Subo a casa y me ducho. Voy a buscar el móvil pero no lo encuentro, normal, tengo la habitación hecha un desastre. Empiezo a recoger las cosas y cojo una chaqueta paga colgarla en el armario, la cojo y noto que pesa demasiado, es muy grande como para ser mía y entonces es cuando me viene su olor. La cojo y la abrazo, no puedo evitar inspirar y sentir el olor y la sensación como si Hugo estuviera aquí, no me acordaba que la tenía, la verdad es que fue un detalle.
En vez de guardarla la tiro a la lavadora, se la tendré que dar el lunes para quitarmelo lo antes posible. Sé que me va a hablar, va a decirme algo burlándose de lo tonta que fui, fanfarroneando de lo bien que estuvo contra esos dos y metiéndose con Dani, con que no entiende como puedo seguir con él. Solo de pensarlo ya me está dando pereza, ojalá pudiera mandarle la chaqueta por correo.
Ya estamos a lunes, ayer me pasé casi toda la mañana hablando con Karen, bueno, escuchando como me reñía por no haberle avisado de que me iba y por haberme ido sola. Que si es por mí ella podría haber parado de enrollarse con ese chico para acompañarme aunque en el fondo sé que no lo habría hecho, cuando Karen va bebida y encima con un chico no hay nadie que le saque de su mundo.
Aunque luego me dice que el chico le habló al día siguiente pero que no le ha contestado porque se fijó en su boca y tiene los dientes un poco torcidos.
Es increíble lo detallista que puede llegar a ser esta niña, es muy maniática con el tema de la boca, en parte yo soy igual, me parece algo muy importante, pero no llego hasta ese límite.El resto de la mañana la pasamos hablando de la noche del viernes, contando anécdotas y riendonos de algunas situaciones, para cuando me doy cuenta ya se ha pasado el resto de la mañana. A Dani le he intentado evitar, se supone que le he perdonado, pero aún así necesito un poco de tiempo y espacio, pero si se lo digo sé que se va a empezar a agobiar entonces estará más pesado conmigo y yo me agobiaré más todavía, así que mejor dejarlo estar.
Llego a casa y veo que mi madre ha dejado la chaqueta de Hugo ya lavada encima de mi cama, no sé por qué pero ya están empezando a venir esos putos nervios de antes de bajar a inglés.
Hago siesta por segunda vez en mi vida y cuando me despierto tengo menos de cinco minutos para prepararme y bajar, voy a mi habitación, me cambio y cojo la chaqueta. Me gustaría quedarmela... Aunque ahora que la he lavado y ha perdido su olor tampoco vale tanto, eso me ha dado una idea. Cojo mi frasco de colonia y echo una gran cantidad sobre la chaqueta, si yo no puedo tener su olor por lo menos que él tenga el mío y así se acuerde de mí.Bajo corriendo y cuando llego a clase él todavía no ha llegado.
Cuando entra los dos sitios que hay a mis lados están ocupados y en parte siento un alivio, sin embargo Hugo se acerca a un chico que esta sentado a mi lado y le dice algo en un susurro que no llego a entender, el chico asiente nervioso y se va a otra silla. Hugo se sienta sin decir nada y se pasa los brazos por detrás de la cabeza en un movimiento de despreocupación, yo flipo, ha hecho que el chico se vaya adrede solo para sentarse al lado mío, ya empieza a tocar los huevos.-Ey, que chaqueta más guapa llevas ahí, ¿no?
Miro hacia donde se dirige su mirada y veo que se refiere a la mía, o sea suya.
-Toma, te la he lavado -le digo sin ni siquiera mirarle.
-¡Qué amable! -dice en un tono de agradecimiento falso- pero tranquila, te la puedes quedar, yo tengo muchas como esa.
Es una simple chaqueta ancha negra que me viene grande, pero estoy segura que él no tiene muchas como esta. La gente no se compra la misma prenda repetida.
-No la quiero, toma -se la lanzo por encima.
-Bueno vale, pero no me la des ahora, damela después de clase -me la devuelve.
-No, te la doy ahora y tú ya haces lo que quieras -se la devuelvo.
La coge y me la empieza a poner, cuando me toca el hombro me entra un escalofrío y me aparto.
-¿Qué haces?
-Tú misma has dicho que haga lo que quiera con ella, bueno pues quiero ponertela, te sienta muy bien.
-Si pues es una pena porque a mí no me gusta -se la vuelvo a tirar.
