EDICIÓN// MIEDO || Liam Payne || Libro #1

#4 - Parte dos

Solo a pocos segundos volvió a caminar con mucha más rapidez, a tal diferencia cuando caminaba a su lado, era muy lento a sus pasos. Baje la cabeza a unos de sus hombros y apoye mi mejilla en su chaqueta de cuero, esperaba no recibir más golpes para aumentar mi desgracia; solo quería ver a mis amigos, ver los rostros de Niall y Harry, incluso a Louis quería verlo y que me dé algunos abrazos que me hacía sentir en paz. Oh Harry, me hice muchas ilusiones al pensar que aquellos ojos verdes me mirarían con amor, como lo hacía con Louis.

Son novios, idiota, tú te quedarás solo.

Tragué saliva al tener aquel recuerdo, el como presento el día de la cena de los familiares Styles Cox a Louis como un miembro más en la familia y mostrar el hermoso anillo que Harry le había dado, dejando claro una boda a finales de invierno. Mencionar que después de todos los abucheos y felicidades, la pareja se había acercado al punto de hablar conmigo. Juro que trataba de no llorar, pero era imposible cuando tuve la esperanza que Harry se enamoraría de mí, pero solo soy chico estúpido que no servía para nada y solo quedaría en la soledad.

Limpie mis mejillas rápidamente para que Edward no se enojara y recibir algunos de sus puños por llorar como un niño pequeño.

- Ya llegamos.

Parpadee a la voz dura, pero un toque de dulzura, del chico que me encontraba en su espalda. Soltó un suspiro soltando con cuidado una pierna para después la otra y dejarme con cuidado en el suelo, al darse vuelta dejando mi cabeza en alto no evite abrir la boca de la impresión. Una sonrisa ladeada se dibujo en su rostro y rodeo los ojos ante la sorpresa que me había llevado en aquellos momentos, apreté los labios y me quite la gorra que llevaba encima.

- Te...te pareces mu...mucho a Ha...Harry.

- Será por qué soy su hermano.

- No...no sabía...-por poco me atragantaba con mi propia saliva al pasarla, mi amigo no me había contado nada sobre hermanos.

- Relájate, pronto conocerás a los dos bastardos Styles. -encogió sus hombros-. Malik te dirá todo, ahora tenemos que subir al departamento.

Asentí con la cabeza y volví a bajarla, note cuando observó mi rostro al ver cada hematoma en mi rostro y la marca de tío John había dejado en mi mejilla como muestra de desobediencia. Tirite al haber pasado una corriente fuerte de aire helado y no librarme de un castañeo de dientes, cerré los ojos con fuerza cuando la mano grande de Edward se acercó a mí hombro.

- Pe...pe...perd...perdón. -rodee mi cuerpo con mis brazos y temblé de solo sentir vergüenza.

- Esta bien, no haré nada para dañarte.

Asentí con la cabeza y abrí los ojos, levante la cabeza un poco al perderme en aquellos orbes marrones con un poco de oscuridad, pero no tanto como para saber que me lastimaría. Podría ser que el color de los ojos no eran como los de Harry, pero a pesar de la contextura y parecido rostro -el de Edward más maduro y fuerte-, me mostraba más de la verdad a sus palabras, eran hermanos. Podía sentir que el castaño no era tan malvado como la máscara de chico malo que llevaba encima, las cicatrices en sus clavículas descubiertas me hacía pensar que el chico también había sufrido en una etapa de su vida. Baje la cabeza a mi atrevimiento, no tenía permiso de ver o siquiera verlo a los ojos, merecía un castigo ante lo que había hecho.

- No te lastimaré, entiende. -el chico bajo a mi altura y pego sus rodillas al suelo, sus manos con cuidado quedaron en mis hombros-. ¿Quién te ha hecho eso?

Gire el rostro y busque con la mirada cualquier cosa que pueda salvarme de aquella pregunta, mis manos temblaban encima de mi estómago por el puto miedo correr en todo mi sistema. Tragué saliva cuando el hombre tomo mi mentón y bajo mi rostro al punto de verlo a los ojos.