Capítulo 3: Día 1

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Todos dormían muy tranquilos, como si nada pasara, en cambio yo, estaba aterrado, si algo aprendí en Nayarit fue que, por nada del mundo debes mostrar miedo o terror frente a un grupo de personas que te miran como a su líder, porque el pánico se propaga a todos ellos y eso desmorona todo el equipo, aunque por dentro emocionalmente estaba muy afectado, no podía hacerlo saber, suspiraba y suspiraba tratando de ahogar la preocupación y temor de mi cuerpo, pero eso no funciono.

Así trascurrían los minutos lentamente, a su vez formaban horas que me parecían una eternidad, caminaba en círculos con el arma y dos tiros útiles, una de las cosas para evitar que el tiempo transcurra más rápido es mirar lo menos posible el reloj, pero como un acto natural saque el celular de mi bolso, al encender la pantalla apareció la hora ¨1:40 am¨ maldije en varias ocasiones, pues según yo faltaba poco para que amaneciera, y ver que solo habían pasado unas cuantas horas me molesto mucho.

— ¿Qué pasó?

Escuché la voz de mi hermano, tal vez las maldiciones que dije se escucharon más fuertes de lo que pensé.

—No pasa nada Juan, vuelve a dormir

—Estoy seguro que me pareció escuchar unas cuantas palabras no muy amigables —comentó.

Justo lo que me había imaginado.

—Si fui yo, pero no le dije a nadie en especifico, solo me... Además no tengo porque darte explicaciones, vuelve a la cama ahora mismo, es una orden —subí el tono de voz para hacerlo más creíble.

—Tranquilo hermano — hizo un movimiento con las manos — Simplemente preguntaba, gracias a tus gritos ya no tengo sueño, así que te ayudare a montar la guardia.

Si claro, pensé.

—Me parece buena idea, me faltaba alguien para platicar y hacer que el tiempo vuele.

—Aah pues para eso busca una novia — sonrió.

—Que chistoso, sabes a lo que me refiero, si continuas hablando de esa manera despertaras a los otros dos —susurre al decir lo último.

De pronto se escuchó un ruido en el cuarto donde dormían José y Carlos.

— ¿Qué fue eso?

—No tengo idea, sígueme, cuida mi retaguardia, ese sonido no fue muy normal — respondí un poco preocupado.

Es solo un sonido, intentaba calmarme en la mente.

—Esto no me gusta nada —susurré.

Cuando estábamos a unos pasos de entrar, un aire frio nos recibió, recordé esa sensación, es cuando una de esas bestias te observa y se prepara para atacar.

—¡¡Retrocede!! — grite a mi hermano y lo empuje.

Un segundo después mire como una sombra se abalanzo sobre mí, lo único que pude hacer fue cubrir mi rostro con ambas manos, la bestia me golpeo con todo su cuerpo, caímos justo frente a mi hermano.

Su rostro mostraba pánico, miedo, terror, sus ojos estaban abiertos y sin parpadear, entro en estado de shock.

—¡¡Juan reacciona!!

El zombie forcejeaba intentando morder mis brazos, mi limitada fuerza no me daba para más, solo resistir los embates del zombie.

Voltee de nuevo con mi hermano, seguía igual o peor, no se movía para nada, la preocupación me invadió, obtuve fuerza de la nada, golpee la cabeza de la bestia con mi codo, sirvió para inmovilizarlo unos segundos, lo suficiente para levantarme tomar el arma y disparar los únicos dos tiros que tenia, justo en la frente, por todo el movimiento nunca me di cuenta que ese zombie era Carlos, ahora entendía el porqué la reacción de mi hermano.

Plaga Mortal II © (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora