Capítulo 16

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-¡Hola! -sonrió Allie abrazándome. Luego, abracé a Mangel tímidamente. Los veía súper tranquilos... En cambio, Rubén... caminaba de un lado a otro de la habitación hasta que paró un instante y acto seguido habló:

-Me voy. -dijo rebuscando algo entre sus bolsillos. «¿Dónde iba?» pensé.

Entonces entendí todo lo que estaba pasando cuando cogió mi móvil de lo alto de un mueble y se lo metió en su bolsillo... «¡Ah mi móvil! No te lo lleves... no...».

-¿Dónde vah? -habló Mangel.

-A buscarla. -«Mierda»-. Tengo que encontrarla, por lo menos antes de irnos. -«¿Cómo que antes de irnos? ¡¿Dónde iban?!». Allie me pegó un pequeño codazo y me echó unos miradas amenazadoras como no le dijera nada ahora.

Pero yo no hice nada... Me iban a matar después de esto pero no pensaba ir y decirle: "Hey Rubén, no te vayas. El móvil es mío, yo soy tu "chica misteriosa" ¿Me lo das y así podré volver a casa con mi mierda de vida y mi queridísimo padrastro?" «Nah... no pensaba decirle eso».

Entonces, Rubén salió por la puerta, sin haberle prestado atención de lo que hubiera dicho. Ahora Allie y Mangel me miraban mal... muy mal...

-Bu... bueno... se ha intentado. -suspiré-. Además puedo comprarme otro móvil... -dije quitándole importancia y levantándome dispuesta a salir por la puerta pero... Allie... me lo impidió.

-Tu no vas a ningún sitio, y, por supuesto que vas a conseguir tu móvil... -dijo agarrándome del brazo y volviéndome a sentar. Yo la miré haciendo puchero con mis labios y ella me miró desafiante.

No podía enfrentarme a Allie, al fin y al cabo ganaría ella, así que, suspiré cansada y me tiré hacia atrás tapando mi rostro con mis manos.

(...)

-Está bien. Voy a intentarlo. -dije después de que hubieran estado convenciéndome de que fuera en busca de Rubén como medio siglo.

-Más tes vale. -dijo Allie. Les fulminé una última vez con mis ojos y me salí de la habitación.

Justo cuando cerré la puerta pude escuchar los gritos de victoria de Allie y Mangel... «Hijos de puta» pensé bajando por el ascensor de bajos cruzados.

Crucé la calle y decidí dirijirme hacia el hotel donde conocí a Rubén... tal vez estuviera ahí preguntando en recepción por su "chica misteriosa" «Ay dios mio en la que me he metido...».

Al cabo de diez minutos llegué al hotel y pude observar a Rubén caminando desde lejos, cruzando una carretera. «Mierda, ¡Que se me va!».

Corrí hasta él, gritando su nombre a la vez y por fin, pude alcanzarlo.

-¿¡No me escuchas o qué!? -dije haciéndole parar en seco y, respirando con dificultad, me dispuse a escuchar su respuesta.

-Si que lo hacía pero es que no tengo tiempo. Tengo mucha prisa Dela, necesito encontrar a alguien. -dijo sin ni siquiera mirarme.

-No pero es que...

-Tengo prisa Dela, es importante. Lo siento. ¡Podemos quedar otro día! -dijo, cruzando la carretera.

Y ahí fué cuando mis lágrimas amenazaron con salir desesperadamente. Mis ojos se cristalizaron y se volvieron rojos. Aún seguía observando a Rubén cruzar la carretera y con rabia, me giré y empecé a caminar a zancadas hacia el hotel.

La gente me miraba raro pero eso no me importaba ahora, mis lágrimas crubrían mi rostro y mis piernas aceleraban el paso aún más.

No podía creer que no se hubiera molestado en escucharme ni un puto segundo. Pero mejor, que se joda buscando a su "chica misteriosa", porque nunca la va a encontrar.

De lejos pude observar dos figuras salir del hotel cogidos de la mano. Pude confirmar que era Allie junto a Mangel, justo al estar a pocos metros de ellos, y cuando Allie se dió cuenta que me dirijía hacia ellos, con estas pintas, esta se soltó de él y me abrazó fuerte, cosa que agradecí enormemente.

-¿¡Qué ha pasado!? -preguntó preocupada.

-He intentado hablar con él, lo juro. -sollocé en su hombro, tragué saliva y cuando me separé de sus cálidos brazos, continué, limpiando mis lágrimas-. Ni me ha mirado a la cara y... y... ni si quiera ha puesto empeño en escucharme. -comencé a llorar de nuevo.

Rojicienta... [Rubén Doblas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora