Capítulo 27

1.9K 122 16
                                    

Leo respiro reiteradas veces, apretó los puños fuertemente y miró fijamente en dirección a Jorge. Instantáneamente un pequeño malestar se alojó en su estómago.

Jorge sonreía plácidamente junto a otro muchacho. Sintió celos. Celos, porque hasta ahora, nunca lo había podido ver de esa manera junto con él.

¿Porque después de haber concluido en que Jorge era la persona con quien realmente quería estar, su relación tenía que ir en picada?

No sabía qué hacer. No quería perderlo. Quería tenerlo junto a él así este ya no lo amara. Quizá con el tiempo, volvería hacerlo.

Se adelantó unos pasos, dudoso. Al parecer Jorge todavía no lo había visto. Se adelantó dos pasos más.

- Espera-Cristian lo tomo del brazo e hizo que se detuviera- ¿Qué intentas hacer?

Leo agacho la mirada, entre avergonzado y dolido. Cristian era la última persona que quería que lo viera en ese estado, sin embargo allí estaba. Junto a él. Tuvo ganas de echarse a llorar en su pecho, sentir nuevamente sus manos deslizándose por su piel.

"¡¿Que estás pensando?!" Se reclamó a sí mismo. Movió la cabeza bruscamente como si así pudiera alejar esos pensamientos inoportunos.

Con fuerza, se soltó del brazo del moreno y avanzo sin siquiera esperar a que Jorge estuviera lo suficientemente cerca.

-Leo...

No hizo caso a los llamados de Cristian. Siguió avanzando. Su rostro ahora no tenía ninguna expresión y sus ojos parecían perdidos. Lo que estuviera pasando por su mente era difícil de vaticinar; ya que Leo siempre se había comportado de una manera extraña y aunque no lo reconociese actuaba depende a sus emociones.

***

Todos sus sentidos se pusieron alerta. Había escuchado que alguien había mencionado el nombre de su novio, y aunque había una gran posibilidad de que se tratase de otra persona, opto por asegurarse.

Su corazón dio un vuelco. Sus piernas se quedaron pegadas al piso. No podía avanzar. Leo venía hacía él.

- ¿Qué pasa?-pregunto Alonso, deteniéndose. Jorge no respondió- ¿Porque no avanzas?-volvió a preguntar, ahora extrañado. No obtuvo respuesta. Jorge parecía ido.

Álvaro resopló. Levanto su mano derecha y acarició su mejilla-Jorge...Jorge-lo llamó.

El moreno sintió la suave caricia de su acompañante. Sin embargo no podía salir del shock en el que se encontraba. Le era imposible.

La situación fue poniéndose aún más tensa cuando Leo se detuvo mirándole con los ojos bien abiertos. Esto estaba mal. Se sintió como el gilipollas más despreciable que haya existido. Quiso esquivar su mirada, pero por más que lo intento no pudo hacerlo.

¿Por qué no había arreglado las cosas antes de dejarse ver con otra persona?

***

Esa muestra de cercanía confirmaba todas sus dudas. Jorge ya había dado la relación por terminada, y si ahora estaba en esa situación, era solo porque él no quería entenderlo.

¿Cómo había llegado a esto?

Amaba a Jorge. No quería perderlo. Necesitaba estar a su lado.

Le dolía tanto...

Parecía que en cualquier momento su cuerpo cedería, sus sentidos poco a poco dejaban de funcionar.

¿Era momento de dejarlo ir? ¿Era mejor olvidarse de ese niño que le había brindado nuevamente la oportunidad de amar?

¡No! Claro que no...

Caminó lo más rápido que pudo, sin importar que iba o venia. En esos momentos no veía nada alrededor, como si estuviera en una pesadilla. Jorge era su objetivo, y la fuerza por la cual sus piernas, al parecer, andaban solas.

Cuando llegó a su destino, dejó caer la cabeza en su pecho. El aroma de Jorge seguía siendo el mismo. Sintió algo recorrerle todo el cuerpo. Algo que lo llenaba por completo.

Lo abrazó fuertemente. Aferrándose a su delgado cuerpo. Cómo había extrañado su cercanía. Tanto, que ahora le parecía algo lejano. Hundió su rostro, complacido.

Sin embargo, segundos después noto que había algo extraño. Jorge no se había siquiera inmutado. Permanecía en silencio.

Tenía que pensar en algo rápido.

Sin siquiera detenerse a considerar los efectos, se puso de puntillas y acerco su rostro al del moreno.

Ahora no importaba que lo vieran besando a otro hombre, solo quería recuperar a su niño, y regresar todo como era antes.

-Leo, espera-Jorge detuvo al castaño antes que rozara sus labios-. Creo que no estamos en la situación de hacer esto.

Se quedó estático ante sus palabras.

-Nuestro tiempo ha terminado.

Las palabras empezaron a dar vueltas en su cabeza. Esta vez las lágrimas no se hicieron esperar.

¿Por qué tenía que estar pasándole esto?

Se llevó las manos a los ojos, tratando de limpiar su rostro. Estaba acabado.

De un momento a otro sus rodillas cedieron, y termino por estrellarse en el piso. Debía de ser lamentable estar en ese estado, pensó. Sin embargo ya nada le importaba.

¿Ahora, que haría?

Su mundo parecía terminase allí mismo.

Se hizo un ovillo, rodeando sus piernas con sus brazos. No importaba el tiempo. Quería quedarse allí. No levantarse jamás.

Y pensar que no se le había pasado nunca por la cabeza que Jorge le haría sufrir de esa manera.

- ¡Hijo de puta!-Escucho un fuerte golpe-Gilipollas, no pudiste esperar hasta arreglar las cosas. O es que no sabes cómo se siente cuando te engañan en tus narices.



Nota de Autor:

Lo sé, lo sé, dije sábado...

Aquí la explicación, tengo demasiada tarea y muy poco tiempo. Lo siento.

Quería agradecer a todas esas personas que comentan, votan y le dedican un tiempo a esta historia. En especial a Black-Wings17. Guapa, tu comentario me ha dado muchos ánimos, y es por ello que he hecho hasta lo imposible para actualizar. Espero te guste.

L@s Quiero mucho. Nos vemos la próxima semana con una nueva actualización. Mil gracias por su apoyo.


Me enamore del mejor amigo de mi hermano (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora