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«¿Estas bien?»

Fue lo único que escuché de Gaby, la única que se sentaba conmigo. Teníamos los mismos gustos y frustraciones, éramos gemelas separadas, solo que con una diferencia; ella tuvo lo suerte de que había sido enviada con padres adinerados.

Los míos eran decentes, y gracias a una amiga estaba en esa institución. Deseando ser millonaria y poder comprar mi felicidad.

Te conocí un viernes treceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora