Interrogatorio
Luego de caminar por unos minutos llegué a la casa donde se suponía estaban mis amigos, no dejaba de sorprenderme el hecho de no toparme con ningún muerto hambriento, era imposible que todos ellos se esfumaran de un momento a otro, era muy inquietante, Con mucha precaución me acerqué a la puerta y entré, el lugar estaba hecho un completo desastre, eran las huellas de una batalla, fue ahí donde miré restos humanos regados por todas partes.
— ¡Amigos! —grité desesperado, aunque era algo arriesgado ya que rebelaría mi ubicación.
Escuché el sonido de un arma seguido de unos pasos.
— ¡No te muevas! —se oyó una voz inconfundible. — ¿Quién eres? —preguntó de entre las sombras sin mostrar su rostro.
—Soy Joab.
Bajó el arma de inmediato, después más voces atrás se escuchaban susurrando.
— ¿De verdad eres tú? —cuestionó.
—Claro que soy yo Maniaco.
Al escuchar de nuevo mi voz se convencieron de que se trataba de mí, uno a uno fueron saliendo de las sombras, empezando por Maniaco que sangraba de su brazo derecho, pensé lo peor en ese momento.
—No te preocupes, no hubo mordida ni rasguños, ese hijo de perra me golpeó con un tubo metálico. —explicó al ver mi reacción.
Después salió Junior, Negro, Eric y por ultimo mi hermano junto a Julie.
— ¿Están todos bien? —pregunté preocupado.
—Si todos estamos ilesos a excepción de Maniaco —respondió Negro.
—Pero escuché un grito de Julie, y no era de alegría —comenté.
—Estábamos rodeados, salieron de la nada y nos emboscaron a unas casas de aquí, los combatimos sin usar armas para no atraer a más de ellos, pero me descuidé un momento y uno de ellos se lanzó a mí, Juan me protegió pero entonces mordieron su pierna derecha, no pude contenerme, y grité...
—Pero eso nos ayudó, porque Maniaco y Junior salieron de la casa para apoyarnos. —continuó mi hermano.
—Pero tu pierna...
—Ah cierto, me salvaron las pesas que uso como entrenamiento para aumentar la fortaleza en los músculos —dijo golpeando sus pierna.
Lo había olvidado por completo, mi hermano era un obsesionado con los deportes y en sus clases de artes marciales mixtas le dieron la tarea de portar esas placas metálicas de cuatro kilos cada una para aumentar la potencia en sus músculos, si que fueron de ayuda.
—Eso se llama suerte.
—Pero aun no entiendo porque los muertos se fueron de la nada, a decir verdad si hubieran seguido insistiendo abríamos agotado las municiones y no estaríamos aquí hablando.
—También noté eso, cuando venía para acá no me topé con ninguna bestia, es muy raro.
—Por cierto, ¿por qué estas así, sin tu camisa y con olor a sangre putrefacta? —preguntó Junior.
—Tuve un enfrentamiento con Morgar, cierto tengo que ir por él, será de utilidad para localizar a Nicole.
— ¿De qué hablas?
— ¡¡Morgan!!
— ¿Quién es ese tal Morgan?
—Después les explico todo, por ahora Julie, Juan, lleven a Maniaco al refugio para que lo atiendan, Junior ven con ellos, Negro y yo iremos por Morgan.
ESTÁS LEYENDO
Plaga Mortal II © (En pausa)
Ciencia FicciónDespués de tres años, la pesadilla zombie, vuelve, nuevamente Joab y sus amigos se ven envueltos en diversos problemas, peleas por tratar de sobrevivir, sus opciones son más limitadas, los zombies están en todo el país, la droga H fue la causante de...