El día que estaba esperando había llegado, faltaban horas para que Iris pisara Londres, debía estar atenta así la ayudaba con la mudanza. La tormenta había pasado, como dije, el viento ayudo, había amanecido totalmente soleado y caluroso, me dieron ganas de hacer un poco de ejercicio asique salí a correr por el bello parque Hyde. Hacía tiempo que no venía, extrañaba el sonido de las aves y escucharlo otra vez era sorprendente, camine un poco y baje unas escalinatas, fui cerca del agua y moje mis manos debido al calor.
Estaban haciendo una sesión de fotos, parecía para una publicidad, me acerque un poco como para ver y pensaba si algún día me tocaría hacer eso como actriz, la idea me gustaba. Ahí estaba el, sacándose fotos con una linda señorita rubia, esbelta a punto de quebrarse con su figura, esa mujer estaba tocando a mi hombre, una sensación molesta paso por mi cuerpo, flashes y más flashes que si seguía mirando mi vista quedaría nublada. Evan me vio y me hizo señas, habían terminado y no tenía porque ponerle excusas de porque yo justo había caído ahí, o si, quizás debía decir algo porque seguramente después de lo que paso anoche pensaría que fui en busca de él y no quería que pensara eso.
Se acercó, mi libido fue potencial pero se rompió cuando me beso en la mejilla.
-Hola Sara ¿Cómo estás? ¿Haciendo ejercicio?
-Un poco, no sabía que estabas aquí
-Está bien no tenías porque saberlo
-No quizás piensas que...
-No para nada
-¿Estas bien?
-Si...perdona por lo de anoche es que....
-Está bien, no tienes que explicarme nada
-¿Iris ya llego?
-No, aun no, estoy esperando su llamado para ayudarla con la mudanza
-Oh, bueno si necesitan ayuda con Peter hoy estamos libre
-Bien
-¿Qué pasa, te noto distante? ¿Es por el beso?
Además del beso eran mis celos por verlo con esa chica, pero creo que no tenía porque hacerle una escena, después de todo lo nuestro no era formal.
-Un poco, pero entiendo que en público debe ser difícil para ti mostrar que tienes un amorío.
-No me importaría mostrarme contigo, solo que no me gusta andar revelando mis cosas, ya debe haber miles de fotos contigo.
-¡oh! ¿En serio?-le dije sorprendida
-Sí, si miras a varios lados podrás notarlo.
Me gire disimuladamente para todos los lados que podía llegar a ver y si, tenía razón, se podían notar pequeños destellos desde todas partes.
-Bueno mejor, si tienes alguna enamorada no le romperás el corazón
-¿Estas celosa? solo me importaría no romper el tuyo
Para nada celosa-le dije sonriendo-sorprendiéndome me tomo de la barbilla y me beso tan dulcemente que me cautivo.
-Ahora serás tapa de revista-se rio
En mi cara se formuló una sonrisa como la de él, note que su reacción fue para asegurarme su amor. Sus reacciones desprevenidas empezaban a gustarme, adoro que me sorprenda porque en el instante de hacerlo provoca una sensación deliciosa, podría desayunar, almorzar y cenar con una sensación así.
Volví a casa, el tenía que seguir trabajando, no sé si con más rubias, morochas o pelirrojas, luego de ese beso realmente no me importaba.
No hice más que entrar y mi teléfono sonó, Iris había llegado a la ciudad y me pidió que fuera a ayudarla, pase por un supermercado y compre para la cena, seguramente nos iba a llegar la noche ordenando.

ESTÁS LEYENDO
Decisiones del interior
RomanceSara Collins, una mujer independiente y estudiante de teatro, busca marcharse de Nueva York para cumplir un sueño en Londres. Cansada de que sus relaciones amorosas se deshagan y los pocos hombres que conoció en su vida la abandonen, promete cerrar...