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EDITADO

"No quiero escucharte llorar o te daré razones para hacerlo."

Cubro con mis dedos mis labios hinchados a causa del puñetazo que recibí por parte de tío John, luego de no decirle donde me encontraba y por qué llegaba a altas horas de la noche, pero era inevitable cuando mis sollozos fluyeran e intento ahogarlos con mis manos en la boca. Me encontraba en el armario de su habitación, tenía seguro por fuera y el frió comenzaba a filtrarse por los orificios, solo una única prenda cubría mi entrepierna. Como distracción, en mi mente comienzo a reproducir las imágenes de mis padres juntos y siendo felices como una familia, fue mi maldita culpa el hecho que aquella hermosa pareja dejara de existir.

Presione mi estómago con mi brazo izquierdo intentando que los sollozos se detuvieran, pero el dolor era insoportable, tanto físico como psicológico. Mis brazos temblaron al intentar detener mis pensamientos angustiosos que presentía, trague saliva y respire el aire permitido por mis pulmones para después soltarlo en un ronco jadeo.

"Soy Zayn Malik, el primo lejano, pero muy lejano, del idiota de rulos."

No sabía por qué aquellas palabras de parte del chico de cabellera negra seguían presente en mi cabeza, los recuerdos de aquella tarde en casa de la madre de Harry había sido estupenda. No había recibido malas miradas o alguna queja por interrumpir su espacio, ni siquiera cuando se me cayó un vaso de soda en la camiseta de Niall, todas las personas presentes fueron muy amables y siempre trataron que me sintiera cómodo. Pero, aquel chico vestido de negro, a excepción de una bandana roja atada en su muñeca derecha, había provocado que la piel de mis mejillas se vuelvan rojas y una sudoración atacara mis manos cuando aquella mirada profunda la podía sentir hasta detrás del cuello.

La madre de Harry, o como todos la conocen, Anne, fue la mujer más gentil y dulce, tal como su hijo, muy sobreprotectora, que haya conocido. Siempre me mantuvo a su lado desde que llegamos, incluso llego a fijarse cuando el chico de negro no me quitaba la mirada de encima. Creí que eso le enfadaría por tener diferentes gustos, pero fue todo lo contrario, ella solo comenzó a reír y decirme que si necesitaba ayuda con alguna cosa, no dudara en pedírselo. Con sus palabras, solo provoco que mi corazón latiera con normalidad y sonriera sin falsedad todo el tiempo.

Pero cuando ya estábamos en la mesa para comer, realmente creí que había metido la pata cuando pregunte por el padre de Harry, los presentes se habían callado y el ambiente se había vuelto tenso unos largos segundos que creí que me echarían de la casa, pero Anne solo había acariciado mi mejilla diciéndome que todos eran felices y era lo que importaba. Solo había asentido con la cabeza y con la mirada en mi plato con la cena servida en silencio, deje que mi estupidez haya afectado mi presencia, pero Harry rápidamente cambio de tema contando uno de sus tantos chistes y las risas volvieron a surgir. La gran mano de Harry había sacudido mis largos cabellos ondulados y con una sonrisa me dijo que todo estaba bien, me sentí mejor cuando la mano de Anne se unió a la mía sonriendo maternalmente.

Luego de aquel vergonzoso suceso, Anne me presento a la familia que se encontraba presente; aunque tuve un poco de dudas, ya que la mayoría de las personas solo eran amigos cercanos y no familia directamente. Pero lo que me explico después Louis, es que lo bueno de tener amigos es una familia que puedes escoger. Entonces pregunte si yo también formaba parte de su familia y todos los presentes, incluyendo el chico de negro, me dieron la bienvenida de ser parte de su unión familiar. Incluso brindaron por mí.

Cuando fue hora de irme, unos minutos antes tío John había llamado a mi celular antiguo que me había dado en caso que me necesite, el chico de negro, el que se había mantenido alejado, se acercó finalmente y beso el dorso de mi mano luego de presentarse, terminando con la palabra bonito al final de cada oración. Fue entonces que lo vi de cerca y no fueron los ojos lo único que me sorprendieron, sino su belleza al sentir lo profunda que era su mirada y las largas pestañas negras que caían con gracia en sus pómulos cuando parpadeaba. Lo bien que le caía aquella corta barba que perfilaba su rostro en elegancia y su copete de largo cabello negro brillante, la calidez de su piel cuando tomo mi mano y lo perfecto que se veía.

Él es perfecto.

- ¿Quién es perfecto, inútil? -los recuerdos se disiparon de mi cabeza tan rápido que no logre visualizar la gran mano dirigirse a mi cuello-. Repítelo, imbécil, quiero que me digas quien es perfecto.

Los dedos que apretaban mi cuello y la visión borrosa no ayudaban para intentar calmarlo, la falta de aire en pocos segundos comenzó a presentarse, ni que decir de las lágrimas que comenzaron a caer con más frecuencia. Mis intentos de quitar sus manos de mi cuello eran débiles y el miedo recorría todo mi cuerpo al ver sus ojos llenos de furia, las palabras de ayuda no salían de mi boca y su deseo de querer matarme estaba presente en su mirada. De pronto, cuando sentí que no aguantaría más y terminaría desmayado como siempre, el choque en mi espalda me forzó que el aire se filtre a mi boca llenando mis pulmones. No tenía muchas opciones, así que me quede en el suelo, quieto con el temor que su furia recaiga de nuevo en mi cuerpo.

Me cubrí la cabeza y apreté mis piernas en mi estómago cuando sentí los pasos de tío John caminar en su habitación, por razones obvias sabía que jugaría con mi cuerpo, pero antes sabía que tocaría mi castigo, del cual era hablar en voz alta mis pensamientos. Siempre tengo consecuencias por mi error. Pero nunca recordaba lo que decía, ni siquiera lo hacía a propósito, pero era inevitable cuando las palabras salían de mi boca sin poder controlarlas.

- Creo que es hora de cenar, Liam.

Muerdo mis labios con fuerza, evitando que los sollozos salgan de mi boca. El dolor de mis extremidades y de mi cuerpo aún es reciente, pero sé que no le importa mi cuerpo o lo que pueda sufrir con lo que hace. Me levanto como pude del suelo, apoyándome en mis rodillas y asentir con la cabeza, no me preocupaba si me miraba, siempre lo hacía y más cuando se trataba de tener poca ropa. Con mucho esfuerzo me levanto del suelo y con una cojera dolorosa en mi pierna derecha, camine hasta la puerta de la habitación.

- ¿Algo en especial, tío John? -mi voz sale rasposa.

- Lo de siempre.

Tuve que apoyarme unos minutos en la pared, lejos de la habitación donde se encontraba tío John. Era una tortura apoyar mi pie en el suelo, calambres se extendían a lo largo de mi pierna si pisaba más de dos segundos, al menos la sangre de mi labio inferior ya se había detenido. Me encamino a la cocina y caliento la comida que sobro del almuerzo, sirvo los platos correspondidos para el hombre mayor cuando veo la temperatura correcta. Trago saliva al sentir un poco de ardor y paso la punta de mis dedos por mi garganta ante el intenso dolor de la fuerza que uso en sus manos, pero el temblor en mi cuerpo se presenta de manera automática al escuchar los pasos de aquel ser que siempre busca razones para golpearme.

- No te quiero ver, sal de mi vista. -bajo la mirada al suelo y aun apoyándome de la pared, camino con lentitud para dirigirme a mi habitación, pero su mano en mi hombro me detiene-. Mmm...-siento su respiración en mi cuello y luego su lengua pasar por mi oreja, el pánico pasa por mi cerebro en modo de alerta-. Hueles tan bien, pero creo que eso puede esperar. -no puedo detener mis lágrimas, juro que lo intentaba con todas mis fuerzas-. Largo de aquí, más tarde tendremos una charla.

Asiento con la cabeza y con las fuerzas que quedan, camino apresurado hacia mi habitación. Luego de una ducha rápida y curar mis heridas con el botiquín que siempre guardo, me acuesto en la cama con las sabanas hasta el cuello. Y es cuando las lágrimas fluyen con potencia pero mis sollozos son sordos al mantener mis manos en mi boca. Extraño a mamá, extraño salir y encontrarme con mis amigos, extraño mi libertad.

Quiero irme de aquí, que alguien me salve.

EDICIÓN// MIEDO || Liam Payne || Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora