Capitulo 11: Llegando

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Llegando 

Después de un par de horas en el auto todos empezamos a desesperarnos, por dos razones, la primera los asientos comenzaban a incomodar y la más importante ya queríamos llegar, porque si Ivan se enteraba que íbamos por nuestras amigas lo más seguro era que ya no estuvieran ahí.

Era el primer movimiento que haría Ivan, era algo obvio, aunque esperábamos que al llegar estuvieran afuera y así nos facilitarían las cosas, como hacer una guerra para recuperarlas.

A quién quería mentir, tenía miedo, mucho miedo de que algo malo les fuera a pasar, era lo más cercano a una familia ellos junto con mi hermano eran mi familia, con los únicos en los que podía confiar.

También una posible traición de Morgan, esos dos pensamientos daban vueltas por mi mente y el ir sentado sin hacer nada era una tortura, ocupaba aire fresco poder respirar sin preocupaciones, aunque eso era imposible.

— ­Que aburrimiento — susurró Negro. —

— Tranquilas y dejen de quejarse señoritas, estamos por llegar a nuestro objetivo. —

— Habló Morgan — Si alguien se quiere retirar a lloriquear este es el momento.

Todos volteamos a verlo, era obvio que su comentario nos molestara, pero viniendo de alguien como él era algo normal.

— Espero que no seas tú el que te vayas — respondió Maniaco sonriendo.

Ahora el que se veía molesto era otro, después de un par de minutos en una guerra verbal con palabras no tan diplomáticas Morgan se detuvo.

— ¡Listo! Hemos llegado. — gritó Morgan.

En automático todo el ambiente se tornó denso, lleno de inseguridad y miedo por todas partes, era lógico, estábamos en peligro el enemigo sabía que llegaríamos y nos estarían esperando con todas las malas intenciones posibles, de eso estábamos seguros, ellos no dudarían en volarnos la cabeza de un tiro si se los ordenaban. Solo nos quedaba estar alerta en todo momento.

— Bien, todos a sus posiciones —dije con una voz que parecía más un susurro.

— Escuchen, ellos están allá adelante esperando para darnos una cálida bienvenida la cual no será nada agradable — dijo Morgan señalando a lo que parecían unas instalaciones abandonadas.

— Sus amigas están en riesgo así que no mueran tan pronto idiotas — finalizó.

Ese pudo a ver sido un buen discurso motivacional si todos nosotros fuéramos un montón de enfermos mentales, aunque tampoco estábamos muy sanos, las circunstancias no nos lo permitían.

Todos asentimos indicando que estábamos de acuerdo con ese lunático que parecía tomar el control, aun así, trataba de estar lo más cerca de él por si algo salía mal reaccionar a tiempo.

— ¡Es obvio que nuestro elaborado plan se fue al carajo! Tendremos que improvisar —gritó de nuevo Morgan. — Amo improvisar — terminó sonriendo.

— ¿Qué haremos entonces? —cuestionó Negro.

— Estás sordo niño, vamos a improvisar.

No nos quedaba de otra más que seguir a Morgan, así empezamos a desplazarnos por los arboles hacia la parte trasera del lugar, así tal vez podríamos sorprenderlos.

— ¡Maldición! —gritó Morgan.

— ¿Qué sucede? —pregunté en voz baja.

— Hay un grupo de muertos por los alrededores, no creo poder manipularlos a todos, si pensábamos sorprender ahora si que no lo lograremos.

Plaga Mortal II © (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora