Un novio diferente-Luke Hemmings-TERMINADA

Capitulo 4

-No –dijo Deyna alzando la voz.

Aquello no estaba bien. Luke le había dicho a su madre que... y... no... no podía quedarse allí.

-Deyna.

-¡No puede quedarse! –susurró.

-Claro que puede, es mi madre.

-Lo se, no lo digo por eso.

-Lo se.

-Luke, tienes que decirle la verdad –determinó.

-No puedo.

-Si que puedes ¡dísela!

-No.

-Bien, se lo diré yo.

-No, Deyna por favor.

-¿Y que piensas hacer?

-Te podrías quedar aquí esa semana.

-¿Estás loco? –exclamó- no se para que pregunto... si se que lo estás. No me voy a quedar.

-¿Tienes un plan mejor?

-Decirle la verdad.

-No.

-Pues no se... montaré una escena y romperé contigo, ni idea, algo se me ocurrirá. Pero no puedes seguir con esto.

-Ni que tuviera una enfermedad.

-Me estás pegando la locura. Tu locura es una enfermedad.

-Algo de locura es buena.

-Pero tú estás chalado.

Él enarcó una ceja y sonrió divertido. La cafetera sonó y sirvieron el café. Deyna se movió nerviosa por la cocina.

Salieron los dos, y llevaron el café al salón.
Deyna miró a su supuesta suegra, sonriente y feliz.

Desde luego aquello era una locura, tenía que terminarse ya, ella no podía continuar con aquella falsa, ni siquiera debería de haber entrado en el juego.

Era gracioso; la abordan en la calle, le sale un novio postizo, una suegra, y un gran lío. Cualquiera no se lo creería. De hecho, ella empezaba a dudar de su cordura.

¿No estaría soñando?

-Ay –se quejó. Se había dado un pellizco.

-¿Estás bien? –preguntó Liz, mientras Luke la miraba.

-Si, si. No te preocupes.

-¿Te dijo Luke ya lo de mi estancia aquí?

-Si... -murmuró de mala gana.

-Espero que no te moleste... me puedo ir a un hotel.

-Oh, no, claro que no me molesta –contestó con energía- ¿Cómo se va a ir a un hotel? Esta es su casa...

Nunca mejor dicho.

-Realmente no me gusta quedarme sola en casa cuando Andy no está. Desde que atracaron en la casa de enfrente...

-Mamá, no molestas –intervino Luke- para algo tengo un cuarto para invitados. Otras veces te has quedado.

-Si hijo, pero no había una chica en tu casa. Ahora cuenta su opinión.

Deyna suspiró.

-De verdad que no me molesta, Li<. Para nada.

-¡Que bien! Podremos ir de compras y todo...