4.Persona non grata

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En el pub suena Coldplay y no puedo evitar cantando y bailando como una loca, dirigiéndome a la barra girando sobre mis talones, donde Matt, con sus ojos oscuros sonriéndome, abre una cerveza Desperados para mí.

-Hola-le digo con una sonrisa.

Matt se sonroja y su mano se dirige hacia la mía para acariciarla, pero antes de que llegue se detiene y vuelve a la barra. Miro hacia la derecha, incómoda y veo que Joe y Harry-¡Harry Styles! aún no puedo salir de mi asombro-se sientan a mi lado.

Pido al cielo que no me hayan visto bailar en el pub y seguidamente me riño.

¿Qué importa? Este chico solo ha venido a ver a su amigo, a mi amigo.

Tú toma un par de cervezas y vete a casa.

En realidad es bastante simple.

Sin embargo, resoplo al saber que la noche será larga y empiezo a agobiarme sobre los posibles momentos incómodos que se puedan suceder.

No es muy lógico ni normal que estén en la barra bebiendo como dos chicos normales, cuando no lo son.

Vale, Joe sí. ¿Significa que Harry es anormal?

Me río ante la ocurrencia y me pongo seria al instante cuando lo noto mirándome. Alzo la vista en un acto reflejo y sus ojos verdes se clavan en mí.

En efecto, no es normal. No es muy normal que alguien tenga ese nivel de atractivo y que con solo mirarte como está haciendo ahora mismo, se te erice el vello de todo el cuerpo.

-Matt, este es mi amigo Harry.

Oigo a Joe desde el otro lado de la barra.

Harry aparta sus ojos de mí para saludar al camarero con un apretón de manos. Me dirijo hacia ellos para introducirme en el pequeño y extraño grupo que formamos.

-Os he acondicionado la esquina como reservado-las palabras de Matt me dislocan.

Miro en la dirección que ha señalado y veo una mesa alta pegada en la esquina y rodeándola, en un perímetro de cinco metros, hay una cuerda negra separando.

Así que Joe ha llamado previamente a Matt para pedirle el favor y cómo no, el bueno de Matthew se lo ha concedido. Miro hacia la mesa de nuevo y pongo los ojos en blanco mientras pienso en la estupidez de tener que aislarnos como si fuésemos gente de la realeza, de la alta sociedad o leprosos.

Para Harry supongo que será lo normal, pero ¿de verdad hay necesidad? Me acuerdo automáticamente de Anthony y de sus momentos de quinceañera a punto de explotar y me digo que sí, que quizás sea lo más conveniente tratándose de quien se trata nuestro acompañante esta noche.

Miro de nuevo a Harry, de soslayo para que no se dé cuenta y me veo fuera de lugar.

¿Cómo narices puedo sentarme en la misma mesa que este chico cuando parece que voy vestida de ropa de segunda mano?

A su lado parece que haya pasado por beneficencia y me hayan regalado un par de prendas de principios de los noventa.

Vale, mi ropa no es tan hortera.

Pero se ve claramente la diferencia de una chica vestida de grandes almacenes tipo H&M, Zara...y luego el impoluto estilo de Louis Vuitton.

Seguro que esos zapatos marrones cuestan casi como el alquiler de mi habitación durante un año.

Es ridículo.

¿De qué estarán hechos para que sean tan jodidamente caros? ¿Piel de animal extinguido?

Quizás nosotros.[#WYNA2016] #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora