Un ángel de Victoria Secret.

Capitulo 4. Sesion dos.

-Muy bien, casi cien fotos, cambio de ropa.- rei y subi a mi habitación seguida de Brooklyn. Entramos en el gran vestidor.- No se que ropa te vas a poner, pero esta diadema tiene que estar en alguna foto.- la diadema que sujetaba en la mano era una que tenía dos orejitas decoradas con perlas.
Pensé en que ropa conjuntaba con esa diadema.
-Pues no se que ropa conjunta con esa diadema.- los dos comenzamos a mirar por mi armario, yo aun con la diadema en la mano. Brooklyn me enseño una vestido, mas bien era una camisa un poco larga de tirantes, que no tapaba mucho. Enseguida me vino una idea. Eche a Brooklyn del vestidos y me puse la camiseta, encima me puse una camisa a cuadros negros y rojos y deje que una manga cayera. Me puse unos calcetines que altos que no llegaban s las rodillas, me hice una media coleta y me puse la diadema. 
Salí del vestidor encontrándome a Brooklyn sentado al borde de mi cama, viendo las fotos con el otro conjuntos.
-Ya estoy.- me puse al frente de él, captando toda su atención. Su mirada me recorrió entera, mirando detenidamente mis piernas desnudas. Y otra vez, mis mejillas se pusieron rojas.
-Vamos a por las cien fotos.- sonreí y él se acercó, y milagrosamente no retrocedí.- Estas preciosa.- Estaba tan cerca que su voz era un susurro. Yo no pude evitar que el rojo de mis mejillas se intensificará, y él pareció notarlo pues sonrío y me dio un lento y escalofriante beso en la mejilla. Yo sonreí y baje a la planta baja, mientras Brooklyn me hacia fotos riendo, seria, haciendo tonterías, bajando las escaleras, en el jardín, en el salón y hasta en la cocina.
Después de casi hora y media, los dos estábamos tirados en el salón pequeño, con la tele encendida proyectando alguna seria de Disney Channel, mientras comíamos las galletas que había hecho Anastasia y veíamos las dos sesiones de fotos.
-Dios, esa mujer cocina como los dioses.- rei, pero Brooklyn tenía razón. Anastasia era la mejor cocinera que había conocido nunca.
-Esta foto esta chula.- señale su cámara, la cual enseñaba una foto mía, sentada en las escaleras sacando la lengua, con los ojos cerrados y los dedos en forma de "V".
-A mi me gustan mas en las que sales con los ojos abiertos, tienes unos ojos preciosos.- lo mire, pero él seguía viendo fotos mías.
Vale, tal vez el otro día estaba exagerando. Hoy me lo estoy pasando genial con Brooklyn, y eso que solo eran las cuatro de la tarde. Él podia ser muy divertido. Y muy buen fotógrafo.
-Esta, sin duda, es la mejor.- Yo miré la foto que él observaba. Era una de medio cuerpo, yo tenía los labios un poco estirados y un dedo en mi mejilla. Mis ojos verdes se resaltaban bastante.
-Me gusta.- Brooklyn me miro y yo imite su acción. No me había dado cuenta de lo cerca que estábamos.
-A mi me gustas tu.- su voz fue un susurro, lo que provocó que mi piel se erizara. Un sentimiento extraño me recorrió, cuando junto sus labios con los míos. Yo no me aparte, no quería. Me gustaba.