Capitulo 3

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9:30pm...

estoy sentada en mi ventana, con los pies colgando por la pared, pensando ¿como sería todo si me tiro? derrepénte sería mejor para mi madre, ya que si me muero no tendría que alimentar a otra persona, también sería bueno para Paloma, ya que no tendría un "estorbo" constantemente.De pronto la puerta se abrió de un portazo...

—Mañana me voy a Inglaterra— dijo mi madre —

—¿A que hora?— tenía miedo que se enoje por mi pregunta tan entrometida —

—Temprano —contestó enojada, y de cerró la puerta —

No entiendo a mi madre, ¿por qué me odia tanto?, recuerdo que hasta los 5 años me quizo, pero apenas cumplí 6 todo cambio, se volvió seria, dejó de hablarme de lo "maravilloso" que era mi padre, aunque nos hubiera abandonado apenas nací.

Cerré mi ventana y me dirigí a mi cama, cerré mis ojos y caí en un profundo sueño.

Jueves 6:30am...

*¡ringgggg!- sonó mi despertador-

Lo apagué de mala gana y me levanté, me cambié poniéndome unos jeans comunes y un buzo que tapara mis cortes, me cepillé los dientes y bajé a tomar desayuno.

Por lo visto, mi madre ya se largó a Inglaterra sin despedirse de mí como siempre. Salí de mi casa y tomé el autobús al instituto.

Al llegar al instituto, pase lo más rápido que pude para que nadie me viera, pero por mi mala suerte, me encontré con Nicolás.

—¡Oye Elizabeth! ¡espera, no te vayas! — me escabullí entre toda la gente —

Pero Nicolás me encontró, me detuvo y suspiró nervioso.

— Lo siento por lo de ayer, nunca debí haber dejado que me beses — ¡¿que yo lo bese?! ¡yo nuna lo bese! ahora quiere echarme la culpa a mí —

— Yo no...yo no te besé —me asusté al ver que Paloma se dirigía hacia nosotros —

—Oye, se que soy irresistible, pero no hacía falta que me beses...—quizo seguir hablando pero Paloma lo interrumpió-

—¡¿Que hiciste que?!— me fulminó con la mirada—¡¿besaste a mi novio, perra?! — miré a Nicolás, y por lo visto, el no iba a decir la verdad —

—yo no...—

—¡Te a voy a matar!— su grito sonó por todo el pasillo — ¿ella te besó, mi amor? — le preguntó a Nicolás —

—Si...—dijo decepcionado, ya que él sabía que estaba mintiendo —

—Esto no va a quedar así— giró la cabeza para mirarme — ¡esos labios son míos, no de una prostituta como tú! — la prostituta es ella-

—Yo no lo be...—no me dejó terminar-

—Te vas a arrepentir haberle robado un beso a mi novio —me fulminó con la mirada y rápidamente volvió a mirar a Nicolás y lo besó apasionadamente, seguro para "marcar su territorio".

Que cobarde que es Nicolás, que poco hombre, es un tonto. Caminé hacia mi casillero para sacar mis libros de ciencia, y al abrirlo, calló un papel.

Recojgí el papel, y era una nota que decía:

Elizabeth...

Quiero que sepas, que nosotros dos no podemos ser nada, eres un poco zorra por haberme robado un beso ayer sabiendo que yo tenía novia, pero voy a pasarlo por alto. Lo que quería decirte era que sepas que no quiero que me hables más, no podemos ser amigos, novios, o algo parecido, lo único que podemos ser es enemigos...lo siento, no somos compatibles.

Atte Nicolás ;)

Este día no puede ser peor, mi madre se va sin despedirse de mí, el tonto de Nicolás me escribió una nota cobarde, y diciendome que le robé un beso, que es una completa mentira, y ahora Paloma quiere matarme, y ya me ha pasado antes lo de Paloma, me golpió muy fuerte ese día.

Entre a mi clase de ciencias, y desgraciadamente Paloma también estaba en esa clase, pero Nicolás no. Toda la clase Paloma estuvo tirandome papelitos a la cabeza que tenían escrito: "vas a pagar por lo que hiciste" "ya vas a ver lo que te voy a hacer" "idiota".

Al sonar la campana, todos salieron, y yo también me apresure, pero no había escapatoria alguna, había que afrontar las consecuencia que no debería estar pasando...

—No tan rápido... — dijo Paloma acompañada de sus dos amigas — chicas — las llamó —agárrenla y llévenla al baño de mujeres — las dos chicas me agarraron por los brazos, intenté safarme de su agarre pero fue inútil.

Me llevaron al baño y me sentarón el la tapa de un inodoro.

—Eres una perra — susurró Paloma a mi oído — vas a sufrir las consecuencias —sacó algo de su mochila, era un...¿cuchillo?—

¿Va a matarme enserio?, las lagrimas caían sin cesar. ¿por que me tocó una enemiga así de loca? ¿este es el fin de mi vida? ¿aca se acaba todo?

—Por favor...— colcó el cuchillo cerca de mi cuello — perdón... — supliqué —

—Muy tarde zorrita — apretó el cuchillo contra mi cuello, y pude sentir un poco de dolor.

Las lagrimas nueblan mi vista, solo veo a esas tres chicas riendose de mí. Pero había algo diferente, esta vez Rebeca, la amiga de Paloma, estaba asustada, ella no reía.

—Espera Paloma... — cogió su mano — ¿no crees que esto es demasiado?—

—¿Te parece que esto es demasiado?—alejó el cuchillo de mi cuello, y pude sentir un tremendo alivio— ¡ella besó a mi novio y me dejó como una idiota! — le aspetó a su amiga—

—¡No podemos quitarle la vida!— Rebeca derramó una lagrima —¡esto es demasiado! ¡es ilegal! —

—¡¿te crees que no lo sé?! ¡no me importa! — se abalanzó a Rebeca y tiró de su
pelo — ¡eres una maricona! — gritó muy fuerte —

De pronto se escuchó el sonido de la puerta abrirse...

— ¿Hola? — preguntó una voz femenina al entrar —

— Esconde el cuchillo... — susurró Stephanie a Paloma —

Paloma le hizo caso y me fulminó con la mirada.

— Esto no va a quedar así, ¿escuchaste bien bicho raro? —

— Si... — dije temerosa —

— ¡No me contestes! —

— Vamos Paloma, tenemos que irnos...— le dijo Stephanie a Paloma.

Salieron del baño y pocos minutos después, yo hice lo mismo. Me dirigía a mi casa llorando, tocando mi cuello que tenía un poco de sangre, ¿que hubiera pasado si Rebeca no le decía a Paloma que eso era una locura? ¿enserio me hubiera matado? ¿solo por su novio o por placer?

Al llegar a mi casa subí a mi cuarto y dejé mi mochila en mi cama, me duele mucho el cuello, volví a tocar y mi mano tenía sangre.Tengo que salir a comprar gasas y alcohol.

Salí de mi casa con una bufanda puesta para que no me chocara el aire a mi cuello, y me dirigí a la Plaza Central, donde encontré a un chico tocando la guitarra, mientras cantaba.

El chico era bastante lindo, pelo castaño claro, alto, y unos hermosos ojos verdes. Pase lo más rápido que pude, para no llamar mucho la atención, pero sentí un cálido aliento en mi cuello, y me di rápidamente la vuelta.

—¿Que hace una chica tan guapa como tú sola a estas horas?— era él, el chico de ojos verdes, mirándome fijamente a los ojos, con una sonrisa pícara —

Miré para otro lado, ya que no me había dado cuenta que lo estaba mirando demasiado.

— Mi nombre es Santiago — me ofreció su mano —¿y el tuyo?—

—No le digo mi nombre a extraños usualmente — lo esquivé —

—¿Chica difícil no? — comenzó a tocar su guitarra...
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