Las vueltas que da la vida.

Capítulo 15

Son las seis de la mañana y Erik me está llevando de camino al aeropuerto, por fin vuelvo a Madrid, la que es mi casa y dónde está mi familia.

-Caro –me llamo Erik -¿Enserio quieres irte? Sabes que te puedes quedar todo lo que quieras aquí conmigo –dijo.

-Estoy segura Erik, necesito volver, necesito ver a Alba y a Alejandra. Además Denis me estará echando mucho de menos, no puede vivir sin mí –dije riéndome haciendo que él también se riera.

Nos sacamos del coche y Erik bajo mis maletas del coche, pese a la hora que era, Erik se puso una gorra que le hacía ver bastante sexy por cierto.

Nos dirigimos hacia la entrada y estuvimos dentro bastante tiempo esperando mi vuelo que llevaba unas horas de retraso por niebla, Erik fue a por un café mientras yo me mantenía mirando mi móvil.

-Ten Caroline –me dijo Erik tendiéndome un vaso del Starbucks donde ponía mi nombre con un corazón.

-Gracias Erik –le dije cogiendo el recipiente y bebiendo un sorbo –auuuuu me caguen la sota de oros, me he quemado –dije moviendo mi mano abanicándome la lengua y Erik rio ante este gesto –no te cias tontooo que hueele –dije sin poder mover bien la lengua.

-Es que eres tonta, lo acabo de comprar obviamente estaba caliente –dijo riendo.

Después de ese espectáculo seguimos bebiéndonos nuestros cafés y haciendo tonterías hasta que después de dos horas de retraso nos llamaron para abordar.

-Pasajeros con destino Madrid, vayan por la pasarela 2 –dijeron por el altavoz.

-Creo que es hora de irme –dije levantándome de mi asiento.

-Sabes que puedes volver cuando quieras, mi casa siempre estará abierta para ti y para los del Madrid.

-Lo mismo te digo Erik, puedes venir cuando quieras –dije y le di un abrazo de despedida.

-Te echare de menos Caro –dijo Erik dándome un beso en la coronilla.

-Yo también Erik, pero espero que vengas pronto –dije abrazándole más fuerte.

Después de eso cogí mi bolso y fui hasta la pasarela donde tenía que ir para coger mi vuelo, no me gire como en las típicas películas donde la chica se gira y el chico la dice que la quiere, obviamente nosotros no éramos así y ni siquiera éramos pareja.

Subí al avión y me senté en mi asiento correspondiente, enchufe mis cascos al IPod, elegí la lista de reproducción de Melendi. Al poco note como mis ojos se iban cerrando y luego simplemente me dormí hasta que la azafata me despertó avisándome de que íbamos a aterrizar.

Cogí mi maleta y fui hasta la salida donde nadie me esperaba, fui hacia un taxi y le di la dirección de mi casa.

Una vez en casa pude ver que estaba todo apagado, no habia nadie dentro por lo que llame a Denis.

*Llamada telefónica*

-Rusito ¿Dónde estas? –dije cuando me cogio el teléfono.

-Hola peque, estamos donde Nacho. Espera que pongo el altavoz –dijo –Ya esta.

-Hola mis amores –dije mientras cogia las llaves de casa para salir -¿Cómo están todos? ¿se están cuidando?

-Hola amiga, estamos bien y te echamos mucho de menos –dijo María (la mujer de Nacho) - ¿Cuándo vuelves? –dijo.

-Me alegro Mery, vuelvo pronto lo prometo –dije.

-Caro, Alba te echa de menos ¿verdad bebita? –dijo Emma –Sí tita, te echo de menos –dijo Alba con su voz adorable.

-Yo también mi amor –dije –chicos, les tengo que dejar. Saludan a todos y muchos besos, os amo –dije y colgué antes de que replicaran.

Llame a un taxi y fui hacia casa de Nacho, como vivía en una urbanización privada no dejaron pasar al taxista pero el guardia al reconocerme me dejo pasar y le dijo a su compañero que me acercara a la casa, ya que estaba bastante lejos de la entrada.

Al bajarme del coche fui hacia la casa y allí espere hasta que alguien me abriera.

-¿Quién es? –dijo Mery por el telefonillo.

-Soy el director deportivo del Barcelona, vengo a hacerle una propuesta a Nacho –dije poniendo voz de hombre.

-Lo siento pero creo que antes muerto que irme al Barcelona, si eres tan amable de retirarte –dijo Nacho educadamente y yo no pude evitar soltar una carcajada.

-No esperaba menos de ti Nachete, ahora ábreme que quiero comerme a besos a la pequeña Alejandra –dije y él obedeció.

-Caro ¿Qué haces aquí? Pensábamos que seguías en Alemania ¿Cuándo has vuelto? ¿Por qué no nos has avisado? Podríamos haberte ido a buscar –dijo.

-Pregunta por pregunta por favor –dije y volví a reírme –nacho o me sueltas o moriré ahogada y creo que todos me quieren viva –dije y él me soltó.

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Sé que dije de subir la semana pasada, pero estuve liada y eso pero aquí tenéis el nuevo capítulo y si puedo el viernes subiré otro para compensar todo este tiempo sin subir. Muchos besos :)