Capítulo V: Escondiendo a Sophie.

79 17 3
                                    

Parecía que a pesar de todo lo que pasó, no cancelarían las actividades extra-escolares. Ese martes se iba a realizar una excursión escolar a las ''Montañas del norte'', se estudiarían algunas plantas y diversos métodos de supervivencia. Pasaríamos tres días y dos noches allí.

Se nos complicaba la situación con respecto a Sophie, todos los grados a partir de tercer año de secundaria en adelante debían estar ahí, era un proyecto muy validado por los profesores.

— Sophie...—balbuceé—, mañana tengo que ir a la excursión.

— ¿La excursión no se canceló? —inquirió, notándose bastante enfadada—, ¿Cómo piensan hacer una caminata o un paseíto después de todo lo que ha pasado?

— A mí también me parece muy absurdo —dije, mientras me sentaba en la cama, a su lado—, John y yo tendremos que ir.

— Sé a qué vienen tus palabras —respondió Sophie asintiendo su cabeza—. Necesito que me traigas un tinte y unas tijeras ahora mismo, mañana tengo que salir a buscar donde quedarme. Si me quedo, tu mamá se daría cuenta.

— Sophie, ¿tienes a donde ir? —pregunté sintiéndome muy apenado.

— Creo que sí —afirmó—, mis padres tenían una pequeña cabaña en el bosque Humboldt. Está bastante descuidada pero podré quedarme ahí por algún tiempo.

— Lo lamento mucho Sophie —dije mientras me levantaba de la cama—, quería ayudarte.

— ¡Ayudarías si dejarás de parlotear y buscaras el tinte y las tijeras que te estoy pidiendo desde hace rato! —bufó. Me miró y entre los dos soltamos varias carcajadas en voz baja, intentando que fuera de la habitación no se escuche nada.

Salí del cuarto, cerré la puerta y fui hasta la habitación de mi madre para saber si tenía tinte de cabello. Ella por unos minutos me miró con cierto desconcierto, buscó entre sus cosas y me dio uno entre carcajadas, ella pensó que lo usaría yo. Le tuve que decir que una amiga que vivía cerca necesitaba uno, pero no podía salir a comprarlo porque se había lastimado la pierna. Fue una excusa boba pero se lo creyó.

Cuando iba a entrar a mi habitación, de la nada aparece John. Me mira el tinte y comenzó a burlarse y reírse.

— ¿Vas a jugar a la peluquería? —preguntó con mofa—, que patético Kyle.

— No te metas en lo que no te incumbe John, ya fastidias —respondí. Estiré mi mano para agarrar la manilla de la puerta y John vuelve a interrumpir.

— Hace rato escuche risas allí adentro, ¿quién está ahí? —dijo John mostrando una sonrisa sarcástica.

— ¡Apártate! —grité, pero me empujó haciéndome a un lado y abrió la puerta.

— Jo... John... —balbuceó Sophie al ver a John, ellos estudiaban en el mismo salón así que se conocían muy bien.

— ¡Sophie! ¿Estás bien? —preguntó John muy sorprendido de que Sophie estuviera en la casa—. Estaba muy preocupado por ti.

Miré a John con bastante desconcierto, era la primera vez que lo veía preocupándose por una persona que no sea él mismo.

— Sí, gracias a Mark y Kyle aún la policía no me ha atrapado —respondió Sophie sintiéndose incomoda por la situación.

— No dudé ni un instante en que eras culpable, sé que eres inocente —decía John, incluso llegué a notar que se sonrojó y se mostraba un poco feliz—. Te ayudaré en todo lo que necesites, cuentas conmigo Sophie.

— Gracias —respondió Sophie—, por ahora lo que necesito es el tinte Kyle tiene en la mano y unas tijeras.

— Hay unas tijeras en el baño —dije mientras le daba el tinte.

DepravityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora