capítulo 19

68 3 0
                                    


Sentí como se me revolvió el estómago con la insinuación, la escenita de la cocina estaba muy fresca en mi mente y no quise ni pensar como hubiera terminado si no hubiésemos interrumpido, volteamos, pero él seguía sosteniendo mi mentón.

- Perdón, no quise interrumpir, la cena está casi lista, pasen y después vemos como nos acomodamos - exclamó Julieta desde el umbral de la puerta, Logan estaba detrás de ella con una mirada de pocos amigos, como si quisiera fulminar a alguien.
- Gracias Julieta, pero nosotros acabamos de comer, además supongo que ustedes quieren estar solos, creo que será mejor que Brandon y yo nos vayamos a un hotel - dije separándome de él, pero entrelacé mi mano con la suya.
- De ninguna manera, el que se confundió fui yo, los que debemos irnos somos Julieta y yo - dijo Logan abrazándola por la cintura.
- No, Logan, por supuesto que no, es tu casa, además la culpa fue mía porque primero te dije que vendríamos el siguiente fin de semana y apenas el martes te avise que siempre llegaríamos hoy, yo fui el de la confusión.
- Nadie se va a ir a ningún lado, quizá no somos los mejores amigos del mundo pero será grandioso convivir este fin de semana y conocernos más, ¿verdad, nene? - dijo Julieta dandose mirando a Logan y le dio unas palmaditas en la mejilla.
- Yo encantado, esta es su casa y Julieta tiene razón, no veo ninguna razón para que no la podamos pasar bien los cuatro - respondió mientras chocaba delicadamente su cabeza con la de ella que le sonrió.
- Yo tampoco le veo mayor problema, es que ___ tenía la ilusión de que estuviéramos solos ella y yo - intervino Brandon dándome un beso en la comisura de los labios.
- ___, no te preocupes por eso, compartirán habitación, y Logan y yo podemos usar tapones en las orejas contra el ruido.
-Julieta, pero que cosas dices.
- Ay _____i, ya todos somos adultos aquí, no tiene nada de malo, anda, acompáñame a la cocina a terminar la cena - exclamó Julieta tomándome de la mano que tenía libre obligándome a caminar.

Con dificultad solté a Brandon, yo seguía con el estómago hecho nudos por las muestras de afecto entre ella y Logan y cuando pasé a su lado le corrí la mirada furiosa y él desvió la suya. Me excusé con Julieta diciéndole que estaba muy cansada y que mejor aprovecharía para subir a acomodar mis pertenencias. Cuando salí de la cocina Logan y Brandon miraban la televisión y sostenían una copa cada uno, sólo les dije buenas noches y subí corriendo las escaleras.
Abrí la puerta de la primera habitación y sólo había una maleta que supuse era la de Logan y Julieta, me dieron ganas de arrojarla por las escaleras, pero sabía que tenía que guardar la compostura, nos quedaban tres largos y tortuosos días que no sabía cómo iba a sobrellevar. En la habitación contigua estaba mi maleta y la de Brandon. Tomé la mía y empecé a desempacar, aún era temprano, pero me puse mi pijama y me metí a la cama, no estaba dispuesta a bajar y seguir presenciando las expresiones de cariño entre Julieta y Logan, no tenía idea si podría evitar hacer una escena de celos que no venía al caso porque también estaba mi novio.

No supe en qué momento me quedé dormida. De pronto, sentí el peso de alguien sentándose en la cama y una suave mano que empezó a acariciarme la espalda, abrí los ojos y giré mi cabeza, era Brandon que me miraba con deseo y aunque estaba que reventaba de los celos no iba a tener relaciones con él sólo por venganza.

- Brandon no estoy de humor ahora, me duele la cabeza, estoy cansada por el viaje.
- Está bien, como quieras, luego estás reclamando y ahora sales con que te sientes mal - dijo molesto levantándose de la cama.
- Claro, yo sí tengo que aguantarme que tú prefieras trabajar que hacerme el amor y con una vez que yo me niego me lo echas en cara.
- No quiero volver a discutir contigo ______, ya tuve suficiente por hoy de recriminaciones, ¿no que te duele la cabeza?
- Pues sí y mucho, buenas noches - dije molesta y me puse la almohada sobre la cabeza.

Minutos después él se acostó a mi lado, apagó la luz de la mesa de noche y me dio la espalda sin decir nada. Apreté la almohada de coraje, estaba por levantarme para ir a dormir al sofá cuando mi telefono sonó, lo tomé y era número oculto.

- Hola - contesté desconcertada.

- Tienes cinco minutos para bajar a la cocina o subo y le cuento todo a Brandon, recuerda que tengo una prenda que te pertenece - sentenció Logan y me colgó.

El enfado que yo sentía se transformó en pánico, por el tono de su voz, supe que su amenaza no era en vano y no podía permitir que eso sucediera, no tenía la menor idea de cuál sería la reacción de Brandon y francamente no quería averiguarlo y menos con la mini discusión que acabábamos de tener.

- ¿Quién era? - preguntó Brandon sin voltear a mirarme.
- Nadie, me colgaron, voy por un vaso de agua para tomarme una pastilla - respondí poniéndome las pantuflas y levantándome de la cama.

Brandon no me dijo nada más y salí de la habitación con el pulso hasta las nubes, ¿qué se creía Logan para amenazarme de ese modo?, cuando él estaba de lo más contento con su noviecita, me iba a escuchar, si a esas íbamos yo también tenía varias cosas que contarle a Julieta, que seguramente no le agradarían para nada.

Desde la sala se distinguía la luz proveniente de la cocina, tomé un respiro y entré. Logan estaba parado, recargado en el mueble junto al lavabo, sosteniendo mi pañuelo entre sus manos. Mis ojos se abrieron de par en par al verlo, definitivamente no estaba jugando, estaba dispuesto a decirle todo a Brandon y entregarle pruebas contundentes.

- ¿Qué pretendes? - pregunté seria y molesta cruzándome de brazos.
- No quiero que él te toque - respondió usando el mismo tono de voz que yo.
- Es mi novio, ¿lo olvidas?, ¿acaso yo te estoy prohibiendo que lo hagas con tu novia?
- ¿Cuántas veces tengo que decirte que Julieta no es mi novia?
- Que cínico eres, ¿cómo te atreves a negarla después de lo que he visto hoy?
- Pues no se compara con lo que yo vi - exclamó acercándose a mí.
- Pues yo no niego a Brandon, sabes perfectamente que es mi novio - dije caminando hacia atrás
- No me lo recuerdes - dijo acercándose más - no me hagas recordar que lo vi dándote un beso.
- Pues eso es lo que hacen los novios, ¿no?, no sólo cocinan y cantan juntos y se toquetean frente a otros - seguí caminando y topé con la nevera.
- Con un demonio - exclamó exasperado a pocos pasos de mí - ¡Julieta no es mi novia!, es mi amiga de toda la vida.
- Mira qué casualidad, Brandon y yo también nos conocemos desde niños.
- Ahora comprendo porque recurriste a mí - dijo sarcásticamente poniendo sus manos al lado de mis hombros impidiéndome el paso.
- ¡Cómo te atreves! - exclamé y quise darle una bofetada, pero me atajo la mano.
- Sabes que tengo razón, si él cumpliera con sus obligaciones no tendrías ninguna necesidad de citarte con un extraño.
- Fue una estupidez de la que ahora me arrepiento - exclamé soltándome, pero él rápidamente subió el brazo y volvió a hacerme prisionera.
- ¿En verdad te arrepientes? - preguntó a milímetros de mis labios y aspiré su aliento embriagador - ¿estás segura? - agregó acariciando suavemente mi cuello y luego descendió su mano a uno de mis senos que masajeó encima de la ropa, mirándome fijamente a los ojos.
- Basta, por favor - dije con un hilo de voz, no podía controlar mi cuerpo cuando él me estaba tocando y tenía su aliento clavado en mi nariz.
- ¿En serio quieres que me detenga? - susurró en mis labios mientras su mano bajaba por mi costado hasta mi nalga que apretó y luego pegó su cuerpo al mío, uniendo nuestros sexos que sólo los separaba la delgada ropa de nuestras pijamas.
- Alguien puede bajar - dije con dificultad, olvidando todo el enfado.

Su respuesta fue lamer mis labios y levantar mi pierna para pegar mucho más su cuerpo al mío y rozar más nuestros sexos moviéndose suavemente, sin dejar de mirarme, un jadeo se escapó de mis labios, no podía evitarlo, él me hacía perder completamente el sentido de todo y, aunque la cabeza me gritaba que detuviera esa locura, mi cuerpo entero lo reclamaba, no tenía fuerzas suficientes para detenerlo.

Ardiente tentacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora