Capítulo 16 "El tiempo se agota"

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Estoy en clase esperando a que la profesora de matemáticas aparezca. No puedo dejar de morder la punta del borrado de mi lápiz. Tampoco puedo evitar de pensar en la declaración de Leslie "Estoy enamorada de Sandra" y otra cosa que colaboran con mis nervios fue el mensaje de Aarón.

Con respecto a lo de Leslie, ella sigue y seguirá siendo mi amiga, sólo que me tomó por sorpresa su revelación y para ser sincera yo no lo esperaba en lo absoluto. Nunca mostró un comportamiento como para suponer que ella le gustaran las mujeres y mucho menos Sandra. Lo único que puedo hacer por ella es comprenderla y darle apoyo porque supongo que no a de ser sencillo estos momentos.

Y con respecto a lo de Aarón, estoy consciente de lo quizá quierra hablar y no tengo valor para mirarlo a los ojos. Aunque no tengo porque rendirle cuentas en absoluto. Él fue quien dijo que lo mejor sería separanos y yo tome su palabra.

—Gisela.

—¡Tu fuiste! — grite sin saber quien me hablaba. Para mi mala suerte, como era costumbre, la persona que me habló por mi nombre era la profesora de matemáticas la cual no había notado su presencia por estar pérdida en mis pensamientos. —Lo lamento. Estaba...

—¿Fantaseando? ¿Soñando despierta?— colocó los libros sobre su escritorio. —Me gustaría que alguien, quien sea, algún dijera que sueña con números, variables o cosas así en vez de sus enamorados.

Toda la clase se rió.

—Perdón profesora.— no pude decir otra cosa sin poder quitar mi sentimiento de pena.

—Bueno, en mi defensa diré que yo no fui. — dijo la profesora guiñandome un ojo en forma de juego. Lo que hizo que las risas se volvieran hacer presentes en el salón de clases.

Todos olvidamos el pequeño suceso de mi falsa acusación hacia la profesora y nos ocupamos en la clase. Cada vez los problemas de matemáticas se vuelven más difíciles y lo peor es que el examen se aproxima. Tendré que tomarle la palabra a Charlie sobre sus clases extras.

Después de un rato más de tortura con números, las clases acabaron y yo tenía que volver al servicio comunitario. El abuelo de Aarón habló con el director para que nos dieran la semana pasada por mi accidente, pero eso no significa que no tenga que cumplir con mi castigo.

Entre al gimnasio dejando mi mochila en uno de los casilleros para ir con la entrenadora y que me diera alguna tarea, pero al verme pude ver en su semblante una cortina de sorpresa y alegría.

—¡Hey! Hola Gisela, ¿Cómo estas?

—Hola entrenadora, ¿Cuál será mi trabajo de hoy? Como no vine toda una semana, es de esperarse que hay muchas cosas por hacer.

—¿Cosas?— giro su cabeza de un forma curiosa, mirándome como si fuera una desequilibrada. —Pero el director me mandó una nota diciendo que su servicio comunitario había acabado desde la semana pasada.

Mi incredulidad me hizo dudar de la entrenadora, pero decidí despedirme y hablar directamente con el director. Tuve que correr por los pasillos porque ya no tardaba en irse en su auto. No es de los hombres que les guate quedarse horas extras en el trabajo.

Tuve la fortuna de detenerlo cuando estaba despidiéndose de las personas de administración.

—Director, espere un segundo.— mi aliento sonaba agitado por mi recorrido. —La entrenadora me dijo que ya no haré servicio comunitario. ¿Me cambio a otro departamento de la escuela?

El hombre siempre con un tono de respeto contestó mi pregunta. —Señorita Gisela, no es un tema que se deba hablar frente al público, pero el abuelo del joven Aáron mando una cierta "cooperación" estudiantil muy jugosa.— es claro que el hombre se refería a una suma de dinero grande. — y la condición fue que usted y su nieto se les diera un trató especial.

El OrangutánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora