Entre letras y caricias.

Soñar.

¿Les ha pasado que van caminando por la calle y sonríen? Bueno, yo estoy de esa manera y la culpable tiene nombre.
La observo todos los días, con solo hacerlo me sonrojo, creo que verla caminar es el mejor espectáculo de ensueños, ella irradia felicidad y alegría mientras respira.
¿Cómo no agradarme aquel ser tan despampanante?
Tiene una ternura innata que con solo pestañar me hace suspirar, es más adorable aún cuando se hace un peinado extraño que por mucho que se tome su delicado cabello, éste como si tuviera vida propia salta y le quedan como rizos al lado de sus orejas, bueno... creo que es un defecto por tener tan corto su pelo. Sus ojitos, tan pequeños y sumisos, los ojos son las ventanas del alma, sin embargo sus ojos son las ventanas de su inocencia y su pureza su mayor atractivo, mi mayor anhelo.
¡Oh, sus labios! Malditos y tentadores labios, creo que los alabaría ¡o mejor! Le haría un altar de besos, qué más asombroso soñar sin ir al cama.
Divagar y merodear en estos pensamientos utópicos, pues... para que pueda suceder cada palabra de mi mente, debo hablarle, pero para que eso pase; ella debería existir.

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Javi Arroyo.