Capítulo 35

3 0 0
                                    

-Mirame por favor -le suplico mientras aparto las manos de su cara- necesito que te relajes, tu pulso está muy acelerado.

-Que estés tú cerca tampoco ayuda a que vaya más despacio.

Tras esas palabras, y sin apartar mi mirada de la suya no puedo evitar acercarme lentamente a él clavándome en esos ojos verdes que me piden que les rescate hasta que finalmente mis labios alcanzan los suyos.
Sin embargo, este no es un beso igual que los muchos otros anteriores, noto una ternura y calidez en como me lo da que no había experimentado hasta ahora.

-Ouch -dice haciendo una mueca de dolor.

-Hugo, hay que curarte eso, ¿quieres que te lleve a urgencias?

-No, en el hospital hacen muchas preguntas y ya saben mi historial.

Suspiro de exasperación y trato de no pensar en el historial que ha ido forjando a lo largo de los años.

-Vamos -digo mientras le ayudo a levantarse.

Cogemos un taxi que nos deja en mi portal, por suerte él vive a dos minutos de mi casa de modo que no ha caminar solo un largo trayecto. Sin embargo, son las cinco de la mañana y mis padres no se van a trabajar hasta las siete, por lo que no puedo subir a Hugo a mi casa.

-Trataré de coger el botiquín de mi casa en silencio, si tardo más de diez minutos significa que mis padres se han despertado.

-Espera, podemos ir a mi casa, no hay nadie.

-¿Y tus padres? -le pregunto antes de haberlo pensado, en todo caso sería su madre ya que están separados.

-Mi madre está fuera por trabajo -responde cortadamente sin querer dar más información.

Llegamos a su casa y me lleva directa a su habitación, nos sentamos en su cama y una vez le he lavado la sangre de la cara con agua caliente puedo ver con toda claridad los cortes y heridas de su cara.

-No sabes el esfuerzo que estoy haciendo ahora mismo, me dan mucho asco estas cosas -declaro sinceramente y en parte debido al todavía estado de embriaguez en el que me encuentro.

-Dame, yo lo haré -dice Hugo en tono brusco.

-¿Estás loco? Dejame a mi.

Mientras mojo el algodón en alcohol Hugo aprovecha y se bebe dos tragos de whiskey. 'No me mires así, es para no sentir dolor' responde ante la mirada acusatoria que le dedico.
Le voy desinfectando las heridas poco a poco ya que me encuentro un algo  mareada por la bebida, la sangre y todos los acontecimientos de esta noche, Hugo tan solo se queja en silencio sin apenas moverse, lo cual le agradezco.
Finalmente le tapo aquellos cortes más profundos y le doy un vaso de agua para que se tome un anti inflamatorio.

-No tenías que hacer todo esto por mí, ¿lo sabes no? -dice tras tomarse la pastilla.

-Tampoco podía dejarte solo, no te lo habrías curado ni la mitad de bien que yo lo he hecho.

-Ahí tienes razón -dice mientras me sienta en su regazo con una leve sonrisa- gracias Vane.

Le doy un breve beso y nos quedamos recolzados en su cama, siento el peso de mis párpados que me impide mantener los ojos abiertos y poco a poco caigo en un profundo sueño.

CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora