Carta 35

1.8K 51 7
                                    

02 de Febrero 2014

Frank.-

Como es costumbre para mis abuelos ir cada domingo a la iglesia me decidí por acompañarlos el día de hoy junto con toda mi familia.

Todo iba bastante bien, aunque los golpes aún me duelen demasiado y los moretones se tornan a un color obscuro, tenía que salir de casa para al menos caminar un poco y estirar las piernas que me piden la sangre circule correctamente por ellas.

Realmente quería terminar bien el día y quedarme con un buen sabor de boca después de que el sacerdote nos dijera que la cerebración había terminado. En realidad quería que así fuera.

Estaba por salir de la iglesia hasta que sentí unos pequeños brazos rodearme. Dann me sostenía fuertemente. Probablemente no lo vi ya que el lugar es bastante grande o porque había muchas personas. Siempre me ha sorprendido su habilidad de reconocerme bastante rápido.

-¡Te atrape!

Con su impulso y mi poca estabilidad casi me caigo.

-Hola Dann, ¿Cómo has estado?

Me puse de cuclillas para estar a su altura aunque hacerlo no fue nada fácil.

-Hola Lizzy estoy muy bien, hace tiempo que no te veía aquí.

-Lo que pasa es que los abuelos me han convencido de venir, pero cuéntame ¿Cómo te va en la escuela?

-¡Muy bien! Sigo teniendo el primer lugar en clase de matemáticas, los libros que me obsequiaste han servido mucho.

Para ser un niño tan pequeño me sigue sorprendiendo que es bastante inteligente.

Estaba tan metida en la conversación y pensando en que él es una de las personas que me produce una enorme sonrisa que no me di cuenta que a solo unos metros estabas tú junto a tus padres.

De cierta forma lo malo de todo esto fue que tu madre al verme no dudo ni un segundo en ir hacia donde estábamos.

Al verla acercarse hacia mi regrese a mi postura original y revise que mis rodillas estuvieran limpias, para poder asistir a la iglesia tuve que vestirme como a mi abuela le gusta, estaba usando un vestido color lila con unas cuantas flores blancas.

-Hola Elizabeth me g-

-Buena tarde señora, sé que es una falta de respeto no dejarla terminar, pero antes de que toque ese tema... quiero decirle que lo que ocurrió hace poco de cierta forma es mi culpa, vera-

Exactamente no sabía que decir.

-Lizzy, ¿De que estas hablando?

Rayos, había olvidado que Dann seguía al lado mío, tomando mi mano.

-Dann, veras, el día de la fiesta en tu casa ocurrió un pequeño accidente y tuve que irme de pronto, no es nada de qué preocuparse.

-Danniel, ve y busca a tu padre, tengo que charlar con Elizabeth un momento.

Estaba en problemas, realmente lo estaba.

-Quisiera saber qué fue lo que sucedió aquel día en la cena.

-Créame, yo también quisiera saber qué fue lo que sucedió, solo le puedo decir que mi relación con Frank ya había terminado desde mucho antes de esa noche, no me refiero a días sino meses. No puedo decirle que fue un acuerdo mutuo eso de separarnos, tuvimos diferencias y ya no pudimos estar más tiempo juntos.

-¿Por qué nadie nos dijo? ¿Por qué no lo dijiste el día que te vi en el supermercado? ¿Por qué Franklin no nos dijo nada?

-Aunque suene un poco grosero debo de aclarar que los problemas que yo haya tenido con Frank no los debo de mesclar en la relación que llegue a crear con usted y su familia, por el respeto que les debo y se merecen preferí mantener el margen y aceptar la invitación, aun no comprendo él porque de que Frank no les haya dicho sobre lo que había ocurrido con nuestra relación.

-Franklin es mi hijo, mi sangre y créeme que ya no lo comprendo.

-Puedo asegurarle que a ustedes los quiero y aprecio demasiado, la invitación la acepte porque de verdad quería pasar una linda noche y cumplir con lo que nosotras habíamos acordado.

-Nosotros también te apreciamos mucho, solo que no sé qué haya sucedido entre ustedes.

-Puedo decir que yo tampoco sé que fue lo que pasó, ¿Le puedo pedir un favor?

-Claro.

-Por favor no le comente a Frank sobre que hemos hablado y mucho menos le diga a Danniel que he terminado con su hermano, quisiera ser yo quien se lo diga.

-Por Frank no te preocupes, apenas y nos ha acompañado hoy.

Di un vistazo por un lado de tu madre y en efecto, estabas de pie junto a tu padre y hermano, tan despreocupado y sonriente. Como si el tiempo estuviera transcurriendo con la mayor tranquilidad.

-Muchas veces las personas cambian y ni ellos conocen el motivo.

Lo malo es que pensé en voz alta y eso fue lo que salió. El silencio fue por unos segundos bastante incomodo pero alguien rompió esa tención. Tú.

-Mamá deja de perder el tiempo en tonterías, larguémonos de aquí.

¿Tonterías? Creo que no te lance el pequeño bolso que sostenía solo porque aun seguíamos en la iglesia.

-Mejor me voy, fue un gusto tener esta pequeña charla, dígale a Dann que espero le vaya de lo mejor en sus notas y por favor ustedes cuídense mucho, con permiso.

-Cuídate cariño, hasta luego.

Tenía que marcharme y encontrar a mis padres para irnos lo más rápido posible de ahí, no soportaba ni un segundo más estar tan cerca de ti, Eran metros... pero parecían centímetros.

Carta 35

Liz.

¡TENGO LISTAS LAS ANTORCHAS!

¿ALGUIEN MAS QUE QUIERA GOLPEAR FUERTEMENTE A FRANK?

Nos leemos el próximo Martes, los quiero

Cartas a quien un día amé❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora