AYÚDAME

Capítulo 12

-¿cual es tu nombre completo? - dice Laura comiendo su helado.
Después de la "venganza" decidimos salir a tomar unos helados, así que aquí estoy.
-Elizabeth...- respondo mirando mi helado-
-completo- ordena ella-
-Cárdenas... Elizabeth Cárdenas-
- ¿y el apellido de tu mamá?-
-Cárdenas-
-¿y el de tu papá?- tardé unos segundos en responder-
-ehh...él no...no...- veo la manera de esquivar esa pregunta. No me gusta hablar de mi familia, prácticamente ya ni tengo.
-entiendo...- dice ella notando mi incomodidad al hablar del tema -entonces...-
-que...-
-cuentame, ¿como es tu vida amorosa?-
-¿yo? ¿con el amor?- casi me atraganto por tal pregunta, el amor simplemente...no es lo mío-
-si, ¿nunca te haz enamorado?-me avergüenza contestar-
-no...nunca- agachó la cabeza- además ni siquiera quiero enamorarme, todos dicen que al final terminas mal-
-eso solo lo dicen las personas qué fracasan en el amor.
Levanto la mirada, me gustaría poder preguntarle tantas cosas, ya que por lo visto, veo que tiene experiencia.
-¿puedo...puedo hacerte una pregunta?-
-claro- me sonríe-
-¿como haces para saber si estás enamorada?- pregunto avergonzada-
-fácil, si cada vez que vez a esa persona lo deseas con ansiedad, te gusta- estallamos en carcajadas-
-oye, ya es tarde, creo qué debería irme- nos levantamos-
-¿te acompaño a tu casa?- pregunta ella cogiendo su bolso-
-no, no te preocupes, yo voy sola-
-vale, me voy llendo- se acerca a mí y me da un beso en la mejilla-
-chau- le digo mientras ella sale de la tienda, parece que estaba apurada.
Después de un par de minutos, salgo de la tienda. Camino en el atardecer.
Todo va tan bien hasta ahora, tuve un lindo día y pude conversar con Laura y también pude reir, no recuerdo cuando fue la última vez que reía así.
Siento la vibración de mi celular en mi bolsillo, lo saco y verifico que me ha llegado un mensaje de Santiago.
-¿puedo verte? ;)
Contesto:
-no
-estoy detrás tuyo.
Volteo y confirmo mis sospechas, sí, el esta aquí.
-pensé que no nos íbamos a volver a ver- digo cruzandome de brazos-
-te equivocaste- me sonríe-
-pues...que lindo fue mientras duro- me doy media vuelta y sigo caminando.
Mientras camino puedo sentir que él está detrás mío siguiéndome.
-Santiago...- digo aturdida-
-no te has olvidado mi nombre nena-
-¿puedes irte?- digo ignorando su comentario-
-¿por qué?-
-porque no quiero que me sigas- digo obvia-
-¿quien ha dicho que te estoy siguiendo a ti?- comienza a reírse.
«que vergüenza» acabo de quedar como estúpida, ¿por qué siempre tiene algo que decir y nunca puede callarse?
-oye...- ríe- no te enojes, solo es una broma- lo ignoro.
Sigo caminando, con él a mi lado, y llego a mi casa.
-chau- digo acercándome a la puerta-
-¿no puedo pasar?-
-¿estas loco? Claro que no-
-¿por la ventana?-
- Santiago- lo miro enojada-
-Eli...- susurra él en mi oído dándome escalofríos-
-vete- digo apartandolo-
-esta bien, pero te veo mañana-me guiña un ojo.
No contesto y hago un sonido de queja, él (por fin) se va y logro poder entrar tranquila a mi casa. Miro la hora 6:15 pm y subo a mi cuarto.
Me siento en mi cama y me saco las zapatillas, me acuesto en la cama y observo el techo; pienso en mi pequeña charla con Laura, ¿algún día descubriré lo "maravilloso" que es el amor?
Pasan las horas y sigo sin hacer nada. Escucho algo que proviene de abajo.
Bajo apresuradamente las escaleras y me detengo al escuchar un llanto.
Ese llanto es conocido, ese llanto es de mi madre. Últimamente ha estado llorando por alguna extraña razón, pero lo que más me intriga es: ¿quien es ese hombre que vino hace unos días? ¿será su pareja? No creo que haya forma de descubrir eso, ya que tengo poca comunicación con mi madre.
-¡Elizabeth!- grita mi madre llorando.Salgo lentamente de mi escondite-
-¿si...?- pregunto hacercandome a ella-
-no hace falta que te escondas, ya te vi- me siento una idiota-
-lo siento., ya me iba...- digo retrocediendo. Subo un escalón, pero ella vuelve a hablar-
-no...-
-¿no..?- me detengo-
-no te vayas- dice sollozando. Vuelvo a acercarme a ella.
-ese hombre...- dice ella con dificultad- ese hombre es...- solloza-
-¿quien es...?- digo apuntándola-
-ya...no importa- me mira a los ojos y algo en ellos se vuelve oscuro- vete...-
-madre, ¿quien es ese...?-
-¡que te vallas!- me interrumpe.
Ya lo sé, yo también creo que es bipolar.
Subo ignorando la hipocresía de mi madre, pero un fuerte ruido me detiene.
El vidrio de la ventana se rompe, y un hombre (que tiene una mascara negra) entra por la ventana. Mi corazón comienza a latir muy rápido, los nervios se apoderan de mí.
-¡Elizabeth!- dice mi madre con miedo- ¡sube rápido a tu cuarto!-
Hago caso omiso, y el hombre saca algo de su bolsillo.
-tú...- le dice a mi madre y saca un arma- eres una desgraciada- se la pone en el estómago y... Dispara...
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