En una universidad dos jóvenes se topan por cosa de la chica pues ella era la que quería información, pero el hombre casi creyéndose superior examina con la mirada a la tipa con la que acababa de chocar con una arrogancia casi innata.
-Hola, me puedes dar... -comienza ella siendo al instante interrumpida por el tipo, quien le da un doble sentido a lo que apenas empezó a pronunciar la chica.
-Claro que no, solo tengo cupo de 20 números por día, y no haré excepciones por muy buena que este la carne. -finalizó. Él, muy orgulloso de sí mismo tal vez y solo tal vez de haber podido rechazar a la única chica que lo había hechizado pues la chica para él era perfecta,pero... "cuidado con ellas", siempre se decía "te rompen y destruyen el corazón".
Él dándose vuelta para seguir con su día no esperó nada y se encaminaba a su próxima clase en aquella institución.- ¡Hey, idiota! -lo llama la chica-Necesito tu nombre y número de identidad. -Claro que estaba decidida, para ella alguien tan mundano como él no le podía contestar con tal despliegue de petulancia que todo hombre posee, ¿acaso lo hombres no pueden poner su atención en otra cosa que no sean ellos? ¿Es que es tan complicado para ellos pensar siquiera en otro cosa?
-¿Por qué te satisfaceria de esa manera, mi amor?-replica él dañado, ¿quién en su sano juicio le hablaría así? Siendo para él mismo uno de los más guapos del establecimiento, uno de los más inteligentes por sus calificaciones e importantes por tener una buena economía por parte de su familia...
-Por ser tu profesora, cariño.
***
Escrito por Javi Arroyo.
Saludos ♡
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Entre letras y caricias.
RandomPequeños fragmentos, cosas que se nos vienen a la cabeza. Entre letras y caricias nace la inspiración. Un mix de escritos de escritoras distintas. <3