Aún recuerdo perfectamente su serena voz que me contaba historias para dormir cuando era niña, historias donde niños se divertían en una alegre ciudad amurallada o donde marineros con toda la paciencia del mundo se la pasaban en sus botes por días capturando los peces de los colores más hermosos. Lo escuchaba mientras describía cada uno de los peces con el mayor detalle. Yo le pregunté una vez
― ¿Por qué no se van a buscar otras aventuras? ¿No se aburren de estar ahí todo el tiempo?
―¿No te parece que están seguros en aquella ciudad? La vocación de los marineros los obliga a pasar la mayor parte de sus vidas en altamar. Su propósito no puede ser cumplido en otro lugar. Ese es el lugar a donde pertenecen y deben permanecer en él. Ellos lo saben y lo que pueden hacer es tratar de ser felices donde se encuentran. Además, no están solos. Se tienen unos a otros.
―Pues yo sí estoy sola. De veras quiero salir. ¿Por qué no me llevas contigo? ¿A dónde te vas?
Me explicaba dulcemente que tenía que descansar al igual que yo, a veces mencionaba que tenía trabajo que hacer, pero siempre me decía que regresaría porque este era el lugar al que pertenecía. Muchas veces lloraba y le pedía que me llevara con él. Yo solo escuchaba su voz que salía del parlante mientras me decía que eso no era posible pero siempre lo tendría ahí para mí.
―Adiós linda.
―Te esperaré justo aquí, Leo.
Esa era nuestra despedida de todos los días. Él sabía cómo hacerme sonreír y también hacerse extrañar. Ya pasaron 6 años desde que su voz dejo de escucharse en mi habitación y desde entonces nunca eh dejado de sentirme sola y abandonada.
La parte más triste de mi día es levantarme y observar mi reflejo en el gran espejo que ocupa casi toda una pared esperando milagrosamente que la imagen que estoy viendo cambie y pueda sentirme normal por primera vez en mi vida. Ellos creen que no me importa verme así, pero vivir tantos años leyendo libros y viendo películas de gente normal, queriéndose y apreciándose unos a otros me ha hecho desear tener esa apariencia bella e inofensiva. Las pequeñas diferencias los hace especiales unos de otros, ellos las aceptan y así conviven todos en armonía. Lamentablemente ellos jamás me aceptarían si supieran como soy. No hay nadie como yo y por lo tanto no existe nadie que pueda entender ni una pequeña parte de mí.
Nadie pensaría que mi piel es hermosa y todos temerían de mis ojos. En este lugar donde intento convencerme a diario que debo aceptarme como soy hay veces en los que yo misma dudo de mi propia humanidad. En momentos como esos lo único que quiero es esconderme del mundo para que nadie tenga la posibilidad de verme jamás; y para mi buena o mala suerte hay todo un equipo de personas cuya misión es precisamente eso.
Ellos jamás se deben enterar de que odio mi apariencia. A los 13 años decidí que no les daría otra forma de torturarme y me guarde el secreto del miedo que tengo al rechazo y la indiferencia. Rechazo que ellos me mostraron cuando me encerraron aquí e indiferencia que muestran cada día en el que me ven sola y confundida.
Media hora después ya me encontraba durmiendo con los ojos aun rojos e hinchados por culpa de mis antiguos y reducidos bellos recuerdos.
Mi cuerpo y mi mente no descansaron esa noche.
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La única voz en la tierra [Vixx]
FanfictionUna joven diferente a todas vive un cautiverio eterno. La única voz que ha escuchado en su vida ha sido la de Leo; quien le ha demostrado lo que es el cariño a través de sus cálidas palabras aunque nunca se hayan visto cara a cara. Años después ella...