Ya sentía mi trasero adolorido de estar sentada en el frio concreto de las escaleras de la casa de mi abuela. ¡Una hora y no llegaba!
Ahora sé de donde saque mi impuntualidad. ¡Nunca llego a tiempo! Y cuando lo hago suceden cosas como esta. Que sea la otra persona la que me hace esperar.-¡Abuuuu! -grité al divisar a mi abuela cruzar la calle apoyándose con su bastón.
-Pequeña, haber ayúdame -saludó pasándome una bolsa con frutas y medicina.
-Me hubieras esperado y yo hubiera ido por tus compras.
-Yo sola puedo.
-Lo sé, pero me da miedo que salgas tu sola.
Asintió abriendo la puerta de entrada mientras le ayudaba a pasar. Después de acomodar las cosas de la bolsa en la cocina y sus medicinas en un cajón. Habló.
-Creí que llegarías más temprano.
La miré incrédula.
-Lo hice -entrecerré los ojos. -Pero tú no estabas y te espere en las escaleras como por una hora.
-¡Oh, hija! -comentó perpleja. -Ya sabes que no le entiendo mucho al reloj, creí que aún alcanzaba a ir por mis cosas.
-No es para tanto, no te preocupes.
-Haber, dime entonces en qué te puedo ayudar -ofreció amable.
-En responderme, ¿Qué es el amor?
-Ay hija yo no sé de esas cosas.
-Vamos Abu -me quejé. -Como por ejemplo cuando los soldados abandonaban a sus esposas e hijos y les prometían volver, aun sabiendo perfectamente que quizás ya no podrían regresar nunca más y cosas así -expliqué.
-¿Sabes algo? -Sonrió. -No soy tan vieja,y a mí no me pasó tal cosa.
Levante una ceja incrédula.
-Bueno quizá si soy algo vieja,pero igual no me pasó.
Reí.
-Desde muy joven se tenía la costumbre de arreglar los matrimonios, así que, aún sin querer a la otra persona, debían casarse y formar una familia. Yo a tu abuelo nunca lo quise, o bueno no tanto al principio. Pero con el tiempo ya habíamos formado una familia, así que me acostumbre a él y su presencia.
Hizo una pausa y me miró.
-Perdí a varios de mis hijos, lo sabes claro -asentí. -En el trayecto de nuestras vidas, que seguían avanzando -lentamente unas lágrimas bajaban por sus mejillas.
Me acerque a ella y tomé sus manos en las mías.
-La vida no se detiene por nada ni por nadie, mis hijos restantes formaron sus vidas y aunque si me visitan de vez en cuando. Al principio, no me sentía sola porque lo tenía a él, siempre peleábamos, pero aun así lo quería. Él estuvo siempre a mi lado, desde que nos casamos. Y cuando tus tíos se fueron casando y formando su propia familia; quedamos sólo él y yo, como al principio.
Me dio un fuerte apretón, preparándose quizá para lo que diría.
-Cuando tu abuelo se fue, yo me quise ir con él.
-Pero...
-Pero aun no era mi momento supongo. Aunque creo que muy pronto lo será.
-¿Por qué lo dices? -la miré a los ojos.
-Porque lo siento aquí -soltó una de sus manos y junto con la mía se las llevo directo a su pecho.
La mire y sentí como lagrimas caían por mis mejillas.
-No puedes hablar enserio -dije entrecortadamente.
Asintió.
La abrace tan fuerte que creí que podría llegar a lastimarla.
Yo no quería que ella se fuera.
Yo la necesitaba.
Me importa un carajo si es algo egoísta de mi parte.
Yo la quería aun conmigo.
-Tú nunca dejes que alguien decida por ti.
Asentí.
-Te lo prometo.
Me miró por unos segundos.
-Te amo viejita.
-Te amo mi niña -respondió.
Y sentí mi corazón estrujándose por completo.
Yo no quiero perderla.
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What is love?
Teen Fiction¿Qué es el amor? A la edad de 18 años, se supone que tienes por lo menos una idea en concreto de lo qué es. Yo, no tengo idea. Es tan complicado, de que todo puede estar en la cima y de pronto cae. "Todo pasa por algo" "Lo que es para ti, será", eso...