Capítulo 28.

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-Por favor, detente... ¿Qué más quieres de mí?- Solloza- Ross, confíe en ti, me entregue a ti... pensé que todo iba a estar bien entre nosotros pero tú... y tus malditas mentiras... tus malditos engaños... estoy harta de ser sólo un juego para ti. 

Niego con mi cabeza.

Tomo su rostro entre mis manos y la beso.

Mis manos la sujetan a los brazos para evitar que escape y mis labios se encargan de besarla. Me separo cuando comienza a forcejear pero no dejo de sujetarla para evitar que se aleje.

-Por favor, Ross, vete, déjame en paz... 

-Sé que Travis te beso, y tu no hiciste nada.

-¡Al menos yo no me acosté con él como tú hiciste con la chica que me trata mal en la escuela!

-Estaba borracho...

_____ cierra los ojos, lágrimas caen por sus mejillas, me siento terriblemente culpable, gracias a mí ella sufre, gracia a mí ella puede llegar hasta cortarse de nuevo. 

Le limpio las lágrimas con mi mano derecha mientras que la rodeo con mi brazo izquierdo.

No quiero que se aleje de mí.

Quiero estar con ella.

Sé que he cometido muchos errores como ir a esa discoteca o tomar de más, entre muchos otros, pero yo quiero a _____. La quiero de verdad. 

-Por favor, nena... dame sólo una oportunidad más...

-Tengo que seguir limpiando- Cambia de tema mientras intenta zafarse, la atraigo más a mí- Maldita sea, déjame en paz. 

-Sé que me quieres, sé que quieres perdonarme pero te obligas a no hacerlo. 

Susurro muy cerca a sus labios.

Ella emite un pequeño gemido, dejo de presionarla tanto contra mí para evitar que se incomode aún más. 

Atrapo su mirada con la mía, me pierdo en su mirada.

Sus ojos  muy celestes que parecen grises de lejos, me hipnotizan por unos segundos, podría pasarme todo el día mirando sus hermosos y llamativos ojos.  

-Por favor, _____... dame una oportunidad más... 

Vuelvo a besar sus labios, no puedo evitar frustrarme porque no me esta siguiendo el beso, pero no lo doy a notar. Mis manos acunan su cintura.

-Mañana todos se burlaran de mí- Susurra separándose algo brusco- Mañana me dirán que me pusieron los cuernos... sé que no estábamos en una relación pero todo el mundo creía eso.  

-No me importa lo que piensen los demás, sólo me importas tú...

-Dejaría de importarme el resto si no me hicieran bullying, pero lamentablemente, me hacen bullying, y todo gracias a ti... ¿Lo recuerdas? Me fastidiabas en esta casa y en la escuela, te di otra oportunidad, luego, me golpeaste, te di una nueva oportunidad, ¿Y ahora me haces esto? Ross, ¿De verdad crees que mereces una oportunidad más?

Me quedo callado.

Le daba toda la razón, no merecía otra oportunidad.

Pero... pero necesito que me la de.

Quiero demostrarle que sí la quiero, se que he dicho miles de veces eso, pero realmente quiero hacerlo, yo no sólo la quiero, yo la amo. 

-Nena... en verdad...

-¿No te das cuenta que lo que sientes es obsesión? No sientes ni un poco de amor por mí, sólo... sólo es una tonta obsesión. 

Y logra zafarse de su agarre.

Empleada | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora