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CAPITULO 46: PROBLEMAS DE HERMANOS

Abrí los ojos poco a poco, sintiendo la tenue luz del sol entrando por la ventana de mi habitación. Mi cabeza recostada encima del pecho de Cody, el cuál subía y bajaba lentamente. Miré su estómago descubierto, las sábanas solo tapaban de su cadera para abajo.

Volteé un poco mi cabeza y observé que estaba profundamente dormido, se veía tan jodidamente hermoso. Que descaro. Le di un pequeño beso en el pecho y otro en la comisura de los labios, y así poco a poco fui levantándome de la cama.
Estuve sentada por unos segundos ya que si me levantaba de inmediato probablemente me marearía al caminar. Luego me levanté y recordé todo lo que pasó la noche anterior. Joder, fue demasiado.

Ahora estaba ruborizada.

Abrí la puerta y miré hacia la habitación de mi papá. Estaba entreabierta. Cerré la puerta de mi habitación y me dirigí a la de mi padre. Apoyé mis manos en el pomo y asomé mi cabeza por un lado de la puerta. Estaba profundamente dormido, parecía cansado.

¡Le fue bien en su cita! Ya era hora.

Corrí hacia mi habitación, entré a la ducha y tomé un baño rápido. Teníamos que ir a la escuela, aparte de que no quería que mi padre se enterara de lo acontecido la noche anterior. Cody no tendría problema alguno en entrar en detalles y por supuesto que mi padre comenzaría con sus cosas, molestarme y todo lo demás.
Una vez estuve lista, me acerqué a Cody y comencé a mover su brazo con delicadeza. Comenzó a abrir los ojos lentamente, luego se paso las manos por el cabello y por fin me miró.

— Ya es hora de que te des una ducha. Debemos ir a la escuela. — me incliné para darle un pequeño beso en la comisura de los labios.

— No jodas — espetó, volviendo a cerrar los ojos.

— Cody, debemos ir — insistí, moviendo su brazo con más fuerza. Volvió a abrir los ojos y se quedó mirándome los ojos segundos, luego asintió y fue levantándose poco a poco. — Ah, ah, tápate — le hice una seña para que mantuviese la sábana envuelta en su cadera. Todavía no era normal para mí verle desnudo y caminando tan campante.

Rodó los ojos y caminó hacia el baño, entró y luego me lanzó la sábana. La tomé y comencé a organizar mi cama nuevamente.

Cody estaba muy callado, eso se me hacia bastante extraño. Bueno, tal vez ya estaba acostumbrada a las constantes discusiones.

Cody y yo salimos de mi casa cuidando de no despertar a mi padre. No alcanzamos a desayunar pero en el camino a la escuela nos compramos unos sándwiches. Me estaba tomando nuevamente de la mano así como antes, llevando mi mochila en su brazo izquierdo y diciéndome cosas preciosas durante el camino. Todo estaba perfecto y esperaba que se quedase así.

— Tengo clase de matemáticas — avisé en cuanto llegamos a la escuela. Cody acompañándome al aula de clases en donde pudimos observar al Sr. Staples escribiendo unas cosas en el pizarrón.

— Te veré en el almuerzo — sujetó mi cintura con sus manos y se inclinó para darme un beso. Cerré los ojos por un momento, dejando que aquellas sensaciones invadieran mi cuerpo. Me sentía tan nerviosa cuando estaba junto a Cody. Producía miles de cosas en mi cuerpo.

Entré en el aula y vi a Ruth en uno de los pupitres. Movía su lapicero con desespero mientras miraba hacia el pizarrón.

— Hola Ruth — me senté a su lado y dejé a un lado mi mochila. Ella me miró, yo la miré. No pronunció ninguna palabra. Volvió la mirada hacia la puerta del aula y vio a Cody, quién seguía ahí parado.

— ¿Qué? ¿No piensas irte? — entonces exclamó, refiriéndose a Cody.

El ceño de Liam se frunció cuando todos los alumnos le miraron. Algunos soltaron una carcajada debido al tono que Ruth utilizó. Cody se marchó inmediatamente, cosa que me sorprendí que viniera de él. El Cody Simpson que conocía no dejaría que Ruth le tratase de esa manera.

Ex-Novio Posesivo ✖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora