Incómoda Deyna volvió a girar sobre la cama y miró el reloj de la mesita; las dos de la mañana.
-Oh Dios –se quejó.
No conseguía conciliar el sueño. Pensaba en Luke... quien estaba en la habitación que en unas horas compartiría con él.
-¿Qué pasa? –había preguntado él hacía unas pocas horas.
-Que tengo que dormir contigo, eso pasa –se había quejado ella. Y él había echo una mueca.
-Siento no tener dos camas en mi cuarto –se burló.
-Ja, ja, ja. Muy gracioso.
-Puedes dormir hoy en la de invitados...
-¡Gracias! –exclamó sarcástica.
-Pero deberías ir acostumbrándote a dormir conmigo.
-Prefiero acostumbrarme a partir de mañana. Hoy no.
Luke la había ignorado, y se había metido a duchar. Y ella había aprovechado para acomodar su ropa junto a la de Luke, como él le había dicho.
Era gracioso. Aquella situación era completamente absurda e irreal. Había cogido su pijama, que consistía en un minúsculo conjunto de pantaloncitos y camiseta, y se había encerrado en el cuarto de invitados. No lo había vuelto a ver. Y ahora se sentía de lo más extraña.
Luke suspiró y clavó la vista en el techo. Si alguien le hubiera dicho dos semanas atrás, que iba a coger a una desconocida de en medio de la calle para hacerla pasar por su novia, se hubiera reído.
Ahora no le hacía tanta gracia.
Sinceramente no sabía que tenía aquella pelirroja y porque insistía tanto para que lo ayudase. Su cara de ángel lo había cautivado, su carácter divertido, en realidad toda ella. Por no hablar de lo dulces que eran sus labios y lo a gusto que se sentía junto a ella.
Desde luego cualquiera diría que tenía ante si a «La novia perfecta»
Una sonrisa apareció en su rostro, desde luego no había elegido nada mal. En cualquiera otra ocasión habría intentado coquetear con ella... pero todo era extraño.
Miró hacía el lado e imaginó el cuerpo de su «novia» a su lado... el solo imaginársela hacía que el corazón le palpitara justamente entre las piernas. Normalmente la perspectiva de alguien durmiendo junto a él, lo echaba para atrás. A él le gustaba tener una amiga ocasional, no una permanente. Ya había descubierto que las relaciones duraderas no eran para él. Y lo había intentado; dos veces.
Las dos habían sido un total fracaso.
No quería volver a intentarlo, estaba demasiado a gusto soltero.
Nada de compromisos...
Entonces ¿Por qué estaba deseando de abrazar el cuerpo de Deyna en mitad de la noche?
Recordó la cara de ella al decirle «nuestra habitación» parecía como si la hubieran abofeteado. Una mueca de disgusto se había alojado en su rostro, tenía que compartir su cama con una mujer a la que no le hacía mucha gracia dormir con él, algo irónico.
Ella misma había decidido aceptar.
Nadie la había obligado, aunque... si se hubiera negado, probablemente él habría insistido.
Retiró las mantas de su cuerpo y se puso las zapatillas. Quería un vaso de agua.
La luz de la cocina estaba encendida.
-Hola –susurró. Ella dio un salto.
-Dios, que susto.
-Lo siento.
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Un novio diferente-Luke Hemmings-TERMINADA
Teen FictionEn otra ocasión el que un chico guapo la abordara en medio de la calle, hubiera halagado a Deyna. Pero no en esa ocasión, ¿Quién le iba a decir que mientras paseaba iba a conocer a su novio? ¿Su novio? Bueno... eso decía él, y también le pedía que l...