Capítulo 3

181 6 1
                                    

*Narra Caroline*

Esta tarde cuando estaba en el restaurante con los chicos y Emma recibí una llamada del idiota de mi hermanastro diciéndome que iba a venir a Madrid, como si me hubiera dado una gran noticia yupi, nótese la ironía.

Después de la llamada de Guille decidí irme a casa para descansar pues Emma me había pedido que la acompañara al partido de mañana que jugaba el Real Madrid contra el Sporting de Gijón.

Al día siguiente me desperté temprano, me lave los dientes y me duche, fui a la cocina y me prepare el desayuno, cuando estaba terminando llego Emma.

-Hola hola, ya está aquí la luz de tus días –me dijo ella mientras me abrazaba.

-¿A sí? Y si se puede saber dónde está Alba, ella es la luz de mis días –la dije.

-Alba está en el coche con Gareth así que date prisa y ahí te esperamos –dijo mientras salía por la puerta de mi casa.

Fui corriendo a mi habitación, me puse unos vaqueros con unas convers blancas y mi camiseta de Bale. Metí todo lo necesario en una mochila y baje directa al coche, encontrándome ahí con Emma y Gareth en la parte delantera y a mi pequeño sol montada en su sillita.

-Hola mi pequeñina ¿Cómo ha estado esta preciosidad hoy? –dije a Alba haciéndola unas cuantas carantoñas.

-Estoy muy bien, gracias por preguntar enana –me dijo Gareth.

-Anda pon en marcha el coche que si no nos darán las uvas –dije yo y él me hizo caso.

Estuvimos viendo el partido y en él conocí a uno de mis amores platónicos, Álvaro Morata que según me había dicho había venido para ver a sus antiguos compañeros aprovechando de que estaba lesionado y no podía jugar con la Juve.

(5 meses después)

Este tiempo ha pasado muy muy deprisa, comencé la universidad y todo me va perfectamente y cada día tengo más claro que eso es a lo que me quiero dedicar toda mi vida.

Desde que conocí a Álvaro no pasa ni un solo día que no hablemos y siempre que puede viene a verme a Madrid o me envía entradas para ir a verle a sus partidos, creo que entre los dos hay algo más que una simple amistad pero aún es demasiado temprano para saberlo.

Guille vino hace un mes pero se fue hace dos semanas a vivir a su propio piso y menos mal porque si se llega a quedar un día más creo que le habría matado con mis propias manos.

*Narra Erik*

Han pasado ya cinco meses desde que lo deje con Jessica y desde entonces solo salgo para ir al entrenamiento, no tengo ganas de nada y me siento culpable por dejar que me engañara como a un mocoso, a veces deseo no haberla conocido nunca pero otras veces agradezco a dios haberla puesto en mi camino porque he aprendido que no hay que fiarse de nadie.

Julie viene todas las tardes a intentar convencerme de que salga con Marco y Matzel pero no puedo, no tengo ganas ni fuerzas para hacerlo.

Me estoy destruyendo por dentro pero ya no me importa, nada me importa ya.

(12 de mayo de 2016)

*Narra Caroline*

Hoy es el día de mi cumpleaños, felices 19 años para mí. Me levanto de la cama y me voy a duchar, una vez hecho eso voy a desayunar, mi café se está calentando cuando escucho el timbre de la puerta, voy hacia allí y abro. Lo que tengo delante de mis ojos es completamente increíble, Álvaro está ahí y tiene un gran y cuando digo gran es GRAN ramo de rosas en la mano le invito a pasar, cojo las rosas y las dejo en la mesa del salón y voy corriendo hacia él, doy un gran salto y enredo mis piernas en su cintura a lo que él coloca sus manos para que no me caiga y después de un mes y medio vuelvo a juntar nuestros labios haciendo una gran guerra.

-Dios Caro, voy a tener que hacer esto más a menudo para que me recibas así.

-No seas tonto Álvaro sabes que te voy a recibir así siempre que vengas –vuelvo a juntar nuestros labios pero el microondas pita haciendo que nos separemos –maldito microondas, tanta tecnología tanta tecnología y no son capaces de crear electrodomésticos que no rompan estos momentos –dije bajándome de Álvaro para ir a la cocina.

-Caro yo también quiero, gracias muñeca –dijo Álvaro yéndose hacia el sillón.

-Muñeco si quieres café ya sabes donde esta –le dije sentándome y comenzando a desayunar.

Álvaro vino refunfuñando y mientras él se preparaba un café yo observaba lo bien que se movía por mi cocina, este chico me estaba volviendo loca. Al cabo de media hora ya los dos habíamos terminado de desayunar así que me fui a por mi mochila para ir a la universidad.

-Venga muñeca que yo te llevo –dijo Álvaro levantándose del sillón y dirigiéndose a la puerta.

El viaje fue realmente corto o por lo menos a mí me lo pareció ya que solo tardamos 20 minutos cuando yo suelo tardar dos horas.

-Caro estoy pensando seriamente en que te tienes que sacar el carné de conducir ya ehh –me dijo Álvaro cuando llegamos.

-Me lo estoy planteando Morata, me lo estoy planteando –le dije, después le di un beso y me baje del coche.

-Oye te paso a recoger alas dos, no comas aquí que yo invito –me dijo desde la ventanilla a lo que yosolo levante mi pulgar dándole a entender que lo había entendido.


Las vueltas que da la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora