Deyna se concentró en el cabello de la mujer que tenía delante, e intentó hacer bien su trabajo.
Le costaba demasiado. No paraba de pensar en Luke, las últimas semanas habían sido insoportables. Aún no conseguía sacarse de la cabeza los recuerdos de aquella última vez. Habían dormido abrazados, y por la mañana ella se había ido temprano dejándolo en su cama...
¡Cuánto le torturaba esa imagen!
Al llegar su cama estaba echa, pero no había rastro de Luke, se había ido, ella se había conformado, lo vería otro día, seguían siendo amigos, por la noche, después de una larga tarde, las lágrimas habían inundado sus ojos, el olor de Luke le había inundado los sentidos. Su cama olía a él.
Se aferró a la almohada, intentando dormir. Soñó con él.
Y se levantó jadeante y llorosa.
¡Odiaba el amor!
Poco a poco se había echo a la idea de que él tan solo era un amigo, que sería su amigo, pero nada más, lo de «novio» había sido ficticio, ella lo sabía mejor que nadie, y habían sido amantes.
¿Para que perder el tiempo? Era lo mejor, ambos habían disfrutados de un bonito y placentero tiempo, se habían reído, y todo bien.
Nada más.
-Joven –la voz de la mujer que tenía delante la sacó de su ensoñación.
-¿Si?
-¿Le queda mucho? Mi marido va a venir por mí...
-Oh, disculpe, ya mismo acabo.
Se apresuró y en poco tiempo la mujer estuvo lista, su marido apareció y juntos tomados del brazo salieron de la peluquería. Sintió envidia.
Miró su reloj y vio que era la hora de su descanso. La campanilla que anunciaba la entrada de una nueva persona sonó, y el alma se le cayó a los pies al ver quien era.
-¡Deyna!
-Liz...
Desde luego si esperaba ver a alguien, no era a ella. ¿Le habría dicho Luke algo? ¿Le habría contado la verdad?
Sonrió y escapó.
Debía de llamarlo, preguntarle... que la salvara.
No contestó.
Miierda.
Salió de nuevo hacía fuera y se reencontró con la mujer.
-¡Hola, Liz!
-¡Hija! –la saludó sonoramente.
-¿Qué te trae por aquí?
La mujer rió y se tapó la boca.
-Pues es una peluquería ¿Qué me va a traer por aquí?
-Oh...
-Bueno, he de confesar que Luke me dijo que trabajabas aquí.
Dulce sonrió, más no se acordaba de haberle contado nada a Luke...
-¿Tienes cita?
-Eh... no.
-Bueno, ahora es mi descanso, si quieres, te invito a un café y luego te atiendo...
-Me parece bien... pero, eh...
-¿Qué pasa?
-Vale... he de confesar que no he venido a pelarme –murmuró en un tono que Deyna no conocía en ella.
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Un novio diferente-Luke Hemmings-TERMINADA
Ficção AdolescenteEn otra ocasión el que un chico guapo la abordara en medio de la calle, hubiera halagado a Deyna. Pero no en esa ocasión, ¿Quién le iba a decir que mientras paseaba iba a conocer a su novio? ¿Su novio? Bueno... eso decía él, y también le pedía que l...