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XX

—¡Elisa! ¿Pero dónde diablos te habías metido? —oigo la lejana voz de Jessica, aunque no consigo verla ya que las manos de Elisa me impiden ver. Ésta se ríe durante unos escasos segundos y por fin me libera. Una sonrisa se dibuja en mi rostro, pero los hechos me devuelven a la realidad: soy su monitor, y debo comportarme como tal. Me levanto de un rápido movimiento y, tras haberme girado hacia ella, le dedico una mirada fulminante.

—¿Se puede saber dónde estabas? —le digo con los brazos cruzados y con la voz más autoritaria que consigo poner. Veo como Elisa intenta ocultar una sonrisa mientras que me imita en los gestos.

—Me había perdido. No tengo ni idea de dónde estamos, ha sido un milagro que os haya encontrado. Y no me vengas con esas —hace una pausa para sonreír al fin—, no os veo muy preocupados.

La miro dubitativo hasta que ella me señala a Jessica y a todos los demás del grupo hablando, a pocos metros de nosotros, supongo que sobre la carrera, porque Toby no para de señalar a su hermano carcajeándose y Michael le choca los cinco a Claire con mucho entusiasmo. Es verdad que ninguno hemos hecho caso a la desaparición de Elisa, pero yo pensaba que había surgido un cambio de última hora, o que simplemente Charlie se había equivocado al anunciar los grupos.

—Tú debes de ser Elisa —Louis se acerca y le tiende su mano—, yo soy Louis, el otro monitor. Acabo de pasar lista y eras la última que faltaba del grupo. Siento si me acabo de dar cuenta ahora, éstos infantiles han insistido en que corriese y en que dejara la lista para el final...

—¡Pero tendrás morro! -le corta Jessica—. Has estado de acuerdo con la carrera en todo momento.

—Bueno, me gusta competir, y el hecho de poder machacaros a todos era muy tentador.

—¡No cantes victoria aún! —grita Toby desde lo lejos. —aún queda mucho tiempo para carreras.

Elisa se acerca a Jessica para darle un abrazo y saludar amistosamente  a los demás del grupo. Menos mal que la hemos encontrado a tiempo, no me quiero ni imaginar la cara de Charlie al revelarle que hemos perdido a una persona del grupo. En el poco tiempo que he estado con él, me ha hecho ver que sería capaz de juntar a toda la policía americana solo para rastrear el campamento, ya que es obvio que nunca podría haber salido de aquí.
Me uno a ellos en el peor de los momentos: Claire acaba de hacerle un cumplido a Elisa por su falda, y han comenzado a hablar sobre moda y la fashion week que tendría lugar en Londres dentro de poco.
Me alejo asqueado por su tema de conversación y Nick se me acerca, con una sonrisa burlona.

—Veo que esto te hace mucha gracia—le digo devolviéndole la sonrisa—, Me apuesto lo que quieras a que no aguantas más que yo hablando con mujeres sobre ropa.

La expresión de Nick cambia totalmente al oír mi propuesta, lo que hace que suelte una sonora carcajada.

—Eso pensaba yo. —se ríe y agita la cabeza varias veces, supongo que estaría pensando en lo mal que lo pasaría si tuviera que pasar por eso.

Me dirijo hacia donde está Louis y revisamos juntos la lista de nuestro grupo por si nos hemos olvidado de otra persona. Al comprobar que estamos todos, pedimos silencio y atención dando unas cuantas palmadas.

—Bien, llegamos cinco minutos tarde al desayuno, así que más nos vale acelerar el paso. —informa Louis.

—Cogeremos el camino de la izquierda, que es el que lleva al pueblo, donde están las tiendas y el comedor. —añado, y observo algunos rostros femeninos que se iluminan cuando pronuncio la palabra tiendas.

Nick me dedica una sonrisa cómplice, lo que me hace entender que ha pensado lo mismo que yo.

—Ladies, ya habrá tiempo de comprar durante los dos meses que estéis aquí. Este no es el momento. —aclaro. —ahora toca comer, y después, una actividad de la que estamos seguros que os encantará.