Un gran letrero de CERRADO decoraba la puerta de la discotienda, me marché junto a Luke un poco nostálgica. No había ido lo suficiente a ese lugar y ya formaba parte de mí.
—Es una lástima —lamenté
—Si —suspiró—Jeffrey me regaló un par de discos. ¿Quisieras escuchar música junto a mí?
Esa propuesta aceleró mi corazón como si estuviese pidiéndome matrimonio.
—Claro, Luke.
Fue un honor.
Por primera vez, tomó mi mano y un cosquilleo se presentó en todo mi cuerpo. Él me miraba con una gran sonrisa, estaba feliz. No dejaba de mostrar sus dientes, deslumbrándome y quitándome el oxígeno que me quedaba. Porque estar con él era algo irreal, encontrar a un chico como él sería imposible en este mundo necesitado de amor.
Sin saber a dónde íbamos, él apretaba mi mano, acomodando sus dedos entre los míos. Ese pequeño gesto era una obra de arte. El viento erizó mi piel mientras escuchaba con detenimiento las palabras de Luke que penetraban en mis oídos, su gesticulación, sus expresiones, sus ojos al darle énfasis a lo que dice y esa risita nerviosa me hicieron sentir que en mi estómago había una manada de mariposas salvajes. Él podría hablar por horas sin parar y allí estaría yo, escuchándolo, contemplándolo en secreto, desconectándome del mundo para adentrarme en él.
Nos detuvimos en un edificio pequeño, sacó sus llaves y las introdujo en la puerta.
—¿Entraré a tu-tu casa? —dije nerviosa
Asintió emocionado
—¿Hay alguien allí? No sé si es buena idea
—Oye, no vamos a coger. Escucharemos música —agregó cortante.
Me arrepentí de haber hablado.
Subió las escaleras como rayo veloz mientras tanto yo agonizaba por el esfuerzo físico, era el último apartamento con una grandiosa vista hacia la jungla de concreto. Su hogar era pequeño pero me podía sentir como si estuviese en el mío. Jarrones con flores y fotos familiares adornaban las mesas, me detuve a observarlas, al parecer eran una familia pequeña pero feliz.
Un pequeño y peludo amigo me olfateó y lamió mis zapatos. Luke lo levantó y soltó una risita, ese brillo en sus ojos volvió a incrementarse.
Me di cuenta que ese destello aumenta cada vez que mira algo que ama.
Una señora de unos 40 y tantos salió de su habitación, rubia y pequeña. Con una gran sonrisa nos saludó y le guiñó a su pequeño pingüino.
—¿Ella es Margaret? —preguntó
Mierda, ¿él le había comentado sobre mí?
Asintió y nos presentó, su mamá en vez de estrechar mi mano decidió abrazarme fuertemente, dejándome un poco confundida pero a la vez cómoda.
—El estéreo está en mi habitación —me susurró
—Luke Robert Hemmings, sabes las reglas. Puerta abierta—estableció la autoridad.
—Sí, mamá —rodó sus ojos mientras solté una risita
Nos dirigimos a su habitación y me encontré con paredes azules decoradas con algunas banderas y posters. Una pila de cds en su escritorio me distrajo, deslicé mis dedos despacio mientras que él me observaba hacerlo. Su estéreo estaba allí, pidiéndonos a gritos que lo utilizáramos. Él conectó el cable, presionó el botón y se saltó algunas canciones
—Esta canción me gusta mucho —agregó cuando empezó la melodía, un conjunto de guitarras armonizando.
Nos sentamos en el piso, él me miraba con una sonrisa tonta, sus ojos se achicaban mientras que en mi interior habían unos doctores tratando de revivirme. La puerta estaba abierta y su mamá nos espió. Nosotros estábamos mirándonos uno al otro hasta el instrumental del minuto 3:52... aun puedo recordarlo... él cerró sus ojos como si tratase de volar y sostuvo mi mano, estuve estupefacta, la canción se convirtió en la banda sonora de ese momento. Al finalizar la grandiosa tonada, abrió sus ojos y me reveló su nombre.
—Open your eyes. Snow Patrol. Esa canción es oro puro
—Me encanta cuando hablas sobre las canciones, es como si las amaras con toda tu alma.
—Eso hago, querida Margaret.
—Luke, bájale un poco al estéreo —vociferó su mamá desde la cocina.
—Sí, sí, sí —dijo fastidiado.
—Hazle caso, no quiero que nos amenace con un cuchillo
—Un día me amenazó con aceite caliente —soltamos una carcajada —Es en serio —afirmó
Luego de escuchar algunas canciones de su colección de discos, nos dirigimos a la sala a comer unos bocadillos mientras mirábamos ''How i met your mother''
—Fue un honor escuchar música contigo —agregó al estar fuera de su apartamento.
—Quizás muchas chicas escucharon música junto a ti
—No, en realidad eres la primera. Hay pocas personas en el mundo que entienden que la música debe contemplarse y no solamente ''oirse'' —enfatizó haciendo comillas.
Me interrumpió antes de que pudiera agregar algo.
—Fue un honor, Margaret —culminó con un beso en la frente.
Me acompañó hasta la parada de autobús y observó mientras me marchaba, Escuché música de regreso a casa y caí en mi cama pensando en él, escuchando como mi corazón latía tan fuerte que pudo haber despertado a los vecinos. Cómo todo dejó de ser aburrido en mi interior desde que conocí a Luke, dándome una gran lección:
''La música es medicina para el alma, por eso la necesito mucho''
Me percaté que él era la música que sanaba mi alma.
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No me contuve, debía colocar ese gif como parte de la multimedia
Deberían escuchar la canción ahre.
Saludos ♥
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Biggest Mistake / Luke Hemmings
FanfictionEl mayor error que he cometido es... dedicarle mi canción favorita. Sé creativo, no robes ideas. © 98xnia(María Beltrán) 2015