Capítulo 16-Palabras desesperadas

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Leo tenía la respiración agitada y todo el cuerpo tenso. Dió vueltas en la cama con brusquedad tratando de borrar de su cabeza las escenas de la extraña, terrible y a la vez placentera pesadilla que había tenído.

Se limpió con la palma de la mano el sudor pegajoso de su frente, mientras se sentaba en medio de las revueltas sabanas.

Respiró profundamente cuando vino a su mente la imagen de Jorge lleno de ira; tembló con solo recordar todas las hirientes palabras que había utilizado el moreno para referirse a él. La opresión que sentía en el pecho era producto de los remordientos, ya que todo lo que sucediera más adelante iba ser su culpa, por que conciente e inconcientemente, él lo había provocado.

Miró la hora en el despertador que tenía en la pequeña mesita de noche, percatandose que todavía era temprano.

Salió de la cama de un salto, caminando por la espaciosa habitación con el torso desnudo.

Buscó el movil en los vaqueros que había usado el día anterior, hallandolos con facilidad.

"¿Estará despierto?"Se preguntó para sí mismo, debatiendose entre si llamar o mandarle un mensaje de texto a su novio.

-un mensaje sería más prudente-concluyó en voz alta.

Tecleó con total rápidez, sin prestar mucha atención en lo que escribía, enfocandose solo en querer ver al moreno.

Cariño sé que todavía es muy temprano, y no quiero molestarte. Te escribo para preguntar si podiamos quedar por la tarde. Me apetece verte.

Leyó una y otra vez el mensaje, sintiéndose un poco tonto con lo que había escrito. Todavía no podía acostumbrarse al hecho de decir palabras empalagosas, aunque esta vez no se sentía tan avergonzado como en otras ocaciones, ya que solo era escrito y no cara a cara.

Envió el mensaje sin darle más vueltas, para después tirar el aparato sobre la cama.

Tomó una toalla blanca del guardarropa con la idea de tomarse una refrescante ducha, que sin duda iba a ayudarle a despejar su mente.

Avanzó hacía la puerta con la toalla al hombro. Sintio como su cuerpo se tensó por el pequeño ruido que emitió la alerta de mensaje, haciendo que se detuviera. Literalmente se abalanzó a la cama con una un brillo particular en los ojos.

Amor...me alegra saber de tí, eran dos malditos días sin poder verte.

Por otro lado, no tienes que preguntar si me apetece salir contigo.

Solo dime la hora y el lugar.

PD: Te mando un beso, que presiento estaras sintiendo en esos labios carnosos que son mi perdición.

Leo estaba completamente ruborizado, era realmente increible y desconcertante como un pequeño muchachito podía escribir y decir tantas cosas empalagosas a la vez.

Respiró profundamente antes de cerrar los ojos con fuerza, levantó su dedo índice y repasó su labio inferior lentamente, recordándo los labios de Jorge entrelazándose con los suyos.

"Debes estar volviendote loco" Se reprochó a sí mismo, alejando con brusquedad el dedo que tenía sobre sus labios.

Sacudió la cabeza, sintiendo cosas extrañas recorriéndole por todo el cuerpo; cayendo en cuenta de que este necesitaba al moreno con más ansias de lo que pensaba.

Nos encontramos a las 10:00am en el centro comercial.

Despues de enviar el pequeño mensaje, volvió a tirar el móvil sobre la desordenada cama. Abrió la puerta de la habitación y se dirigió al baño mirándo. hacía todos lados por si su hermano se aparecía. Por que de ninguna manera estaba dispuesto a soportarlo tan temprano.

Me enamore del mejor amigo de mi hermano (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora