10. El motivo de la fuga

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-Pequeño! - lo llamé.

Me respondió con un ladrido corto, y enseguida vino hacia mi.

Pegó un salto sobre mi, haciéndome caer al suelo, y una vez los dos tirados en la carretera, empezó a chuparme la cara. No me lo tomé a mal, ni mucho menos, lo echaba mucho en falta, era un alivio haberle encontrado. Me lo quité de encima, nos levantamos y Buli iba hacia una casa, volvia y me miraba, iba de nuevo. Era como si quisiera decirme algo, cómo si en esa casa hubiera algo.. interesante. 

Decidí seguirlo, era un perro demasiado listo, quizás queria enseñarme algo que habia encontrado las horas que no habiamos estado juntos. ¿Y si queria enseñarme el motivo por el cual salió corriendo de la otra casa? Mi madre decía que podría salir corriendo en el momento que algo le llamara la atención. Sí, se fue porque algo le sorprendió. Necesito saber que era esa cosa. Ojalá pudiera decir ''quién'' , pero era imposible que fuera una persona quién llamó su atención. 

Emprendí el camino hacia dónde me estaba esperando Buli. Era la casa número 16 y me encontraba delante de la 9. Anduve un par de casas cuándo recibí un mensaje a mi teléfono móvil. Lo ignore, el mensaje podria verlo cuándo quisiera, en cualquier momento. Pero en ese mismo instante me interesaba más esa ''cosa'' por la que casi pierdo a mi fiel amigo. 

Llegué a la casa número 16, y Buli, que me esperaba en la puerta, entró hacia dentro. Opté por seguirlo. La casa tenía dos plantas, Buli se dirigió hacia las escaleras y empezó a subir por ellas. No dudé en seguirlo, pero a medida que iba subiendo, en cada escalón, el miedo se iba apoderando de mi.

Pisé el último escalón, y habían tres puertas. Abrí una de ellas, era el baño y Buli no estaba allí. La segunda, que se encontraba justo al lado, era una habitación pequeñam probablemente de una niña, ya que las paredes estaban pintadas de color rosa. Buli tampoco estaba allí. Así que no quedaban mas opciones, Buli sí o sí estaba en la tercera habitación, que se encontraba al fondo del pasillo. 

Me acerqué a la puerta, estaba cagadísima. La puerta estaba medio abierta, medio cerrada. Alargué mi mano para entrar, cuándo de repente, un nuevo mensaje volvió a entrar en mi móvil. Decidí mirarlo, ya que ignoré el anterior. Tenía dos mensajes, obvio. El primero decía: ''¿Estás bien? El localizador nos indica que no has avanzado casi nada. ¿Ha ocurrido algo?

Vaya panda de tarados. Bueno sí, que me voy del tema. El segundo solamente eran interrogaciones, Sigo sin entender porqué no me dejan contestarles a los mensajes. ¿Qué es una pregunta sin respuesta? 

Guardé el móvil en el bolsillo, y empezé a abrir la puerta, poco a poco, en plan película. Vale no, sin flipar, esque estaba asustadísima. No sabía lo que podía llegar a encontrarme. Abrí la puerta de una vez por todas y vi un cadáver en la cama. No pude evitar gritar. Entonces Buli salió de debajo de la cama, con las orejas agachadas, como si estubiera triste. 

-¿Qué te pasa peq... - no terminé de decir la palabra, cuándo vi que debajo de la cama, salia el motivo de la fuga de Buli. Su nuevo amigo, o amiga quizás. Era un perro precioso. 

ELEGIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora