El hombre de ojos caramelo y mirada siniestra caminaba por los largos pasillos riendo escandalosamente mientras bebía de la botella de licor en sus manos, un segundo trago dio dejando en su garganta una comezón de satisfacción y listo para hacer sufrir a aquella pequeña criatura asquerosa.
Frunció los labios cuando recordó las últimas palabras de su amada, ver la mirada dulce reflejada en los ojos del pequeño Liam y...
Gruño agitando la cabeza borrando los recuerdos de aquella mujer que tanto amó. Seguía amándola, por supuesto que jamás borraría aquella imagen del rostro de su hermosa doncella y lo delicada que era cuando sentía sus manos acariciar su rostro, pero la había perdido a causa de un accidente y todo por culpa de esa mierda que estaba esperándolo.
Se detuvo frente a la puerta de su habitación y parpadeo un par de veces, pronto un dolor se presentó en su pecho deseando en verdad no seguir más. No quería hacerle daño, no a ese pequeño fruto que nació de su bella dama, pero los recuerdos del pasado atacaron en las memorias de John.
Esa asquerosa rata tenía la culpa de que Melanie no seguía con vida, y lo iba a pagar. Sonrió al abrir la puerta, aquella mierda se encontraba hecho bolita en la cama y llorando con sus manos cubriendo su rostro, sonrió anchamente cuando lo vio en todo su esplendor, después de todo Jake habia acatado su orden en desnudarlo y dejarlo limpio.
Apenas y arrastraba sus pies por la alfombra de la habitación, sus manos tomaron con fuerza la botella y bebió del contenido que quedaba. El estallido de la botella hizo que el chico se levantara de la cama con el miedo reflejado en las esferas marrones, por más que intentaba jalar de las cuerdas que enredaba sus extremidades, fue imposible para un debilucho como él.
- Ahora estamos solos, pequeña puta.
Cerró la puerta de una patada y camino con paso asegurado hacia Liam, tan pronto lo tuvo cerca sus lágrimas del más joven descendía por sus mejillas. Intento hacerse más pequeño cuando las manos de su familiar tocaban cada piel expuesta a sus ojos, grito dejando sus lágrimas saltar de dolor cuando los puños no tardaron en llegar a su cuerpo.
- ¡No! ¡Basta, basta! -extendió sus manos a su rostro, pero fue inútil cuando el juego de nudillos cayó en su mejilla-. Po...porfa...porfavor, no, no más...
- ¡Cállate rata inmunda! -el pequeño apenas se doblaba en la cama, sus párpados a cada segundo pesaban más-. Solo eres una pequeña puta, un muñequito controlado por mí. -arranco su camisa dejando volar los botones a cualquier parte de la cama y se acercó al oído del menor-. Solo sirves para servirme y satisfacer mis necesidades, nadie te va a amar ni querer, solo recibirás asco. -poso sus dedos en el largo cabello de Liam y enredo con fuerza mechones castaños-. Tu cuerpo solo sirve para ser utilizado, y esa boquita esta hecha para hacer deliciosas mamadas. Tu vida no sirve, estas podrido por dentro, utilizado y nadie te dará si quiera una migaja de amor.
Liam tembló cuando escucho el tintineo de la correa salir de los pantalones del mayor y pronto encoger su cuerpo al sentir los latigazos caer en diferentes partes.
Solo grito con las únicas fuerzas que quedaban en su sistema cuando de una sola embestida el hombre mayor lo penetraba con fuerza y mucha violencia. Su voz poco a poco se iba apagando y solo murmullos de auxilio salían de su garganta, se estremeció al sentir un líquido viscoso entre sus piernas, pero sabía que su tío no se había corrido porque aun seguía en su interior y penetrándolo sin ninguna piedad.
- ¡Policía, abra la puerta!
Un ronco jadeo lastimero salió dentro de la garganta, del más pequeño, cuando sintió como el miembro del mayor salía de su interior, su respiración era agitada como cuando tenía un ataque de asma.
Abrió apenas sus ojos cuando la puerta fue abierta, hombres con uniforme azul entraban a la habitación con armas de fuego en su manos y todos apuntando en su dirección, o quizá era para su tío. Su cuerpo fue levantado con fuerza de la cama, pero ya no sentía su anatomía, era como si estuviera muerto en vida.
- ¡Liam!
Solo apenas escucho el grito supo de quien se trataba, sin embargo, sus piernas no respondían o siquiera sus brazos. Perdió la conciencia cuando fue tirado al suelo y llegarse a golpear con mucha fuerza en la cabecera de la cama.
Y fue el momento preciso para disparar.
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EDICIÓN// MIEDO || Liam Payne || Libro #1
Short Story❝El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. (...)❞ - Aldous Huxley. Esta historia contiene escenas de violencia, vocabulario fuerte, muerte de personajes y escenas sexuales explícitas entre chicoxchico que puede dañar la...