Ex-Novio Posesivo ✖

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CAPITULO 4: LA FIESTA

Estaba con ansiedad en el aula, esperando a que sonara el timbre para que pudiera salir de allí y evitar a Cody. Ruth había pensado bien sobre esto, ya que sabía a la perfección que Cody me iba a esperar justo después de clases.

Cuando quedaban diez minutos para el final de la clase, gemí en voz alta, y la profesora me miró. Gemí de nuevo, poniendo la cabeza entre mis brazos.

—¿Ocurre algo, Nicole? —la profesora se acercó a mi escritorio, mientras yo gemía en voz alta otra vez.

Negué, pero puse las manos sobre mi estómago y gemí de dolor. Esperaba que cayera en mi engaño, de lo contrario no tenía más ideas para evitar a Cody en cuanto el timbre sonara.

—¿Estás segura, querida?—preguntó, preocupada.

—Problemas de chicas—susurré, esperando a que mi mirada inocente funcionara.

Evitaba las demás miradas, de alguna forma, todo el mundo se había enterado de mi ruptura con Cody. Aunque el almuerzo había terminado hacía una hora, el chisme se propagó a toda velocidad. Miró el reloj y asintió.

—Creo que es mejor que te vayas, al fin y al cabo no nos falta mucho.

—Vale—murmuré, manteniendo la cabeza inclinada. Cogí la mochila y corrí hacia la puerta.

—¿Quieres un pase, querida?—preguntó.

Negué y salí de la clase. Corrí por el pasillo hasta el exterior de la institución. No podía encender el teléfono para avisar a Ruth de que ya estaba fuera, ya que constantemente vibraba debido a los mensajes y llamadas de Cody. No sabía que iba a tomarlo tan mal. Sin embargo, no hacía falta el teléfono, ya que vi a Ruth inclinada contra el coche de Cody, balanceando unas llaves. Sonrió cuando me vio.

—¿Preparada?

Asentí.

—¿Cómo conseguiste las llaves?

Ella sonrió misteriosamente.

—Tengo mis trucos.

—Sí, claro. Vámonos que llegará pronto.

Abrió la puerta del coche, inclinándose.

—Después de ti, cariño.

Le golpeé en el brazo y reí con fuerza, montándome en el coche y luego, poniéndome el cinturón de seguridad.

—Basta, déjate de tonterías. ¿Vamos a ir a la fiesta de Landon?

Ruth se subió luego de darle la vuelta al coche.

—¡Claro que sí! ¿No estás emocionada?—se echó a reír.

Me reí, estaba más que emocionada, no podía esperar, por fin iba a asistir a una fiesta... llevaba más de dos años sin ir a algo divertido.

—Obviamente...

De repente, se oyó un grito furioso que venía de la parte frontal de la institución.

—¡Nicole!

Reconocí la voz de Cody, iba a girarme, pero Ruth me detuvo.

—No lo mires.

Me quedé inmóvil, sin saber qué hacer.

—Vámonos—dije en voz baja, sintiendo una pizca de arrepentimiento por dejarlo atrás sin hacerle caso, pero no quería dar marcha atrás con el plan, no hasta que se controlara un poco la situación.

Ruth puso en marcha el motor y pisó a fondo el acelerador, corrió tan rápido como le fue posible.

—¡Ruth!—grité.