"Depression"||All over again||S.V y tu. 2° temporada.

Epílogo.

Epílogo.

La graduación había sido normal, nada extravagante ni especial, recibimos nuestros gorros y diplomas, estos fueron entregados por el director y la supervisora general. Fue penoso ver a las demás chicas con sus familias, pero le resté importancia, tenía a la profesora de química, a Charlie y a mi magnífico novio, Sebastián.

Cuando tuve que dar unas palabras, todos se quedaron callados y los miré uno por uno. Me vinieron a la cabeza tantos recuerdos, éstos cuatro años habían sido sin duda los peores. Pero este último tiempo todo había sido de lo mejor, no acabaría.

No dije nada, y sólo me retiré de allí, bajé los escalones y abracé a quienes me acompañaban allí.

Luego, cuando Sebastián subió dijo: 4 años juntos, con el equipo; lo más importante de mi experiencia en la secundaria. Crecimos juntos y bueno, no sé qué decirles, les agradezco por todo lo bueno, y... nunca olviden nuestras fiestas, las mejores.

Eso no tenía importancia para mí, yo no había sido parte de eso. Pero de todos modos, aplaudí y sonreí falsamente. Cuando Sebastián bajó, me besó con delicadeza y me sonrojé frente a todos.

Al final del evento, el director dijo algunas palabras y finalmente, tiramos nuestros gorros hacia el cielo, gritando: ''¡Estamos graduados!'' Y los gritos y felicitaciones se hacían presentes.

Los días después pasaban hasta que llegó el 1 diciembre y bueno, era el día donde nos mudaríamos a Bogotá y en marzo, empezaríamos la universidad. Estaba ansiosa, pero triste por Charlie, ella se quedaría acá y dentro de 3 meses tendría a su bebé, obviamente cuando tuviera tiempo la vendría a ver y ella a mí. Nos despedimos mientras Sebastián me esperaba en el auto de su padre, toda su familia estaba ahí.

-Supongo que, adiós _______. -sollozó, haciéndome sentir un nudo en la garganta. No quería irme, pero a la vez sí. -Te extrañaré, aunque a veces seas odiosa y viceversa, sé que tú me extrañarás a mí también.

-No seas tan obvia. -reímos entre sollozos. -Adiós, volveré a verte. Despídeme de tu policial. -le guiñé un ojo, subiéndome al auto junto a Sebastián.

-¡Lo haré! -gritó y sonrió. Nos despedimos con la mano y el auto partió, haciendo que la silueta de Charlie de hiciera cada vez más pequeña. No pensé que este momento llegaría tan temprano.

Mi madre se había despedido de mí también, pero de manera más directa y cortante. Nada nuevo.

Al cabo de media hora, habíamos llegado al
aeropuerto.

Bajamos y Max nos ayudó con las maletas. Karen y los pequeños nos acompañaron adentro, no quería que llegara la despedida, pero nuestro vuelo saldría en 1 hora y en quince minutos más tendríamos que estar abordando el avión. Aproveché el tiempo que teníamos para conversar con los pequeños; Juan y Gaby.

''Pasajeros del vuelo a Bogotá, abordar el avión. Los esperamos. Se solicita que aborden el avión, por favor.'' Esa voz resonó por el lugar. Oh dios mío, era el momento.

Tristemente me despedí de mis adorables cuñados y de Karen y Max.

-Cuídense por favor, vengan a visitarnos. Siempre tendremos las puertas abiertas para ustedes. -dijo Karen, haciendo que sonreíamos.

-Y terminaron juntos, tal y como lo pensamos. -le susurró Max a Karen. Sonreímos todos. -Hijo, llámame a penas llegues para avisarles a tus abuelos.

-Lo haré papá, adiós. -Chocó las palmas y luego los puños con Max. -Adiós mamá sexy. -Todos reímos por su apodo y luego ellos se abrazaron.

-Adiós Karen y Max, gracias por todo. Prometemos volver a visitarlos, ¿cierto Sebastián?

-Por supuesto. -respondió divertido. Me tomó la mano y luego de despedirnos otra vez, empezamos a caminar hacia el lugar donde había que dejar las maletas y verificar el vuelo.