Capitulo 18

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Perdoon por tardar en subir capitulos.. no tengo internet asi que estoy en casa de un amigo a kilometros de mi casa solo para subirlo:3 Me aman, lose:) subire este y otro, ya que no se cuando pueda volverme a conectar.. aunque dudo que tarde mas de un mes:D Los amo.

Recordaba a Lucy.

La había visto un par de veces cuando estaba con Alejandro. La primera vez fue una sorpresa: nunca había visto a una niña tan preciosa. Tiempo después conocí a su hermano, y estoy seguro que esa, será la primera y última vez que califique a un chico como hermoso. Antes de darme cuenta, Josué se había convertido en mi mejor amigo, pero él nunca menciono a su hermana, por lo que llegue a olvidar que lo era.

Cuando Alejandro y ella terminaron su relación, pasaron varios años para que la volviera a ver; primero en la plaza y luego en la escuela, y en ambas, tuvimos una pésima impresión uno de otro.

No la comprendía. Nunca sabía cómo ella actuaria, por lo que me volvía loco. Antes de darme cuenta, estaba siguiéndola a todas partes. No estaba enamorado de ella ni mucho menos, simplemente tenía un ligero interés. Además, por su culpa Adela se había ido, y estaba cansado de las chicas comunes de la universidad. Ellas no eran entretenidas para nada y no funcionaban como el remplazo que necesitaba, pues eso es lo que eran.

Lucy me recordaba a esa chica. Debo admitir, que es mucho más hermosa que ella, pero ambas son indescifrables para mí. ¿Qué otra prueba quería con lo que estaba pasando en este momento?

Lucy me había atrapado rodeando sus brazos en mi cuello, mientras me besaba violentamente. Quisiera decir que yo hice lo mismo, pero la sorpresa era tal, que estaba paralizado. Finalmente mi cuerpo reacciono cuando su lengua entro a mi boca. Era suave y dulce. Antes de poder corresponder, ella se detuvo.

-Esto es un juego- repitió- así que apostemos algo.

-¿Qué quieres decir con juego?- pregunte confundido. Mi corazón había comenzado a latir como loco.

-Tu corazón late muy fuerte. ¿Estas nervioso?- pregunto con una sonrisa. Desde que ella esta recostada en mi pecho, era posible darse cuenta de mis latidos.

-No. Estoy emocionado- admití.

-Ya veo- dijo con una sonrisa. Por alguna razón, se miraba dolida. ¿Desde cuándo había comenzado a pensar que las chicas de semblante triste son sexys? Tal vez me había convertido en un sádico, o quizás era un pervertido- De esto se trata: debes hacer que mi corazón se acelere. Puedes usar cualquier método para hacerlo, no me opondré. Si logras ponerme nerviosa o emocionarme, como tú dices, saldré contigo. Es sencillo ¿no?

¿Era en serio? ¿Acaso no sabe lo peligroso que puede ser decir "cualquier método"? en fin, ella me había dado permiso para hacer lo que sea. No quiero presumir, pero se exactamente lo que quieren las mujeres. No estoy al mismo nivel que Josué, pero era capaz de poner nerviosa a una chica con simplemente una sonrisa. Esto estaba completamente ganado.

-Entonces no me culpes- acepte.

Ella estaba con su cabeza apoyada en mí, por lo que simplemente levante su rostro para besarla. Fue suave al principio, y yo disfrute la sensación que dejaban sus labios en los míos. Cuando sentí que era suficiente, introduje mi lengua en su boca y ella me recibió con gusto. Nuestras lenguas se frotaron una a otra en una feroz batalla y solo se separaron a falta de aire. Mi corazón se había acelerado mucho más. Lucy respiraba agitadamente y yo aproveche para recostarla en el asiento mientras besaba su cuello. Ella enredo sus piernas alrededor de mi cintura y me pego a su cuerpo. No recordaba cuando fue la última vez que me había encendido tanto. Tome su cintura y la apreté más a mí. Subí mis manos hacia sus pechos por debajo de su blusa de tirantes, y casi di un brinco cuando sentí el bulto de su pezón. Ella no traía sostén. Pensando lógicamente, podría ser obvio, ya que se trataba de sus pijamas, pero en ese momento, lo interprete como que ella estaba preparada para mí. La bese con furia mientras frotaba sus pechos, y luego me dispuse a despojarla de su ropa. Me separe de ella para hacerlo y de pronto, me quede congelado. Sus ojos me miraban fijamente. No eran los mismos ojos que me impactaron en aquel entonces, estos eran fríos y más que impenetrables, me parecían vacíos. Sin emociones. Mi mano aun permanecía en su pecho izquierdo, por lo que me mantuve quieto para sentir su latido. No había nada. Su corazón estaba tan sumamente tranquilo, que si no fuera por su respiración, juraría que estaba muerta. Avergonzado, me aleje de ella.

Corazon de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora