-Bueno, quisiera que vayas a mi casa esta noche
-Pero quien te crees!, no nos conocemos y no tenemos ninguna relacion y quieres que vuelva a tener sexo contigo? No soy una ramera!
-Tranquila...
-Lo siento duart me tengo que ir, mi madre me estara esperando.
Me levante del asiento y me fui sin despedirme de el. Subi al auto y continue mi camino hasta llegar a mi casa.
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Es de noche y no he recibido ni una llamada ni un mensaje de Duart. Por una parte no debí tratarlo así aunque sea debí despedirme de él.
Voy al baño y tomo una relajante ducha. Y no encuentro nada en mi cerebro para pensar a ecepción de esa noche en la casa de Duart. El beso, sus caricias, sus manos tocando mi piel, las mias tocando su cuerpo. Todo esto me hacen sentir en las nubes imaginandolo. Estoy echada en mi cama y no dejo de pensar en esa noche, quiero volver a vivirla, quiero otra noche con el. Y diciendo esto me quede dormida porque al abrir mis ojos ya el sol estaba en mi ventana. Me dedico a hacer mi rutina diaria, me despido de mi mama y me voy al trabajo. Entro a la empresa y la secretaria me entrega una carta. Pregunto de quien es pero ella solo dijo que lo encontro en su escritorio.
Voy a la oficina, saludo a Lu, prendo la compu y antes de empezar a trabajar abri la carta.
Sñrt. Shayla
Siento haberte molestado ayer en el café, lo lamento mucho espero que me disculpes por haberte espiado y haber invadudo tu privacidad.
Psdt: Se perdió mi celular por eso escribo en esta carta.
General Duart
Me siento mal por haberlo tratado asi no era para tanto, el tambien merece unas disculpas de parte mía.
Al terminar el trabajo regreso a casa al parecer dejo de espiarme porque no habia rastros de su auto mientras llegaba a casa. Entre a casa y veo a mi madre con mi tia Cleta. No, no ahora se tardará toda una semana en hablar, mejor dicho chismosear. Y yo que solo venía a dormir placidamente.
