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     Un avión acababa de aterrizar. Me encuentro sentado en uno de los asientos del Heathrow airport de Londres. Había terminado otro año universitario y, aquí estoy, con mis amigos, esperando a que abran la puerta de embarque con destino a California.
Bueno, ahora mismo estoy solo. Son las 16:37. El avión sale a las 18:00, pero hay que estar mucho antes. Llegaríamos a Sacramento a las dos de la mañana.
Niall ha ido a ver qué bocadillos ofrecían en la cafetería. No puede pasarse tantas horas sin comer.
Zayn estará fumando en algún lugar donde esté autorizado. "El último cigarrillo del día", dijo, antes de desaparecer.
Louis había ido a echar un vistazo a una tienda de deportes. Espero que no se compre ningún balón de fútbol ni nada por el estilo, porque sino, los que tenían pensado dormir durante el vuelo, no podrán hacerlo.
Liam no había desaparecido del todo. Estaba a unos tres metros de donde yo estaba, hablando por teléfono. Supongo que con Meghan.
Al parecer, en la fiesta de fin de curso de la universidad, Liam se mostró muy cariñoso con Sarah, su ex-novia. Y eso a Meghan le ha molestado mucho.
Y eso es lo que me jode. Si estamos aquí, esperando a este estúpido avión, es porque los gilipollas de mis amigos se han apuntado a un campamento de verano en Los Ángeles para trabajar como monitores. Y el colmo es que me han apuntado a mi también. ¿Como coño se controla a un puñado de adolescentes rebeldes? No sé cómo vamos a hacerlo. Y como excusa, han dicho que lo han hecho por mi bien, que ya va siendo hora de que me olvide de Amber, que con este trabajo y con mucha ayuda de la distancia, conseguiré sacármela de la cabeza. Joder, ¿y ellos qué sabrán? Es Liam el que no quiere admitir que aún no ha conseguido olvidarse de Sarah. Intenta ocultarlo, pero se le da de puta pena. Además, yo mi ruptura con Amber la tengo más que superada.
Es más, justo ahora estoy borrando todas nuestras fotos que tengo en mi carrete. Hasta tenía pensado bloquearla en algunas redes sociales, pero "así sólo conseguiré que parezca que me sigue importando", o eso fué lo que me dijo mi hermana Gemma el otro día. Mujeres...

-Eh, tío, ¡despierta! ¿Qué haces?-. Al levantar la mirada, me encuentro a Niall con su bocadillo. Vaya tela, no ha podido esperar a subirse al avión para comérselo. Me sorprende lo poco que ha tardado en elegir lo que quería para comer. Un día le estuve esperando durante veinte minutos a las puertas de  uno de los miles de Nandoo's que hay en el centro de Londres, sólo porque no se decidía en si tomar unos nuggets de pollo con salsa barbacoa o una hamburguesa doble con queso y cebolla. Así es la dura vida de Niall, siempre teniendo que elegir entre varios platos de comida.
Me fijo en que tiene todo el contorno de su boca lleno de migas de pan.

-¿Qué miras tan detenidamente?-. pregunta sentándose en un asiento justo enfrente de mí.
Un rápido reflejo me hace esconder por unos segundos mi IPhone.

-¿Sabes cuál es la primera ley que te enseñan en Estados Unidos?

Niall me mira con una sonrisa vacilona.

-Sí: si quieres estar tranquilo, métete en tus asuntos.

-Pues ya sabes, aplícala para tenerla asimilada cuando lleguemos a California.-sonrío.

-Qué borde estás hoy. ¡Cualquiera diría que es verano y que estamos de vacaciones! -dice, mordiendo su bocadillo.-Con ese humor, no vas a ligar. Yo solo te aviso.

Intento permanecer serio ante su escarmiento pero me acabo riendo. Es imposible tomarse a Niall en serio con todas esas migas de pan alrededor de su boca.

-Anda, límpiate un poco. No hace falta ligar con la cajera para que te dé unas servilletas.-sigo riendo.-Estaba borrando algunas cosas, nada más.

Niall saca de su mochila un pañuelo y lo usa para limpiarse. Saco mi móvil de su escondite y sigo eliminando fotos, mientras que él sigue observándome, sus azulados ojos clavados en todos mis movimientos. Me intimida un poco.

California » h.s |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora