Ex-Novio Posesivo ✖

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  CAPITULO 17: LAS ACUSACIONES DE RUTH

Negué y me alejé. — Muy bien. — dije.

— ¿A dónde vas? — preguntó, caminando conmigo.

— A Matemáticas.

— ¿Por qué? Tienes Historia.

Suspiré. — Cody, Ruth te está llamando, obviamente, necesita algo.

Cody se puso delante de mí. — ¿Y a quién le importa?

— ¿A quién le importa? — exclamé sorprendida. — Es tu hermana, Cody. No te llamaría si no te necesitara.

Se encogió de hombros lentamente. — No me importa.

Lo miré. — Ahora estás siendo estúpido, ¿qué es lo que te pasa últimamente? — comencé a caminar hacia la puerta principal, Cody junto a mí. — Últimamente actúas diferente, incluso peor que antes. — hice una pausa, dejando que el Sr. Staples caminara por delante de nosotros y se metiera en la clase de Matemáticas. — Si no actúas de una manera sobre protectora, entonces actúas como un idiota.

Él pasó un brazo alrededor de mí y me apoyó en la pared. — ¿Cuántas veces tengo que decirlo? No lo hagas. Cuidado. — sopló en mi oreja, haciendo que los vellos de mi cuello se erizaran.

— ¿De verdad, Cody? ¿De verdad...? — fui interrumpida cuando vi a Ruth tambalearse al aula, con los ojos muy abiertos, como si estuviera petrificada. — ¿Qué te pasa? — pregunté, sorprendida, preocupada, y mirando su ropa arrugada.
Me agarró la manga, mirando por encima de mi hombro con los ojos muy abiertos.

— Él. Oh Dios. — murmuró. Miré por encima de mi hombro, sin ver a nadie.

— ¿Qué pasa? ¿Quién es? ¿Qué hizo? — pregunté, tratando de calmarla y descifrar sus divagaciones.

— Ayúdame, por favor. — rogó, su maquillaje corría por su rostro, mezclándose con las lágrimas.

— Cálmate, Ruth, respira profundamente, vamos. — le froté la espalda suavemente, preguntándome qué podría hacer sucedido para que estuviera de esa forma, con tanto miedo.

¿Y de quién hablaba? Siguió mis instrucciones y respiró suavemente.

— Ahora dime. — la animé.

Oí a Cody burlarse detrás de mí.

— Sólo trata de llamar la atención. — le dí un codazo en las costillas y esperé a que Ruth hablara.

— ¿Ruth? — la apreté cuando ella no se movía.

De repente, abrió mucho los ojos, señaló a alguien detrás de mí.

— ¡Es él! ¡Él intentó violarme! — gritó. — ¡Aléjenlo de mí! ¡Es un violador! — gritó.

Me di la vuelta y me quedé en shock mirando a la persona que estaba delante de nosotros.

Cody y yo miramos a la persona que Ruth había acusado.

— ¿El Sr. Staples? — pregunté, con incredulidad.

— ¿S-sí? — él parecía confuso, su pelo castaño estaba desordenado como si hubiera pasado las manos por él continuamente.

— ¿Fue el Sr. Staples? — Cody se volvió hacia su hermana, con una mirada sospechosa y sin poder creerlo.

Ruth asintió. — Sí.

— ¿Q-qué hice y-yo? — preguntó, tomando la compostura.

— ¡Fue él! — gritó golpeando con fuerza su pecho. — Tú, tú, cochino, maldito bastardo.