Ex-Novio Posesivo ✖

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CAPITULO 19: PACIENCIA COLMADA

¡Me había librado de Cody! Para mí buena suerte la Sra. Benson, había citado a Cody en su oficina a la salida de clases. Había sido un milagro para mí.
Cosas que no se volverán a repetir en la vida y esta.

Caminé hacía la puerta en el instante en el que escuché el timbre y abrí, revelando a Cody y su cara molesta. Tenía los brazos cruzados y me observaba con sus ojos acqua casi que matándome.

— ¿Por qué te has ido de la escuela sin mí? — reclamó, entrando a la casa sin ser invitado.

Cerré los ojos y tomé un suspiró profundo. — Pensé que tardarías. No puedo esperarte toda la tarde, Cody. — espeté.

—No mientas, Nicole. — exclamó, empuñando los puños de sus manos. — Sigues desafiándome, tratas de evitarme y eso te juro que no lo lograras. — se acercó violentamente, temblé. — ¿Te has olvidado de todo lo que hablamos en la escuela? — su aliento chocó con mi cara.

— No. — miré para otro lugar, gruñó, agarrando mi barbilla y obligándome a mirarlo. — No hagas eso. — mi voz salió pareciendo una exigencia. Lo era.

— ¿Porque haces las cosas difíciles, Nicole? — se acercó más, eliminando la distancia que quedaba entre nosotros. — Porque simplemente no aceptas que eres solo mía y ningún otro hombre que no sea yo va a tocarte jamás.

Lo miré perturbada, Cody daba miedo. Esto era mucho peor que lo que había pasado en la escuela.

— Déjalo Cody. — mi voz salió como un susurro.

— Ya hemos hablado de esto, Nicole. — Dijo con los dientes apretados. - Entiende que no lo voy a dejar. No te dejaré ir nunca, primero muerto. — su voz era oscura.

— ¿Y qué es lo que quieres? — le pregunté.

— A ti, es tan simple como eso. — se rió sin gracia. — ¿Acaso se te olvidó que hemos regresado en la mañana? — frunció una ceja.

— Porque tu me obligaste. — espeté, con ira.

— No quieras buscar más problemas. — acarició mi mejilla, mi cuerpo reaccionó, causaba sensaciones en mí inexplicables. — Solo vuelve a ser la misma Nicole Miller de siempre. — se acercó a mí oreja y depositó pequeños besitos en ella.

— Cody. — coloqué mi mano en su pecho, tratando de alejarlo de mí. — Por favor vete. — rogué.

— No. — mordió el lóbulo de mi oreja, gemí. — Solo déjate llevar, es lo único que tienes que hacer. — susurró, bajando sus manos a mí trasero.

Negué, mientras empujaba su pecho hacía atrás y me sacudía con fuerza.

— Joder, Nicole. — advirtió. — Ya deja a un lado tu maldito problema. — espetó, molesto.

— Lo dejaría si te fueras. — hablé molesta. — Pero ni eso entiendes, ¿Por qué no dejas de ser tan posesivo? — le reclamé.

Agarró mi cintura con más fuerza, me levantó del trasero y comenzó a caminar, hacia mi habitación, sosteniéndome con fuerza.

— ¡Cody Simpson suéltame! — pataleé, esto era una pesadilla.

— Ya Nicole. — su tono era frío y duro. — Compórtate como mi novia. — exigió.

Cody se estaba volviendo loco. Nunca había vivido algo parecido a esto. Cody nunca había intentado hacerme daño. Pero el miedo invadió todo mi ser.

— Cody, por favor, no lo hagas. — supliqué.

Me di cuenta de que ya estábamos en mi habitación, en cuanto me bajó y cerró la puerta con seguro. Estaba posicionado justo en la puerta, impidiendo que saliera.

— Cody, Hablemos. — levanté mis manos en forma pacifica.

— Has colmado mi paciencia, Nicole. — gruñó. — No me haré responsable de lo que pase en esta habitación. — advirtió de forma escalofriante.