-Perdonar chicos cuando hayais terminado con el mercadito de ropa atendeis a lo que estoy explicando, ¿de acuerdo? -dice nuestra profesora.
-Perdón -digo.
Hugo se limita solo a reírse, bueno, por lo menos se la ha quedado.
-Me gusta como huele mi chaqueta -me dice al oído en un susurro para disimular.
Me da otro escalofrío en el cuerpo, ¿pero qué me pasa?
-Normal, ni punto de comparación con el olor de antes.
Se ríe y veo como se acerca la chaqueta para olerla, me doy una palmadita en la espalda a mí misma por la idea.
Cuando salimos de clase voy lo más rápido posible hacia casa, con un poco de suerte me podré escapar, ya casi, solo dos pasos más y...
-Eh eh eh, no tan rápido rubia -dice cogiendome de la muñeca y dándome la vuelta -¿Tanta prisa tienes?
-No te imaginas cuanta -me doy la vuelta para abrir mi portal pero se adelanta y se pone sobre ella.
-Lo siento, pero ya sabes lo pesado que soy y sabes que te tenía que hablar de lo del viernes -ya empezamos con lo que he dicho antes que me iba a decir, no tengo tiempo ahora para que me vacile- ¿cómo estás?
¿Cómo estoy? Lo último que me esperaba era esa pregunta, me he quedado en blanco.
-Emm, pues como voy a estar, bien.
-Vanessa, alomejor piensas que no soy de fiar y que conmigo no puedes hablar, pero joder, soy el que estuve allí cuando tenías a los dos tíos esos pegados, y eso no creo que le agrade a nadie, solo de pensar en lo que te podrían haber hecho... -veo como empieza a apretar los puños y a ponerse rojo, como un acto reflejo le cojo el puño para que se calme, estoy acostumbrada a hacerlo con Dani cuando le tiembla la mano antes de un examen. Hugo relaja la mano al momento y se me queda mirando.
-Estoy bien -le digo mirándole a los ojos para que se lo crea, aunque ni yo me lo creo- lo creas o no lo veo todo como una laguna en mi mente y es como un recuerdo borroso, así que por favor no le des más vueltas.
Aparto la mano y veo que su cara de preocupación no desaparece, joder, de verdad está preocupado por mí, o alomejor es muy buen actor, todo es posible, sin embargo tengo que agradecerle lo que hizo aquella noche y mejor lo antes posible.
-Oye Hugo, que gracias por lo de ese día, sé que no tenías por qué haberte metido en ese lío y menos cuando habían policías alrededor que te podrían haber visto pegándoles. No se qué habría hecho si no hubieras aparecido.
-De nada, me alegro de haber estado allí y me importa una mierda la policía o si hubiera acabado en la cárcel, por lo menos habría valido la pena. Bueno, entonces lo has dejado con el gilipollas que te abandonó allí, ¿no?
Joder, todo lo bonito que ha dicho lo ha estropeado con lo último.
-No me abandonó y no, no lo hemos dejado, de todas formas tampoco tienes derecho de preguntar. Que hubieras aparecido y me ayudarás no cambia nada entre nosotros. Sé lo que piensas de mí, lo dejaste claro hace semanas, y el hecho de haberme dicho un par de cosas 'bonitas' no hace que desaparezca. Para marear tienes a cualquier otra persona.
Su cara cambia en ese mismo momento y se pone muy serio.
-¿Eso es lo que sacaste de conclusión después de lo que te dije?¿Que para mí tan solo eres alguien a la que marear? No entendiste una puta mierda de lo que te dije.
-Lo primero a mí no me hables así de chulo, estoy harta. Y sí, lo entendí y no intentes ir de bueno ahora, sé lo que hay y sé que de verdad me odias. Me parece perfecto, pero ahora no intentes disimularlo.
-Mira Vanessa dejalo, no entiendes nada, y me estas poniendo de muy mala hostia. Si de verdad piensas eso allá tú, es tu problema, pero ya veo que después de todo uno ya tiene su fama hecha y aunque ayude a los demás no sirve de nada. Sigue teniendo ese pensamiento de mí -dice y se va a un paso rotundo, no sé porque se hace el indignado, me odia y punto, que ahora no intente negarlo, no sé porque qué se toma esto tan en serio, si yo ya lo tengo asumido.
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Caos
Любовные романыA los 10 años Vanessa se enamora de un niño con solo verle una vez. Durante los siguientes años tiene claro de que le va a costar encontrar a su alma gemela ya que tan solo es una chica sencilla y ordinaria. Pero todo su mundo se vuelve patas arriba...