Ex-Novio Posesivo ✖

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  CAPITULO 24: LA DISCUSION DE RUTH Y CODY

Me dejé llevar por todas las sensaciones que él me hacía sentir. Sus labios besaban los míos con delicadeza, haciendo que el beso fuera tierno y suave.
Mi piel se erizo cuando una de sus manos comenzó a acariciarme el cabello.
Me sentía tan bien mientras me besaba. Cody, besándome, después de tanto sufrimiento que sentí en la tarde, cuando pensé que le había pasado algo grave. Algo grave por mi culpa.

Alcé mi mano, y la pasé delicadamente por su mejilla, sintiendo su mandíbula y suave piel. Lo había extrañado. Sus besos, su piel, las sensaciones que me hacía sentir. Era algo glorioso, y mucho más después de lo que había sucedido.
Apareció un hormigueo en mi estómago, mientras su boca continuaba besando la mía. No quería parar y eso era malo.
Mi mente gritaba peligro. Peligro, Nicole.

— Cody... — fui separándome poco a poco.

— Nicole — me agarró del brazo, y jaló de mí hacía su cuerpo.
Mi codo cayó encima de su pecho provocando que soltara un gemido de dolor. — Ah. — cerró los ojos y se retorció.

— ¡Cody! — hablé preocupada y nerviosa. — ¿Te he hecho daño? Oh, dios mío. — moví la cabeza en varias direcciones, sin saber qué hacer. — Llamaré a la enfermera. — dije, alarmada.

— Espera, Nicole. — volvió a tomar mi brazo. — No te vayas. — pidió, abriendo los ojos.

— Te he lastimado. — tenía un nudo en la garganta.

— Quédate. — intentó levantarse. Lo detuve.

— No te muevas, Cody. — coloqué mi mano en su pecho, y lo empujé suavemente hacía atrás.

— ¿Por qué estás temblando? — preguntó, confundido.

— Cody... — cerré los ojos y bajé la cabeza.

No quiero perderte. No quiero que te pase algo malo. No quiero volver a vivir una situación como la que viví horas atrás.

— Estoy nerviosa por lo del accidente. — tomé un suspiro profundo, y alcé la cabeza para mirarle.

— Estoy bien. — me acarició la mano. Sonrió sin mostrar los dientes. — Ven, acércate una vez más.

Me quedé inmóvil, mirando a Cody. Me fui acercando poco a poco, me humedecí nerviosamente los labios cuando nuestras narices casi que chocan. Sus ojos acqua estaban encendidos, clavados en mí.

— Tú eres mi vida, Nicole. — alzó lo suficiente su cabeza para atrapar mis labios con los suyos y besarme.

Sus besos siempre me dejaban sin aliento.

— Nicole. — la puerta de la habitación se abrió bruscamente, revelando a Ruth.
Me alejé de Cody tan rápido como pude, y miré a Ruth, sintiéndome nerviosa.
Miró a Cody, y luego me miró a mí, en su cara se formó una expresión de decepción.

— ¿A que has venido? — reclamó Cody.

— No pienses que a verte a ti. — miró fulminante a Cody. — Estoy aquí por que Nicole me necesita a su lado.

— ¿A ti quien te dijo que Nicole te necesita? — exclamó, Cody.

— Gracias a ti está nerviosa y al borde de un ataque. — se acercó. — Tu posesividad te cegó hasta tal punto en el que no te importa si te mata un coche o un asesino. Solo quieres controlar a Nicole a cada paso que da. Quieres controlar la manera en la que se viste, en la que habla, en la que se expresa. En todas las maneras que puedan existir. — espetó.

— ¿A esto has venido? — gruñó.

— Sí. — se encogió de hombros.— También quería cerciorarme de que no se te ocurriera violarla. Cómo ya también eres un violador. — se miró las uñas.

— Ruth. — intervine. — Son hermanos, ¡Hermanos! — recordé.

— Ella no es mi hermana. — dijo Cody, exasperado.

— Oh, pero claro qué no. — rió sin gracia. — No puedo ser hermana de semejante monstruo.

— Puta. — gritó Cody. — Lárgate de aquí. Eres una puta, zorra, maldita bastarda sin gracia. Una maldita trepadora y drogadicta, con ganas de destruir relaciones. Maldita puta, ojala te mueras mañana. — escupió hacia el otro lado de la camilla.
Miré a Cody con los ojos bien abiertos y mi boca abierta en forma de O.

— ¡Cody! — exclamé, sorprendida.

— ¿Crees que tus palabras me hieren? — Ruth se acercó peligrosamente a Cody. — Cuídate. Solo te digo eso, Cody Simpson.

— ¿Y que piensas hacer? — sonrió sínicamente.

— Te voy a dar en donde mas te duele. — susurró pausadamente, cómo si quisiera que sus palabras quedaran gravadas en la mente de Cody.