-Pensé que nunca ibas aceptarme.
Sus palabras me causaron tanta ternura, y solo hice lo mejor que pude. Sonreí, pero no una pequeña, de esas que medio se muestra los dientes. No, al verme en el espejo parecía algún psicópata tratando de matar a su víctima.
José sin embargo, suspiro y dio marcha al auto que su padre la había prestado. Solo di gracias de que no haya sido tan mal esa primera vez en la que mostraba mi casa, incluso, él ni se preocupó o empezó a hurgar más allá.
El viaje fue rápido, ¡gracias a los cielos! Pueslas canciones de pitbull no ayudabanal ambiente. Dios, que tipo, me dolía la cabeza y sus palabras quedaron tantatuadas en mi memoria que de ahora en adelante les diré a todas las niñas «mamitarica, y apretadita» y mi ego se quebró tan profundo que hasta lascanciones que tanto escucha mi madre de Ricardo Arjona tenían más sentido enestos momentos
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Te conocí un viernes trece
Conto«Mi intuición nunca me falló, siempre supe que tenía mala suerte en el amor, ¿que cómo lo sé? Bueno, te conocí un viernes trece.» Historia inspirada en un hecho real. Guardada en SafeCreative. No se permite adaptaciones ni nada por el estilo.