33.Confusión

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Me dejo caer en el último escalón de la escalera y me agarro a la baranda. Intento respirar, pero casi no lo consigo.

¿Qué acaba de pasar?

¿Qué quiere Harry?

¿Qué es exactamente lo que quiere de mí?

Se ha ido como hace siempre, es un huracán reticente en mi vida. Una y otra vez lo pone todo patas arriba.

Me ha dejado boqueando, esperando un beso suyo y con el corazón en pausa.

¿De veras se me ilumina la mirada cuando hablo de mis amigas? Puede ser. Ellas son mi único y verdadero amor.

¿Acaso eso es a lo que se refería Harry?

¿Amor?

Son palabras mayores, incluso viniendo de él. A penas nos conocemos y aún no confío en él.

Acaricio mi cuello, aún caliente por la caricia de sus labios. El latir de mi corazón ha vuelto a un ritmo más o menos constante y aunque me cueste pensar, parece ser que me estoy reponiendo.

Siento de nuevo el pitido en las sienes y una presión desconocida. Seguro que necesito descansar.

Claro, que podría pedirle a Harry que se pasase esta noche por casa, dormir abrazada a él y seguro que así descansaría más que en todos los meses pasados, en los que apenas he podido conciliar el sueño.

María, ¿cómo cojones va a dormir Harry contigo cuando ni siquiera se ha atrevido a besarte?

Dice que me va a dar tiempo, ¿pero de cuánto tiempo estamos hablando?

Tengo que hablar con él. Tengo que hablar con Joe también, tenemos una charla pendiente. Mierda, también tengo que hablar con Matt.

Todo es muy confuso.

Con Harry siempre es así, confuso, volátil y lleno de emoción. Es excitante y revitalizador.

Oigo una alerta de mensaje desde la cocina y salgo despedida esperando que sea él.

Quizás quiere disculparse por no haberme besado. No estaría mal. Aunque prefiero que lo haga en persona y termine lo que empezó. Me arden los labios de pensar tan solo en que atrapen los suyos.

Mi respiración de nuevo se vuelve irregular, por favor, que sea Harry.

Cuando cojo el teléfono se me pasa por la cabeza estrellarlo contra la pared. Me abstengo porque me ha costado un riñón. Es Matt.

"Mañana tengo la noche libre. He reservado mesa en un restaurante cerca de la Torre de Londres, ¿me paso a buscarte a las siete?"

Mierda.

Lo último que me apetece es cenar con Matt.

La manera en que me pide salir me molesta. Ha reservado mesa así que ya estoy obligada a acompañarle.

"De acuerdo"

No tengo más remedio.

Quizás no sea tan mala idea. Es la ocasión perfecta para darle a entender, hacerle ver que no funcionamos como algo más que amigos. Que en él tan solo veo una figura fraternal.

Es bastante duro. Matt es un chico guapo, atractivo y veo cómo desvía las miradas de las chicas que se topan con él.

Es el tipo de chicos que viste con chinos color tierra y jersey azul oscuro. Cuando ves a Matt por primera vez, te dan ganas de abrazarlo. Lo que pasa después es que te das cuenta de que quizás es una persona demasiado blanda.

Quizás nosotros.[#WYNA2016] #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora