de la puerta que acabábamos de dejar atrás, de vuelta al recinto, al refugio. Pero las chicas me agarraron de los codos a tiempo, intentando mantener la calma y tratando de insuflarme tranquilidad. Me obligué a escuchar a (TN):

- No tiene sentido volver a entrar, ya está cerrada, en cuanto te vean forcejear sospecharán -susurraba a toda velocidad, se me hacía duro entenderla-. Dame tu móvil.

Le tendí el aparatito disimuladamente, mientras miraba a través de las gafas de sol a la multitud.

-Vale, te acabo de apuntar mi número 

como "(TN) Concierto" en contactos, ¿vale? Esto es lo que haremos: vamos a ir con calma, despacio, hacia la estación. Tú vas a ir un poco por delante de nosotras, como si no te conociéramos de nada- me puse tenso ante la idea de ir solo, y me empujé más contra la puerta. - No, no te asustes. Si te reconocen, corre todo lo que puedas y escóndete. Cuando pasen iremos a buscarte.

La miré desconfiado. Para mí, esto no pintaba bien. Algunas ya se habían dado cuenta de nuestro extraño grupito pegado a la puerta. Poco a poco, algunas chicas nos estaban mirando, y a ellas se sumaban más y más. Ahora o nunca. (TN) me empujó un poco, dándome las últimas indicaciones de como llegar a la estación de metro más cercana. Yo asentí. Ya iban tres errores. Me deslizó un bono-tranporte a la palma de mi mano, y lo así con fuerza, en lugar de meterlo en el bolsillo. Eso supongo que les dio la pista a algunas, parecía anunciar: " Eh, tengo mi vía de escape en la mano". Y, mi último y más peligroso error: intenté bajar con calma los escalones de la puerta de atrás del estadio.

Hasta ahí todo más o menos bien, si no hubiera sido por las malditas gafas de sol, que me jugaron un mal efecto óptico y me hicieron creer que había finalizado mi descenso hacia la acera cuando había un escalón más. Así pues, me fui de bruces contra el suelo. Y las gafas, como no, salieron disparadas. Me tapé los ojos como pude mientras con la otra mano me incorporaba, con tan mala suerte que una buena chica rondaba cerca de allí y me había recogido las gafas.

-Gracias...-susurré en pie, tapándome los ojos mientras me recolocaba las gafas. Pero a la muchacha le dio tiempo a verme. Y pegó un grito ensordecedor, que me puso los pelos de punta y me hizo tomar impulso y correr como un poseso.

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(Narras Tú)

Tu amiga y tú mirasteis horrorizadas la escena desde arriba, cómo Louis se había caído y había sido descubierto por una fan, y cómo toda la masa se había girado repentinamente hacia la voz de la.chica. Intentasteis seguir durante varios minutos de carrera la huída de Louis en cualquier dirección, pero ni él (que corría casi por su vida) ni ellas se daban por vencidas. Abandonasteis la caza, confiando en que se acordaría del número y llamaría, y os sentasteis en un banco a recobrar el aliento. ¿Cómo habíais llegado a aquella situación...?