Tan pronto como la pelea dio inicio la diferencia entre Hisoka e Illumi fue evidente; Tenían modos de lucha totalmente distintos, y el nivel entre uno y otro era como una montaña rusa: Subía y bajaba. Unas veces, el pelinegro lograba tomar las riendas del asunto y ponía al mayor en aprietos, pero otras la suseción de golpes y cartas en dirección al más pequeño parecían ser mortales a sus ojos.
De no ser por la amplia experiencia de ambos en el combate, ninguno de los dos habría sobrevivido a los ataques de otro más de medio minuto; Las cosas marchaban bien, todo era bastante tenso e intrigante.El ritmo que los dos mantenían daba un toque excepcional a su confrontamiento:
Era impresionante como el ojioscuro lograba proporcionar tantos golpes y patadas al mismo tiempo, con una fuerza desmedida acompañada de un inigualable potencial asesino, pero lo era aún más el ver como el ojidorado los esquivaba como si de manoteos de bebé se trataran.El niño de cabellos azabaches no podía seguir con la mirada al contrario, no entendía lo que pasaba. De un segundo a otro el mayor desaparecía ante sus ojos sin dejar rastro, a una velocidad increíble, y además, los objetos parecían ir a su contra, como si algo los lanzara, ¿¡Pero qué?!
"¿Telequinésis? ¿Alguien más lo ayuda? ¿Los objetos están embrujados? O tal vez...¿¡Es sólo una ilusión?! ¡No lo entiendo! ¿¡Qué está pasando?! "
Pensaba Illumi; La presión mental que sentía comenzaba a perjudicarlo en la batalla: Comenzaba a distraerse, estaba tenso, había perdido el buen ritmo que llevaba antes y comenzaba a sentirse débil y adolorido.
Fue tanta su distracción, que no se dio cuenta de cuando fue el momento en el que tenía tantas cartas clavadas en su cuerpo, pero estas habían causado que sus vasos sanguíneos se rompieran, y leves, pero no menos importantes hemorragias comenzaran a desatarse en él.
La sangre que había perdido alrededor de los dos combates que había sostenido aquel día comenzaban a deteriorarlo; Ahora su respiración parecía aún más agitada, y su visión se nublaba de vez en cuando. Involuntariamente, tosió un poco de aquel líquido carmesí, haciendo así que de su golpeado rostro de porcelana resbalara un delgado hilo del la misma sustancia.
Se veía frágil, manejable y hasta tenía un toque masoquista ante la vista del muchacho de las cartas, y eso le causaba una extraña e inigualable sensación de satisfacción.
El mencionado adolescente, decidió parar en seco todos sus ataques, soltar sus armas y recargarse en una vieja pared, observando casi de manera libida al menor; Este, extrañado, decidió tomar esa oportunidad como un leve descanso: Estaba abatido, pero no iba a rendirse.- Vaya, no pensé que lograrías soportar tanto, princesa. Me encantas, de verdad. ♠ -
Illumi tardó unos segundos en responder; No por que no quisiera o no supiera que decir, si no por que el cansancio no se lo permitía.
- Cállate... Solo no lo estoy haciendo bien por que estoy herido... Yo...-
- Cuarenta y ocho. ♦ -
- ... ¿Cuarenta y ocho? -
- Es el número de minutos en los que hemos estado luchando. No recuerdo cuando fue la última vez que me divertí tanto. ♥ -
No podía ser cierto, el tiempo había transcurrido como un par de minutos ante los ojos del niño. ¿Casi una hora de riña y aún no lograba asesinar a su oponente? Eso comenzaba a hacerlo sentir avergonzado, patético y furioso al mismo tiempo. No quería dejar que las cosas siguieran así, él era un Zoldyck...¿¡Cómo podía verse en esa situación?!
Era una deshonra, un pedazo de basura, un miembro inservible. Quería... No... DEBÍA mantener su orgullo como miembro de tal familia ganando esa pelea a como diera lugar.
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Te veo luego, princesa. ♣
FanfictionFanfic que narra como fue el primer encuentro entre Illumi Zoldyck y el misterioso Hisoka, y que poco a poco desencadenará tensos momentos en el futuro. ¿Será que ambos se quedaron atascados en el pasado, o por qué será que su presente no progresa...