VI

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(Narra Kevin)
¿Qué estoy haciendo? ¡No, esto está mal! De inmediato aparte de mi mano de la suya y cambie mi gran sonrisa por una cara de espanto. Doble D dio un salto ya que seguramente lo asusté y luego se sonrojo.
¡Estoy haciendo todo mal, se supone que debo de enamorarlo, no de espantarlo!
En seguida me levanté de la mesa y fui al baño. Era un tonto, estaba haciendo todo mal. Me eché agua fría en la cara y para cuando salí, Doble D ya no estaba. Enfurecí y di muchos pisotones al suelo, ¡esto cada vez iba peor!
Me acerqué a la mesa y había un post-it con algo escrito. ¿De dónde había sacado Doble D eso y con qué lo escribió?

“Lo siento, no quise ser una molestia para ti. Fue un error el contacto físico que tuvimos hace un rato, ya que no estábamos dentro de nuestras casillas.
Gracias por invitarme.
                                         Atte: Doble D”.

Rompí la nota y salí rápidamente a buscar a ese tonto. Seguro no iba tan lejos ya que caminaba muy lento.
Luego de dar unos pasos divisé su figura de espaldas y aceleré el paso. Nunca me había puesto a mirarlo detenidamente mientras estaba de espaldas —ni de frente— y ahora que lo hacía, me percate de que tenía una espalda muy pequeña, parecía de mujer. Y a decir verdad su cuerpo tampoco favorecía, tenía caderas pequeñas y piernas delgadas. Nada comparado conmigo.
Lo alcancé y me puse frente suyo. Él no se atrevía a verme e intentó sacarme la vuelta pero no se lo permití.
Levanté su cara tomándolo del mentón, quería ver como era su rostro, observarlo y contemplar cada detalle de él. A penas lo miré y apartó mis manos de su cara. Eso sí no lo esperaba.

—Dejame en paz, Kevin. No quiero que me molestes.

—¿En serio quieres eso? —pregunté tratando de intimidarlo.

Doble D solo sostenía baja su cabeza, no se atrevía a verme y respiraba lentamente.

—Sí.

—¿Por qué?

—Eh... Es solo que... Me incomoda estar contigo... Si eso.

—No te creo —dije mientras me acercaba a él.

Lo tomé fuertemente del brazo y mientras el trataba de salirse de mi agarre, yo lo conducía a un callejón.

—¡Sueltame! —se quejaba mientras se resistía y pataleaba.

Llegamos y lo acorrale con mis brazos en una pared. Doble D estaba muy nervioso, lo notaba ya que estaba comenzando a sudar y a tener un tono más rojizo sobre sus mejillas.

—¿Hay algo que me ocultas? —pregunté susurrándole frente a su oreja.

Se estremeció al sentir mi respiración y apretó los dientes.

—No, dejame ir ya —dijo tratando de sonar calmado.

Me acerqué aun más a él y rozando mi nariz contra su caliente mejilla pregunté:

—¿Quieres que te deje ir?

—¡Por favor deja de hacer eso! —exclamó con los ojos húmedos.

¿Estaba llorando? Joder, estaba haciendo todo mal, ¡lo estoy asustando más!
Lo mejor era soltarlo y dejarlo ir, sé que poco a poco caería en mis brazos suplicando por mis besos, pero aún no era el momento de comenzar.
Me alejé de él y de inmediato salió corriendo rápidamente, pero luego paró en seco. Se giró y caminó hacia mi. ¿Ahora volvía? ¿Qué le sucedía?
Enfrente de mi levantó su cabeza y pude apreciar su rostro, una lágrima rodaba su mejilla y me hizo sentir horriblemente culpable. Alguien lloraba por mi culpa. No entiendo como es que este chico puede ser tan tolerante. Lo abracé fuertemente y enseguida me correspondió. En medio del abrazo podía sentir como palpitaba su corazón, estaba agitado igual que su respiración. También podía escuchar sollozos.

—Lo siento —me disculpé de nuevo.

Él no respondía y seguía abrazandome.
El abrazo se veía interminable, como si el tiempo se detuviera y no hubiera nada más que yo en ese momento para él. Hasta que se apartó y secó unas lágrimas.

—Kevin... Yo...

—No tienes que decir nada, no eres un estorbo para mi, no quería asustarte, lo siento

—No es eso.

Estaba confundido, ¿qué quería decirme?

—¿Te pasa algo? —pregunté tratando de no sonar preocupado por él.

—No, lo único que quiero decirte es que... —pausó y tomo un largo respiro. —Tu me gustas.

Estaba muy sorprendido, ¡el había dado el primer paso! Genial, iba muy bien ahora. En medio de mis pensamientos de victoria, volví a la realidad cuando sentí sus labios rozar con los míos, ¡me estaba robando un beso! Cerré los ojos, lo tomé de la cintura y me deje llevar por el momento al igual que él.

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Perdonen por tardar tanto en subir nuevo capítulo, he regresado a la escuela y los maestros no tienen piedad con las tareas TnT
Gracias por sus votos y comentarios, me motivan mucho

PRESA (KevEdd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora