Capítulo 09.

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Dedicado a: @Silvana_Lynch

-¿Me das el número de _______?

Riker alzó una ceja y se cruzó de brazos. Demonios.
No me lo daría sin hacerme un interrogatorio.

-¿Para que lo quieres?

-Solo lo quiero la quiero tener entre mis contactos... ¿De acuerdo? No pienso molestarla.

Riker ladeó la cabeza pero término aceptando. Sonreí victorioso.
No pensaba molestar a _______, debe de estar destrozada... su mamá murió... y... no lo se, creo que puedo consolarla.

Luego de que me haya dado el número, me encerré en mi habitación. Miré el número fijamente... ¿La llamo? ¿Reaccionaria mal si la llamo? Mierda.

Tragué saliva sonoramente.
Me arme de valor y la llamé.
Tardo 3 bips en contestar, pero luego de eso lo hizo.

-¿Hola?
Dijo con la voz completamente llorosa, tanto que llegó a estremecerme.

No había escuchado su voz hace 6 días, a pesar de que la había visto, ella no me hablaba, y como dijo mamá, no estaba yendo a la escuela, ni nada de ese tipo de cosas.

-Hola _______... -Tartamudeé nervioso-. Me enteré de lo sucedido y creí que... podíamos vernos... y hablar.

-No es necesario que te burles de mi por esto.

Me respondió cortante.
Pude saber que iba a colgar pero la detuve.

-¡No, por favor no! -Exclamé-. Quiero saber si podemos ser amigos... _______ por favor...

-¿Para que te cuente mis cosas y luego me claves un cuchillo por la espalda?

Preguntó.
Por su tono de voz pude adivinar que estaba llorando.

-Quiero hacer las cosas bien, lo juro, ¿Podemos encontrarnos en algún lugar? En una cafetería... o en algún restaurante... yo invito.

Dije.
Ella calló por unos segundos.
Crucé los dedos...
Vamos, vamos, vamos...

Bufé cuando sentí que ella había colgado la llamada. Maldita sea.

Ella no creía para nada en mí, y eso por alguna razón me hacia sentir triste.
Suspiré.

Una idea llegó a mi mente.
Bajé los escalones y me dirigí a la habitación de mamá y papá. Papá vendría exactamente en 30 minutos.

Toqué la puerta antes de entrar.

-Mamá, tengo una idea, ¿Qué tal si _______ se queda a dormir aquí?

Mamá me miró sin comprender.
Me senté en el borde de la cama matrimonial de mis padres.

-Verás, la mamá de _______ ha fallecido, por lo tanto ella vivirá sola, ¿Y si se hace algo malo? Debe estar muy deprimida... hasta puede llegar a suicidarse.

Susurré cabizbajo.
Luego de un rato alcé la mirada para ver a mi madre sonriendo, fruncí el ceño.

-Te estas preocupando mucho por ella, cariño.

Me reí falsamente mientras sentía que el color subía por mis mejillas.

-Claro que no... solo no quiero desearle la muerte a nadie, además, eso del suicidio me pone nervioso.

Mamá rió.

-De acuerdo, dormirá en una de las habitaciones, pero eso tendrás que decírselo tu, tu padre y yo justo ayer estábamos hablando de eso, y él también esta de acuerdo, iba a decírselo yo, pero ahora que lo dices... Quiero que se lo digas tu.

Abrí mis ojos como platos.
Metí las manos a los bolsillos de mis jeans y negué con la cabeza.

Ella no aceptaría si yo se lo decía.
La única que podía decírselo es mamá, así ella aceptará.

-Creo que no le agrado -Confesé haciéndome el tonto-. No creo que acepte si yo de lo digo, ¿Se lo dirías tu?

Mamá pusó los ojos en blanco.
Pero al final termino asintiendo, le sonreí agradecido y volví a la sala principal, agarre las llaves de mi Audi y salí de casa.

Iba a ir a Starbucks por un café.
Conducía maso menos unos 30 minutos hasta llegar.

Cuando iba a estacionar mi camioneta pude ver a Ryland bajando de su coche, sonreí.

-¡Ry...

Callé al ver que Ryland se dirigió al otro lado de su coche y abrió la puerta, mis ojos de abrieron a tope al darme cuenta que estaba con una chica.

Y no era cualquier chica, era _______.

Empleada | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora